Parte I:
Doctrinas: Calvino y Arminio:
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
INDICE:
INTRODUCCIÓN:……………………………………………….2-3
Lección
I: JUAN CALVINO (1509 - 1564):……………………...4-7
1.1. Biografía:…………………………………………
1.2. Doctrinas:…………………………………………
1.3. VIDA…………………………………………….
1.4. TEOLOGÍA………………………………………
Lección
II: ARMINIO (1560 – 1610):…………………………….8-9
2.1. Biografía:…………………………………………
2.2. Doctrinas:…………………………………………
Lección
III: Artículo Adicional Al Tema Tratado:………………..10-11
Lección
IV: ¿La Salvación Se Puede Perder?
Calvinismo y Arminianismo:
Entendiendo las
Diferencias:…………………………12-25
CONCLUSION:…………………………………………………..25
Veamos
el siguiente Cuadro:……………………………………...26
Doctrinas:
Calvino y Arminio:
Introducción:
Calvinismo vs.
Arminianismo - ¿cuál es el que está en lo correcto?
Pregunta: "Calvinismo
vs. Arminianismo - ¿cuál es el que está en lo correcto?".
Respuesta: El Calvinismo y
el Arminianismo son dos sistemas de teología que intentan explicar la relación
entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana con respecto a la
salvación:
v El Calvinismo es
llamado así por Juan Calvino, teólogo francés que vivió en 1509 – 1564.
v El Arminianismo
es llamado así por Jacobo Armiño, un teólogo holandés que vivió en 1560 – 1609.
Ambos
Sistemas Pueden Sintetizarse En Cinco Puntos:
· El Calvinismo
sostiene una total depravación del hombre, mientras que el Arminianismo dice que
la depravación es parcial. La depravación total asegura que cada aspecto de la
humanidad está contaminado por el pecado, por lo que los seres humanos son
incapaces de venir a Dios por su propia voluntad. La depravación parcial dice
que cada aspecto de la humanidad está contaminado por el pecado, pero no al
extremo de que sea incapaz de colocar su fe en Dios por su propia voluntad.
· El Calvinismo se
adhiere a una elección incondicional, mientras que el Arminianismo dice que la
elección es condicional. La elección incondicional sostiene que Dios elige
individuos para salvarlos basado enteramente en Su soberana voluntad, no en
alguna otra cosa inherente en el individuo. La elección condicional dice que
Dios elige a los individuos para la salvación, basado en Su pre-conocimiento de
quién será un creyente en Cristo para salvación.
· El Calvinismo
sostiene que la expiación es limitada, mientras que el Arminianismo dice que la
expiación es ilimitada. Este es el más controversial de los cinco puntos. La
redención limitada es la creencia de que Jesús sólo murió por los elegidos. La
redención ilimitada es la creencia de que Jesús murió por todos, pero que Su
muerte no tiene efecto hasta que la persona crea en Cristo.
· El Calvinismo se
adhiere a una gracia irresistible, mientras el Arminianismo se adhiere a una
gracia resistible. La gracia irresistible sostiene que cuando Dios llama a una
persona a la salvación, esta persona inevitablemente llegará a la salvación. La
gracia resistible sostiene que Dios llama a todos a la salvación, pero que
mucha gente resiste y rechaza este llamado.
· El Calvinismo
cree en la perseverancia de los santos, mientras que el Arminianismo sostiene
que la salvación está condicionada. La perseverancia de los santos se refiere
al concepto de que una persona que ha sido elegida por Dios, perseverará en la
fe y nunca negará a Cristo o se apartará de Él. La salvación condicional es la
opinión de que un creyente en Cristo puede, de su libre albedrío, alejarse de
Cristo y por lo tanto, perder la salvación.
Así
que en el debate del Calvinismo vs. El Arminianismo.
¿Quién
Está En Lo Correcto?
