Parte I:
INTRODUCCIÓN:
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
LA DEIDAD DE JESÚS:
theiotes
= (θειότης,
G2305) , divinidad. La traducción en la rv en Rom. 1:20 (rvr: «deidad»)
se deriva de theios (véase DIVINO), y debe distinguirse de theotes en Col.2:9: «Deidad».
En Rom.1:20 el apóstol “está declarando cuánto de Dios puede ser conocido por la
revelación de sí mismo que él ha dado en la naturaleza, a partir de aquellos
vestigios de sí mismo que los hombres pueden distinguir por todas partes en el
mundo a su alrededor”.
Pero no es por estos medios que se puede
llegar a conocer a Dios de una manera personal; de esta manera solo puede ser
conocido por la revelación que él ha hecho de sí mismo en su Hijo; pero en el
segundo pasaje (Col.2:9), Pablo declara que en el Hijo mora toda la plenitud de
la absoluta deidad; no se trataba de meros rayos de gloria divina que le dieran
su brillo, iluminando su persona por un tiempo y con un esplendor que no le
perteneciera; sino que él era, y es, el Dios absoluto y perfecto; y el apóstol
usa theotes para expresar esta Deidad esencial y personal del Hijo (Trench,
Synonyms, ii). Theotes indica la esencia divina de la Deidad, la personalidad
de Dios; theiotes, los atributos de Dios, su naturaleza y propiedades divinas.
JESÚS iesous = (ιησους, G2424)
es una transliteración del nombre heb. «Josué», significando «Jehová es salvación»; esto es, «es el Salvador»;
era «un
nombre común entre los judíos” (p.ej., Ex.17:9; Lc.3:29; Col.4:11).
Fue dado al Hijo de Dios en la encarnación como su nombre personal, en
obediencia a la orden dada por un ángel a José, el marido de su madre, María,
poco antes de que él naciera (Mt.1:21). Es con este nombre que se le designa
generalmente en las narraciones evangélicas, pero no sin excepciones, como en
Mr.16:19; Lc.7:13, y una docena más de pasajes en este Evangelio, y en unos
pocos lugares en el de Juan.
««Jesucristo» aparece solo en Mt.1:1; 1:18; 16:21,
margen; Mr.1:1; Juan1:17; 17:3. En Hechos se halla frecuentemente el nombre «Jesús». «Señor
Jesús» se usa normalmente, como en Hech.8:16; 19:5; 19:17; véase
también los relatos de las palabras pronunciadas por Esteban (Hech.7:59), por
Ananías (Hech.9:17), y por Pablo (Hech.16:31); aunque tanto Pedro (Hech.10:36),
como Pablo (Hech.16:18), usaron también «Jesucristo».
»En las epístolas de Santiago, Pedro,
Juan y Judas, el nombre personal no se encuentra solo ni una sola vez, pero sí
en Apocalipsis, donde se encuentra ocho veces (vm, Hech.1:9; 12:17; 14:12;
17:6; 19:10, dos veces; Hech.20:4; 22:16). En la rvr se exceptúan los dos
primeros pasajes, donde aparece el nombre compuesto «Jesucristo» (tr).
»En las Epístolas de Pablo, «Jesús»
aparece solo únicamente trece veces, y en Hebreos ocho veces; en esta última,
el título «Señor»
se añade solo una vez (Hech.13:20). En las Epístolas de Santiago, Pedro, Juan y
Judas, hombres que acompañaron al Señor en los días de su carne, «Jesucristo»
es el orden invariable (en vm) del nombre y título, porque este fue el orden de
su experiencia; lo conocieron primero como «Jesús», llegando a aprender, finalmente, en
su resurrección, que él era el Mesías. Pero Pablo llegó a conocerlo por primera
vez en la gloria celestial (Hech.9:1-6), y siendo así su experiencia la inversa
de la de los otros, se halla frecuentemente el orden inverso, «Cristo Jesús»,
en sus epístolas, pero, exceptuando Hech.24:24, no aparece en ningún otro lugar
de la vm.
»En las cartas de Pablo, el orden
siempre está en armonía con el contexto. Así, «Cristo Jesús» describe al
Excelso que se humilló a sí mismo (Filp.2:5), y da testimonio de su
pre-existencia; «Jesucristo»
describe al Menospreciado y Rechazado que fue después glorificado (Filp.2:11),
y da testimonio de su resurrección. «Cristo Jesús» sugiere su gracia; «Jesucristo»
sugiere su gloria» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 26, 29).
EN EL NOMBRE DE JESÚS:
“Pero algunos de los judíos, exorcistas
ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre
los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el
que predica Pablo… Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los
sacerdotes, que hacían esto. … Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús
conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?... Y el hombre en
quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más
que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos”. (Hech.
19:13-16).
