jueves, 30 de junio de 2016

Parte IV: Los Diez Mandamientos De Dios: (Éxodo 20:1-17)

Parte IV:
Los Diez Mandamientos De Dios:
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Parte 4
Los Diez Mandamientos De Dios:
No matarás. VI
No cometerás adulterio. VII
No robarás. VIII
No darás falsos testimonios. IX
No consentirás pensamientos ni deseos impuros. No codiciarás los bienes ajenos. X

1.     UN MUNDO FELIZ:
El decálogo comienza presentando cual es la relación que debe mantener el hombre con YHVH = יהוה su Redentor. Del primer al cuarto Mandamiento se concentra por lo tanto en el carácter único del Dios Verdadero y la forma aceptable de adoración.
A continuación trata con la correcta relación del hombre con su prójimo. En la parte 4 nos detuvimos en el quinto Mandamiento “Honra a tu padre y a tu madres…” por tratarse de la base donde se edifica o derrumba una sociedad.
Hoy nos toca meditar en aquellos Mandamientos [8] de cuyo cumplimiento dependen el orden y la paz social. ¿Os imagináis un mundo sin crímenes, sin infidelidad matrimonial, sin robos ni secuestros, sin mentiras ni calumnias? De estos asuntos con sus respectivas derivaciones se ocupan el 6°, 7° 8° y 9° Mandamiento.

2.     NO MATARAS: VI
El cristiano es la religión del amor. Dar muerte a su semejante ataca directamente al corazón de este principio divino. Jesucristo nos enseñó que debíamos amar incluso a nuestros enemigos. Todo acto violento movido por el odio hacia un semejante buscando su muerte es condenado por la Biblia. La orden es meridianamente clara: No matarás, pero la letra no debe ocultar el espíritu y propósito que encierra el Mandamiento.
La palabra usada en éxodo 20:13[9], ratsach*, se refiere a matar seres humanos y nunca se utiliza para aludir a un animal. Por lo tanto traduce adecuadamente algunas biblias en castellano la frase antigua de “no matarás” por la de “no asesinarás”. Y la definición más simple de asesinato es: “matar de forma premeditada e ilícita”.

Etimología:
*H7523 רָצַח = ratsákj: raíz primaria; propiamente despedazar, hacer pedazos, i.e. matar (a un ser humano), especialmente asesinar:- aplastar, homicida, homicidio, matador, matar, morir, muerto. (Strong).

Por lo tanto, el hecho de que haya un pecado que se llama asesinato implica que también hay ciertas ocasiones en que matar no es pecado. Haremos referencia a esto más adelante.
El Mandamiento de “No matarás” prohíbe todo tipo de asesinato. Por supuesto condena el asesinato premeditado, pero también el que resulta de la ira o la venganza. También es pecado el homicidio por negligencia. En nuestra civilización Occidental se trata de una de las causas de muerte con el índice más elevado. Sólo tenemos que pensar, por ejemplo, en el gran número de víctimas que se produce los fines de semana en las carreteras provocados por los efectos del alcohol y las prisas egoístas.
En el aborto, la eutanasia y el suicidio también intervienen la mano homicida del hombre, por lo que estos casos deberán estudiarse con cuidado. En cuanto al aborto ciertamente se pueden encontrar argumentos médicos que justifiquen la preservación de la vida en peligro de la madre a expensas de la del feto pero difícilmente puedan defenderse otros motivos para abortar.
La eutanasia activa que procura la muerte del paciente –con o sin su consentimiento- debe ser censurada siempre. Sin embargo la eutanasia pasiva o “dar por terminado el tratamiento” sobre un enfermo terminal, al que ya no se le puede ayudar de ningún modo, deberá aceptarse muchas veces con resignación. Por su parte el suicidio es un “auto asesinato” tan censurable como el asesinato mismo, a excepción quizá de aquellos casos en que uno decide sacrificar su propia vida para poder salvar la de otros.
El sexto Mandamiento también prohíbe el asesinato mental. Desear que alguien muera para obtener un beneficio o placer personal es un pecado sentenciado por Jesús con el mismo infierno (Mateo 5:22). Es hora de arrepentirse.
Punto y aparte merecen los casos en que sería lícito matar. Dejando a un lado los evidentes pasajes del AT., donde se ordena la muerte de ciertos animales para el sacrificio del altar y la clara enseñanza bíblica con relación a poder comer carne, nos encontramos con la situación de que alguien pueda perder la vida a manos de otra persona sin que ello sea ilícito. Estas serían La Defensa propia. La Pena capital y La Guerra, que dadas su complejidad no vamos a desarrollar en este artículo.
Finalizamos con una reflexión. Matar a un semejante es extremadamente malo. Y lo es porque hay algo único en la naturaleza humana que nos distingue de los animales, esa singularidad es la imagen y semejanza de Dios en nosotros. El mayor pecado del asesinato es que ataca y destruye la Creación Suprema del Creador. El asesinato es alguien que se burla de Dios y se ríe del dolor ajeno.