Es interesante notar que en la
diversidad del Cuerpo de Cristo, hay toda clase de mezclas del Calvinismo y el
Arminianismo. Hay cinco puntos Calvinistas y cinco puntos Arminianistas, y al
mismo tiempo tres apuntan al Calvinismo y dos al Arminianismo. Muchos creyentes
llegan a una clase de mezcla entre estos dos sistemas.
A fin de cuentas, creemos que los dos
sistemas fallan al intentar explicar lo inexplicable. Los seres humanos somos
incapaces de abarcar un concepto como éste. Sí, Dios es absolutamente soberano
y omnisciente.
Sí, los seres humanos podemos ser
llamados a hacer una genuina decisión de poner nuestra fe en Cristo para
salvación. Estos dos factores nos parecen contradictorios, pero en la mente de
Dios, ambos tienen perfecto sentido.
Lección I
JUAN CALVINO
(1509 - 1564):
1.1. Biografía:
-
Nació en Nayon - Ginebra el 10 de julio
de 1509 y m. 1564.
-
Su padre Grhard Calvino tuvo influencia
política en su ciudad, su madre Jeane Lefrane.
-
Estudió religión en Paris y Derecho en
Eorlaens (1532).
-
En París tiene relaciones con
pensamientos reforma y considera los escritos de M. Lucero, el cual estaba en
su apogeo.
Su conversión a la reforma es gradual,
se vio obligado a huir a París como uno de los extranjeros más. En el mismo año
en Estranburgo y Brailia conoce a los principales hombres de reforma: Gernaus,
Mecuneus, Bullengeers, Bucero y Capito.
1.2. Doctrinas:
Juan Calvino había seguido las
enseñanzas de San Agustín, el cual sostuvo “que
el hombre es tan malo y perverso, la única está en Dios”. y son los
siguientes:
1. La Depravación
del hombre, significa que la voluntad del hombre esta tan debilitada que ya no
puede hacer ninguna obra buena, a menos que sea ayudado por la gracia especial
que Dios otorga a los elegidos.
2. La Elección
incondicional, desde el principio del mundo, Dios predestinó a algunos para
salvación y eso aparte de mérito alguno.
3. La Expiación
limitada, Cristo no murió por toda la humanidad, sino por los elegidos.
4. La gracia
irresistible, Los que son elegidos, también serán salvos.
5. La
perseverancia de los santos, Dios da a los creyentes el don de perseverancia,
de modo que aunque pequen, también se arrepentirán. Ningún elegido se perderá.
De ahí salió la frase “Una vez salvo, siempre salvo”.
1.3. VIDA.
Nació el 10 de julio de 1509 en Noyon.
Recibió enseñanza formal para el sacerdocio en el Collège de la Marche y en el
Collège de Montaigu, ambos centros académicos dependientes de la Universidad de
París. Influido por su padre (el cual prefería que su hijo se dedicara al
ejercicio del derecho y no a la teología), cursó estudios de leyes en las
universidades de Orleans y Bourges. Junto a varios amigos empezó a interesarse
por el entorno del humanismo, así como por el movimiento de la Reforma, y
emprendió estudios sobre la traducción griega de la Biblia. En 1532 publicó un
comentario sobre De Clementia, obra de Lucio Anneo Séneca, en el que ya quedaba
de manifiesto su sólida y erudita formación humanista. Se asoció entonces con
Nicolás Cop, que acababa de ser elegido rector de la Universidad de París, y
ambos tuvieron que huir de la ciudad en 1533, cuando aquél hizo público su apoyo
a Martín Lutero.