En los vv. 13-18 encontramos la
narración acerca de los hijos de Esceva. La magia y el espiritismo estaban muy
difundidos en Éfeso. El exorcismo era una práctica común. Si el exorcista
conocía el nombre de un espíritu más poderoso que el que había entrado en la
persona afectada, al pronunciarlo podía sobreponerse al espíritu malo y hacerlo
salir.
Algunos judíos exorcistas que vieron los
milagros realizados por Pablo quisieron pervertir el uso del poder divino.
Ellos pensaron que el nombre Jesús era una palabra mágica que podía ser usada
para lograr sus propios fines egoístas. El fracaso de los judíos exorcistas,
los siete hijos de un tal Esceva, un judío, principal de los sacerdotes (v. 14)
fue usado para advertir a la gente que el poder espiritual que es de Dios no
podía ser pervertido.
Su fracaso infundió a todos, fieles e
infieles, un saludable temor. El resultado fue que muchos de esos farsantes, y
muchos de los necesitados también, vieron lo equivocados que estaban. Las
prácticas (v. 18) que ellos declaran no son simplemente acciones pecaminosas,
sino supersticiones, hechicerías y otras cosas por el estilo. Nada puede
demostrar más definidamente la realidad del cambio que el hecho de que en la
supersticiosa Éfeso estuvieran dispuestos a quemar los libros y amuletos que
les reportaban tantas ganancias.
LECCIÓN No I
A Cristo Se Le
Aplican Nombres Que Sólo Pueden Ser Aplicados Debidamente a Alguien Que Es Dios:
_________________________________________________________________
1.1. ÉL Es
Llamado DIOS.
• “…y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). Nota: los Testigos de Jehová se ven
forzados a traducir Juan 1:1 como “el Verbo era un dios”. Para una información
detallada del porqué esta es una traducción pobre y terriblemente engañosa, ver
el siguiente estudio: El comentario del Dr. Mantey sobre Juan 1:1.
Juan 1:1: Ἐν1 En G1722 En
→ el ἀρχῇ2 archê G746 principio
ἦν3 ên G2258 era ὁ4 ho G3588 el
λόγος5 logos
G3056 Verbo, καὶ6 kai G2532 y ὁ7 ho G3588 el
λόγος*8 logos
G3056 Verbo ἦν9 ên G2258 era πρὸς10 pros G4314 con
‹ τὸν11 Θεόν12 › ton
Theon G3588 G2316 Dios, καὶ13 kai G2532 y ὁ16 ho G3588 el
λόγος17 logos
G3056 Verbo ἦν15 ên G2258 era Θεὸς14
Theos G2316 Dios.
(Interlineal RV1960).
ETIMOLOGÍA:
*logos = (λόγος, G3056),
palabra o dicho. Significa también relato, y se traduce también como «cuenta»,
en los siguientes pasajes: Mt.12:36;
25:19; Lc.16:2; Rom.14:12, (rv: «razón»); Filp.4:17; Heb.4:13; Heb.13:17; 1 P.4:5.
Véanse ASUNTO, CAUSA, COSA, DECIR, DERECHO, DICHO, DISCURSO, FAMA, HABLAR,
HECHO, MANDAMIENTO, MENSAJE, NOTICIA, PALABRA, PLEITO, PREDICAR, PREGUNTA,
PROPUESTA, RUDIMENTO, SENTENCIA, TRATADO, VERBO.
Notas:
(1) El verbo
ellogeo, poner en la cuenta de una persona, se traduce en Flm.1:18 «ponlo en mi cuenta»; se usa también de inculpar
de pecado en Rom.5:13: «se inculpa».
(2) El verbo istemi,
poner en pie, estar en pie, poner, establecer, se traduce en Hech.7:60: «tomes en
cuenta».
(3) El verbo
sumpsefizo se traduce en Hech.19:19: «hecha la cuenta».
(4) Epignosis,
véanse CIENCIA, CONOCIMIENTO, se traduce «tener en cuenta (a Dios)» en Rom.1:28.