3.     NO COMETERÁS ADULTERIO: VII:
El cristianismo es la religión del amor. El adulterio hace añicos el amor prometido en el pacto matrimonial. El adulterio* atenta contra, y desestabiliza, el mismo cimiento de la sociedad que es la familia.

Etimología:
*H5003 נאף QAL:
Cometer adulterio, prostituirse (Lv.20:10; Jr.3:9). — Impf. יִנְאַף; Vaif. וַיִּנְאָֽפוּ; Inf. נָאוֹף; Part. נׄאֵף.
PIEL: Cometer adulterio (Jr.29:23). — Perf. נִאֲפָה; Impf. וַיְנַאֲפוּ; Part. מְנָאֵף.
  נִאֻפִים Ver נִאוּפִים. (Diccionario Hebreo Bíblico)
H5003 נָאַף = naáf: raíz primaria; cometer adulterio; figurativamente apostatar:- adúltera, adulterar, adulterio, adúltero, cometer adulterio, fornicar. (Strong).

El adulterio puede definirse como “La cohabitación voluntaria que una persona casada efectúa con cualquier otra persona que no sea su esposa u esposo legítimo”. En el NT., dos palabras griegas encierran el pecado de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. “Moicheia” (Adulterio) “Porneia”[10] (Fornicación- Inmoralidad sexual).
El adulterio es condenable porque ataca la institución del matrimonio creado por Dios en el Edén entre un hombre y una mujer. El santo propósito del matrimonio engloba la procreación y cuidado de los hijos, el compañerismo físico, emocional, sexual  y espiritual de la pareja, hasta que la muerte los separa. La santidad de dicho estado es tal que cuando Dios quiso buscar una relación humana que reflejara idóneamente la relación entre Él y su pueblo, utilizó la imagen del matrimonio.
El adulterio es causa de divorcio porque rompe la promesa de fidelidad contraída en el matrimonio. Alguien que se convierte en un solo cuerpo con otra persona que no es el marido o la esposa separa radicalmente el lazo conyugal. Sin embargo debe decirse que no se exige que el adulterio acabe siempre en divorcio.
“No cometerás adulterio” es un Mandamiento directo a nuestra conciencia porque toda consumación carnal de este pecado tiene su fuente en lo más recóndito del corazón. Por lo tanto debemos ser vigilantes. Las tentaciones vendrán de dentro y de fuera. Nos enfrenta a ellas en la oficina, la fábrica, la tienda o la escuela.
Dirán que tener una aventura romántica es algo inocuo y emocionante, que “todo el mundo lo hace”, y que a través de estas experiencias podemos revitalizarnos. La presión de los medios: la televisión, el cine, las revistas, las novelas, etc., será tal que puede llevar al cristiano a querer tener esas experiencias que le meten por los ojos a toda hora, hasta puede que sueñe con ellas.

El adulterio es un territorio prohibido y debemos evitarlo a toda costa usando los medios que la gracia de Dios pone a nuestra disposición. Quizá por tratarse de un pecado llamado “universal”, debamos recordar aquí las palabras del apóstol Juan: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiera pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo”. Acudamos entonces a ÉL.

4.     NO HURTARÁS = ROBAR: VIII
El cristianismo es la religión del amor. ¿Cómo arrebataremos pues, sin permiso, algo que pertenece a otra persona? El principio de la propiedad privada se encuentra establecido por la ley de Dios y el mandamiento es claro: “No hurtarás*”[11]. Robar es pecado porque muestra un espíritu codicioso y desemboca habitualmente en la violencia.

H1589 גָּנַב = ganáb: raíz primaria; robar (literalmente o figurativamente); por implicación engañar:- a escondidas, arrebatar, engañar, escondidamente, hurtar, hurto, llevar, oculto, robar, sacar. (Strong).