Durante los dos años siguientes llevó
una vida errática; prosiguió sus estudios y escritos, al tiempo que formulaba,
a partir de la Biblia y la tradición cristiana, los principios básicos de su
doctrina, lo que le obligaba a eludir constantemente la persecución de la
Inquisición. En 1536 publicó en Basilea la primera edición de su Institutio
christianae religionis (Institución de la religión cristiana, también conocida
como La institución cristiana) un conciso y provocativo trabajo que le situó al
frente del pensamiento protestante. Ese mismo año viajó a Ginebra, tras haber
sido invitado por Guillaume Farel a participar en el movimiento de reforma que
se respiraba en la ciudad. Permaneció en Ginebra hasta 1538, año en que los
ciudadanos votaron contra las propuestas de Farel y ambos fueron invitados a
abandonar la ciudad. Marchó a Estrasburgo, donde tomó parte en la vida
religiosa de esa comunidad, contrajo matrimonio con la viuda Idelette de Bure
(con quien tuvo un hijo, que murió en la infancia) y publicó el primero de sus
numerosos comentarios sobre los libros de la Biblia.
En septiembre de 1541, los habitantes de
Ginebra convencieron a Calvino para que regresara y les dirigiera de nuevo en
la reforma de la Iglesia. Allí viviría el resto de su vida, excepto durante los
breves viajes que le impuso su actividad al frente de la ciudad. Su esposa
falleció en 1549 y no se volvió a casar. Aunque recibió una casa y salario del
gobierno local, no tuvo cargo oficial en el mismo y sólo en 1559 se hizo
ciudadano de Ginebra. Su liderazgo fue discutido hasta 1555, cuando fue
derrotada la resistencia de la influyente familia Perrin.
Calvino redactó el borrador de las
nuevas ordenanzas que el consejo adoptaría como constitución de Ginebra,
regulando a la vez temas sagrados y profanos. Apoyó también el establecimiento
de un sistema de escuelas municipales para todos los niños y de un centro de
formación para los estudiantes más adelantados, la Academia, que inauguró en
1559 (con Teodoro de Beza como rector) y que muy pronto se convertiría en una
verdadera universidad.
Mientras estuvo al servicio de Ginebra,
la ciudad se vio amenazada con frecuencia por los ejércitos a las órdenes de
Manuel Filiberto, duque de Saboya, y de otros jefes católicos. En realidad, la
ciudad era una auténtica fortaleza amurallada y sólo recibía alguna ayuda de
las granjas de los alrededores y de sus aliados más próximos. El clima bélico y
la constante amenaza de ser conquistada contribuyeron a que las condiciones de
vida fuesen muy duras en Ginebra, que dependía en extremo de su comercio. A
menudo, los cristianos disidentes eran expulsados de la ciudad e incluso se
llevaron a cabo numerosas ejecuciones, entre ellas la de Miguel Servet. Tras
ser capturado y acusado de hereje (por su negación de la doctrina de la
Santísima Trinidad), este médico y teólogo católico español fue sentenciado a
morir en la hoguera con la anuencia y aprobación de Calvino (aunque éste
recomendó la decapitación como sistema de ejecución). Además de sus profundas
convicciones religiosas, sirvieron para condenarlo sus estudios y teorías sobre
el sistema circulatorio humano (que Calvino reprobaba).
Calvino se propuso mejorar la vida de
los habitantes de la ciudad a través de muchos medios. Propugnó la construcción
de hospitales, el establecimiento de una infraestructura de alcantarillado y de
barandillas protectoras en los pisos altos para evitar que los niños se
cayeran, y prestó una atención especial al cuidado de pobres y enfermos y a la
progresiva introducción de nuevas actividades artesanales. Promovió también el
uso de la lengua francesa en las iglesias y contribuyó de forma decisiva a su
formación como lengua moderna.
Sin embargo, su mayor aportación a la
historia de la Iglesia fueron sus escritos. Compuso personalmente numerosos
himnos y animó a otros a hacerlo, entre ellos a su colega Louis Bourgeois,
quien compuso el denominado Salterio Ginebrino, llamado a ser el modelo de
muchos himnos protestantes. Redactó un influyente catecismo, cientos de cartas
a compañeros reformadores y comentarios sobre casi todos los libros de la
Biblia. También fueron recopilados sus escritos y numerosos sermones.
Nunca gozó de buena salud, pues padecía
asma bronquial, y estuvo muy delicado desde 1558, a causa de una violenta
crisis de fiebre cuartana. Falleció el 27 de mayo de 1564 y fue enterrado en
una sepultura anónima en Ginebra.