(5) Logizomai
(véase A, Nº 6), se usa propiamente:
(a) de cálculo
numérico (p.ej., Lc.22:37: «fue contado»);
(b)
metafóricamente, por una relación de características o de razones, tomar en
cuenta (Rom.2:26: «¿no será tenida?»), de contar la
incircuncisión como circuncisión en la estimación de Dios en contraste de la
estimación de los judíos con respecto a su propia condición (v. 3); en
4:3,5,6,9,11,22, 23,24, de contar la fe como justicia, o de imputar justicia a
personas; en el v. 4: «no se le cuenta el salario como gracia», se
trata el tema considerando el contraste entre gracia y deuda, lo cual involucra
el contar de una recompensa por unas obras; lo que se debe como deuda no puede
ser considerado como una gracia, pero la fe de Abraham y de sus hijos
espirituales los sitúa afuera de la categoría de aquellos que buscan ser
justificados mediante los propios esfuerzos, y, viceversa, estos últimos quedan
excluidos de la gracia de la justicia, que se otorga solo bajo la condición de
la fe; así también en Gal.3:6: «le fue contado» (rv: «le fue imputado»); ya
que Abraham, como todos los descendientes naturales de Adán, era pecador,
estaba destituido de justicia a los ojos de Dios; si, por ello, se había de
rectificar su relación con Dios, esto es, si había de ser justificado ante
Dios, la rectificación no podría ser conseguida por su parte mediante obras
meritorias; en Stg.2:23: «le fue contado», se considera este tema
desde una perspectiva diferente (véase bajo JUSTIFICACION, B, los cuatro
últimos párrafos); para otros casos de ser contados a este respecto, véase
Rom.9:8: «son
contados»; 2 Cor.5:19: «no tomándoles en cuenta» (rv: «no imputándoles»);
(c) considerar,
calcular (Rom.6:11: «consideraos», rv: «pensad»; Rom.8:36: «somos
contados», rv: «somos estimados»; 2 Cor.10:11: «tenga en
cuenta», rv: «piense»);
(d) suponer,
juzgar, considerar (Rom.2:3: «piensas»; Rom.3:28: «concluimos»; Rom.8:18: «tengo por
cierto»; 2 Cor.11:5: «pienso»); véase A, Nº 6.
(6) anangello,
traer palabra de vuelta, vino a tener en el griego tardío el mismo significado
que apangello, anunciar, declarar; se traduce «dando cuenta» en Hech.19:18.
(VINE).
• “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!”
(Juan 20:28).
• “Aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”
(Tito 2:13).
• “Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito
por los siglos” (Romanos 9.5). Nota:
muchas traducciones modernas tratan de obviar está clara declaración usando el
truco de cambiar la puntuación.
• “Mas del Hijo dice, Tu trono oh Dios, por el siglo del
siglo” (Hebreos 1:8).
• “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido,
y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”
(1 Juan 5:20).
• “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado…y se
llamará su nombre…Dios fuerte” Isaías 9:6).
1.2. ÉL Es
Llamado “el Hijo de Dios”.
Nota: En los días de Cristo, se entendía que
el título “Hijo
de Dios” significaba “igual a Dios”, es decir, “de igual naturaleza”. Afirmar
ser el Hijo de Dios era afirmar ser divino. Los siguientes textos lo dejan muy
en claro: Juan 5:17-18; Juan 10:33,
36; Juan 19:7.
1.3. ÉL Es Llamado “el
SEÑOR” (en griego: kurios).
Ver Lucas 2:11;
Juan 13:13; Romanos 10:9; 1 Corintios 12:3; Filipenses 2:10; etc.
1.4. ÉL Es Llamado “el
SEÑOR DE GLORIA”.
Comparar 1
Corintios 2:8 con Salmo 24:8-10.
1.5. ÉL Es Llamado “el
SANTO”.
Comparar Hechos
3:14 con Oseas 11:9 e Isaías 48:17.
1.6. ÉL Es Llamado “el
PRIMERO Y EL ÚLTIMO”.
Comparar
Apocalipsis 1:17-18 con Isaías 44:6.
1.7. ÉL Es Llamado “el
ALFA [Alef] Y OMEGA [Tau]”.
Comparar
Apocalipsis 22:13, 16 con Apocalipsis 1:8.
1.8. ÉL Es Llamado El Gran “YO SOY”.
Comparar Juan
8:58 con Éxodo 3:14.
CONCLUSIÓN - LOS NOMBRES:
1. Estos nombres fueron aplicados a Cristo por
hombres que eran judíos, que conocían el Antiguo Testamento y que por ello
estaban totalmente informados de la real importancia de estos nombres. Ellos se
daban totalmente cuenta de lo que implicaban esos nombres.
2. Además, estos hombres eran intensamente
monoteístas. La afirmación central de su fe era, “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová = HA-SHEM ‘El Nombre’ Adonaí: UNO ES”
(Deuteronomio 6:4). Ellos creían que entre Dios y el hombre había una
diferencia abismal. Sin embargo, estos hombres aplicaron estos nombres a
Jesucristo.
3. Además, Cristo mismo era un judío que creía en
Un Dios, y que este Un Dios estaba muy inmensamente por sobre el hombre. ÉL
sabía, como ningún otro nunca supo, el tremendo significado de estos nombres
que acabamos de examinar. Sin embargo, Él no solo permitió, sin protestar, que
los hombres se dirigieran a ÉL de esa manera, sino los animó a hacerlo y a
veces ÉL se aplicaba esos nombres a Sí Mismo (Juan 20:28-29 y Juan 13:13).
Juan 1:1: En [el] principio la Palabra
era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios. (Biblia Nuevo
Mundo de los Testigos de Jehová).
El Verbo hecho carne:
Juan 1:1: En el principio era el Verbo,
y el Verbo
era con Dios, y el Verbo era Dios. (RV1960)
Véase ---------> Parte II:
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