Examinemos algunas clases de robo. Por su puesto no todos han hurtado en unos grandes almacenes alguna vez y mucho menor robado dinero de un banco ¿Pero cuántos están libres de escamotear el pago de lo debido en alguna circunstancia? ¿Sea un impuesto, un billete de autobús, un programa de ordenador o simplemente callarse cuando la cuenta sale erróneamente a su favor…?

Robar a Dios está incluido en este paquete. No dar a Dios lo que espera de nosotros es “robar a Dios”. Quizá alguien pueda estar libre de cualquier otra transgresión mencionada más arriba y sin embargo estar robando a Dios. Quizá alguien necesite escuchar la voz de Dios como la escuchó Israel por medio del profeta Malaquías: “¡Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición”.
La exhortación bíblica es a dejar de robar y ser buenos administradores de los bienes que el Señor nos da. Pasaríamos menos necesidad y no nos veríamos tentados a robar. Al contrario, podríamos ayudar a paliar muchas injusticias sociales, cooperar al crecimiento de la iglesia sosteniendo convenientemente a los siervos de Dios y extender el evangelio del reino por todo el mundo a través de las misiones.

5.     NO HABLARÁS CONTRA TU PROJIMO FALSO TESTIMONIO: IX:
El cristiano es la religión del amor. La mentira es la religión del diablo. La palabra que se traduce como falso testimonio IX se refiere a falsear una verdad pero también a decir cosas que no valen para nada, inútiles o infundadas. Puede tratarse de unas palabras carentes de valores, llenas de oscuros presagios, o una mentira descarada.

Durante siglos se han dividido las mentiras en tres categorías:
·      La mentira maliciosa,
·      la mentira jocosa, y
·      la mentira necesaria.

1) La primera, es condenable porque busca maliciosamente perjudicar al prójimo de alguna manera.
2) La seunda, es la que se burla del prójimo con el fin de rediculazarla como sería el caso del uso de la mentira en las bromas pesadas, etc.
3) La tercera, clase de mentira es más  compleja y difícli de codenar cuando se trata de usar la mentira necesariamente para salvar la vida a una persona.

Otro asunto es “la mentira piadosa o fraude piadoso” que fue introducido en un periodo temprano en la Iglesia Cristiana, desarrollado como una ciencia y arte por los Romanistas y sublimado lamentablemente por los Jesuitas quienes enseñaban que “la obligación de impulsar el bien de la Iglesia absorbía o rebasaba toda otra obligación”.
Para ellos, no sólo eran legítimos la falsedad y la reserva mental, sino también el perjurio, el robo y el asesinato, si se cometían con el designio de avanzar los intereses de la iglesia.

En resumidas cuentas, la verdad y la mentira están reñidas como Cristo con Belial. Dios no ha mentido jamás antes sea el hombre mentiroso. Y lo es. Todos hemos mentido en alguna ocasión y la mentira son pecado. Por eso debemos acudir a Cristo y confesado nuestros pecados… “porque él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. (1 Juan 1:9).

6.     NO CODICIARÁS:

El décimo mandamiento.
   X
     “No codiciarás”[12]

“No codiciarás* la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo”. (Éx. 20:17) 

*H2530 חָמַד = kjamád: raíz primaria; deleitarse en:- muy amado, amor, codiciable, codiciar, cosa, delicado, delicioso, deseable, Deseado, ser deseado, desear, estimar, preciado, precioso. (Strong).

Codiciarás: Significa deseo o lujuria. No es desear algo equivocado, sino querer obtenerlo a expensas de otros o a causa de la envidia o los celos.

El último mandamiento prohíbe que un individuo codicie lo que pertenece a otro. A diferencia de todos los otros mandamientos, éste se dirige a los sentimientos y pensamientos tales como la envidia o la avaricia.
Si los israelitas iban de disfrutar de una armoniosa relación de pacto con Dios, todo aspecto de sus vidas debía conformarse a su voluntad. La adherencia externa es insuficiente; el ser interno debe ser modelado de conformidad a los principios divinos para la moralidad encontrados en los Diez Mandamientos.