1.4. TEOLOGÍA.
Según Calvino, la Biblia especificaba la
naturaleza de la teología y de todas las instituciones humanas. Por eso, sus exposiciones
doctrinales comenzaban y concluían en las Escrituras, aunque citaba con
frecuencia a los Padres de la Iglesia y a importantes pensadores católicos
medievales. Pretendió minimizar la especulación sobre los temas divinos y
acercarse, en cambio, a la Palabra de Dios. También exhortó a la Iglesia para
que recuperara su vitalidad y pureza originales.
En Institutio christianae religionis,
que al menos revisó en cinco ocasiones entre 1536 y 1559, se propuso articular
la teología bíblica de una manera razonable, siguiendo los artículos del credo
apostólico. Los cuatro libros que integraron la Institutio en su edición
definitiva (1559) se centran en los artículos ‘Padre’, ‘Hijo’, ‘Espíritu Santo’ e ‘Iglesia’.
1.4.1. Sobre el Padre.
Según Calvino, el conocimiento de Dios
está relacionado con la conciencia de uno mismo. En el mundo y en la conciencia
humana se manifiestan las demandas espirituales. Dios creó el mundo y lo hizo
bueno. Pero desde el pecado original, la humanidad, por sus propias limitaciones,
sólo ha podido comprender a Dios de modo excepcional e imperfecto. Por sí
solos, los seres humanos nunca pueden alcanzar una auténtica vida religiosa
basada en el conocimiento de Dios. Sin embargo, por la gracia de Dios,
transmitida por Jesucristo como se dice en la Biblia, el Creador resolvió esta
trágica cuestión y permitió a la humanidad obtener una clara visión de la
revelación. Las personas que aprenden la verdad sobre la depravación humana
—que incluso las mejores acciones están corrompidas y ninguna es pura— pueden
arrepentirse y confiar su salvación a Dios Padre.
1.4.2.
Sobre el Hijo.
El pecado humano, heredado desde Adán y
Eva, produce en cada persona una “fábrica de ídolos”. Todos los individuos
merecerían ser destruidos, pero Jesucristo ejerció como profeta, sacerdote y
rey para llamar a los elegidos a la vida eterna con Dios. Cristo convoca a los
elegidos a una nueva vida, intercediendo por ellos en su expiación, y se halla
a la diestra de Dios. Calvino hizo grandes esfuerzos para poner de manifiesto
la continuidad de sus doctrinas con la ortodoxia cristiana, tal y como ésta
aparecía expresada en los credos de Nicea y Calcedonia.
1.4.3. Sobre el Espíritu.
El Espíritu Santo de Dios, la tercera
persona de la Santísima Trinidad, concede poder a los escritos y a la lectura
de las Escrituras, a la vida devocional de los creyentes, y al desarrollo
cristiano en Cristo (santificación). También permite la confianza en que la
resurrección de Dios de entre los muertos traerá a los salvados a la perfección
ante la presencia de Dios. Toda seguridad de elección a la gracia es dada por
el Espíritu, e incluso la condenación de los réprobos según la justicia de Dios
se rige por el poder del Espíritu.
1.4.4. Sobre la Iglesia.
La Iglesia de Dios y los sacramentos son
también otorgados por la gracia divina para edificación moral de los elegidos y
el bien del mundo. La Iglesia, una a través del tiempo, puede ser conocida por
la oración, por escuchar la Palabra de Dios y por la administración de los
sacramentos. Aunque la verdadera Iglesia sea conocida sólo por Dios, la Iglesia
visible está por completo relacionada con Él en la Tierra. Sus dignatarios y
jefes serían aquellos individuos que intentan con rigor mantenerse en la
disciplina cristiana, aunque su autoridad no puede depender de su rectitud. Los
cargos deben ser aquéllos designados en el Nuevo Testamento. Los sacramentos
del bautismo y la eucaristía deben celebrarse como misterios en los que Cristo
está presente en espíritu.
Subrayó la trascendencia de la soberanía
de Dios, la naturaleza de la elección y de la predestinación, los pecados de
orgullo y desobediencia, la autoridad de las Escrituras, y la naturaleza de la
vida cristiana. Cada una de estas enseñanzas fue utilizada en algún momento por
sus seguidores como doctrina central del calvinismo. Calvino, sin embargo,
pretendía exponer la enseñanza bíblica sobre diversos asuntos de su tiempo, a
la luz de particulares controversias dentro de la Iglesia. Su teología ha sido
reconocida como subyacente en la tradición paulino-agustiniana; Calvino intentó
seguir lo que entendía como un camino intermedio entre un énfasis exclusivo en
la divina providencia y un exclusivo hincapié en la responsabilidad humana.
Lección II
ARMINIO (1560 –
1610):
2.1. Biografía:
-
Nació en 1560 y m. en 1610.
-
Fue la persona que se ha opuesto
fuertemente a la doctrina del Calvino.
-
La lucha es sobre la predestinación.
-
Es estableció su pensamiento teológico en las doctrinas.
2.2. Doctrinas:
1. Cristo murió
por todo los hombres.
2. Los creen son
salvos y los que rechazan la invitación de Cristo se pierden.
3. Dios no elige a
nadie; ni para salvación ni para perdición.
4. La gracia
salvadora e Dios no es irresistible.
5. Los cristianos
pueden caer de gracia y perderse.
La Biblioteca Encarta, 2004, amplia
sobre el arminismo, lo cual deduce como doctrina del cristianismo, formulada en
el siglo XVII, que declara que la libre voluntad humana puede existir sin
limitar el poder de Dios o contradecir la Biblia. Dicha doctrina, que recibe su
nombre del calvinista holandés Jacobo Arminio, se convirtió de forma gradual en
una alternativa liberal a la creencia, más rígida, de la predestinación
sostenida por los Sumos Calvinistas en Holanda y en otros lugares.
Arminio, quien estudió en Ginebra con el
teólogo protestante francés Teodoro Beza,
regresó a su Holanda nativa y fue catedrático de teología (1603-1609) en la
Universidad de Leiden. Afirmaba que la predestinación era bíblica y verdadera,
es decir, que Dios había destinado a algunas personas al cielo y a otras al
infierno, como se indica por la referencia de Jesús, “ovejas y cabritos”. Pero se centraba en el amor de Dios más que en
su poder a la hora de elegir, proceso por el cual Dios eligió a aquellos
destinados al paraíso.
Tras la muerte de Arminio, un grupo de
ministros que simpatizaban con sus puntos de vista desarrollaron una teología
sistemática y racional basada en sus enseñanzas. En su declaración, protesta
publicada en 1610, los arminianos afirmaban que la elección estaba condicionada
por la fe, que la gracia podía ser rechazada, que la obra de Cristo estaba
pensada para todas las personas, y que era posible que los creyentes cayeran en
desgracia.
En el Sínodo de Dort o Dordrecht (1618
-1619), los Sumos Calvinistas prevalecieron sobre el grupo de los arminianos y
condenaron a los que estaban en desacuerdo con su teoría. El Sínodo de Dort
declaró que la obra de Cristo estaba destinada sólo a aquellos elegidos para la
salvación, que la gente que creía no podía perder la gracia, y que la elección
de Dios no dependía de ninguna condición. Los protestantes fueron totalmente
prohibidos en Holanda hasta 1630, y desde entonces no sin reservas hasta 1795.
Sin embargo, la tradición arminia se mantuvo en los Países Bajos a finales del
siglo XX.
El teólogo británico John Wesley estudió y afirmó la obra de
Arminio en su movimiento metodista durante el siglo XVIII en Inglaterra. Para
el pueblo, el arminianismo se resume en la idea de que no existe la predestinación y que la gente es libre
de seguir o rechazar el Evangelio.
Véase ----------> Parte II:
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