Como Jesús nos recuerda, el interpretar los Mandamientos en el sentido de exigir sólo obediencia externa sería interpretar mal sus propósitos. Mateo 5:17-48 Jesús y la ley (Comp. Lucas 16:17; 12:58, 59; 16:18; 6:27-36).
Esta sección larga trata un solo tema; lo importante es que sus partes no deben interpretarse aisladamente de las demás. El tema es el cumplimiento de la ley por Jesús, lo que se expresa por medio de declaraciones generales (17-20) seguidas de una serie de seis ejemplos contrastando las enseñanzas de Jesús con lo que se aceptaba como la ley del AT. (21-47), terminando con un resumen final (48):
Ø En primer lugar, en los vv. 17-20 Jesús coloca la Ley lado a lado con los Profetas hallando el cumplimiento en él (para entender este sentido de la ley como “profetizando” hasta la llegada de Jesús, cf. Mateo 11:13; y Romanos 10:4; Gálatas 3:24). El cumplir es realizar aquello a que las Escrituras señalan, y eso es lo que él ya ha hecho. Pero el cumplimiento de la ley no significa su abolición; sigue siendo totalmente autoritativa y requiere el respeto total del discípulo (18, 19). Sin embargo, sigue en pie la pregunta de cómo su función para con el discípulo es afectada por su cumplimiento en Jesús. El v. 20 indica que el legalismo meticuloso de los fariseos y los escribas es inadecuado en el contexto nuevo del reino de los cielos.
Hace falta una interpretación superior, y eso es lo que aclaran los vv. 21-47, mostrando cómo la demanda de Jesús sobrepasa las enseñanzas éticas contemporáneas basadas en la ley del AT.
Ø Un segundo punto, lo realiza, no por ser más escrupuloso en las observancias sino por penetrar la verdadera voluntad de Dios entronizada en la ley. Así en los dos primeros ejemplos (21-30) meramente evitando lit. el homicidio y el adulterio no llega a la médula del problema. Subyaciendo estos actos exteriores están las actitudes fundamentales del odio y la lujuria. Donde el corazón no esté limpio, hace falta una acción drástica para corregirlo antes que resulte en pecado abierto.
Ø En tercer lugar (31, 32), una apelación lit. a Deuteronomio 24:1-4 había llevado a sancionar el divorcio con tal de que la certificación correcta se observara, pero Jesús reafirma el propósito original de Dios en cuanto a la permanencia del matrimonio (véase 19:3-12 para una discusión más amplia).
Ø En cuarto lugar (33-37), Jesús descarta la intrincada discusión acerca del peso relativo que tienen diversos juramentos (cf. Mateo 23:16-22) a favor del ideal de una veracidad sencilla, lo que hace que los juramentos y votos sean innecesarios. Aquí, como con el asunto del divorcio, Jesús se niega a permitir que los reglamentos de la ley, que estaban diseñados para controlar la pecaminosidad humana, pudieran tener precedencia sobre la intención original de Dios. Las normas éticas deben edificarse no en las concesiones de la ley, sino en los propósitos positivos de Dios.
Ø En quinto lugar (38-42), el deseo natural de venganza y retribución podría ser justificado convenientemente por los reglamentos del AT., que tenían el diseño original de limitar los alcances de la retribución legal (ojo por ojo, etc.). Pero el extender este principio a la ética personal le da carta magna a los intereses egoístas. Por medio de una serie de ejemplos vívidos (39-42), Jesús, en su lugar, demanda una actitud generosa que no sólo rehúsa al desquite, sino que no resiste, aunque legalmente estuviese permitido. Dicha actitud es la que subordina los derechos personales de uno en beneficio de los de otras personas.
Ø Finalmente (43-47), la inferencia natural de que el mandato del AT., de amar al prójimo conlleva el corolario de odiar a su enemigo es reemplazado por la orden extraordinaria de amar a nuestros enemigos. Nuevamente Jesús sobrepasa con mucho la enseñanza explícita de la ley del AT., y ofrece una ética en contraste agudo con los valores humanos naturales.
Así, en todos estos ejemplos, una observancia superficial de la letra de la ley ha cedido a la búsqueda radical de la verdadera voluntad de Dios. Esto sobrepasa la interpretación lit. De la ley y, en realidad en algunos casos, la deja a un lado, como la autoridad soberana de Jesús (pero yo os digo) revela una escala de valores alternativa radical que el discipulado debe involucrar. Asombroso, pero apropiadamente, queda resumido en el versículo final: Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Con esto el legalismo ha quedado muy atrás, y la ley ha sido “cumplida”.

Concluimos:

Es importante señalar que la base de Los Mandamientos de Dios y la base de la obligación del pueblo residía en el hecho de que Jehová era su Señor y Dios que los había redimido. Estos preceptos se dan a un pueblo salvado para enseñarles cómo andar en el camino de Dios, pero observamos que “casi todos los Mandamientos se hallan expresados en la forma negativa de la prohibición, debido a que presupone la existencia de pecado y de deseos malvados en el corazón del hombre”.

El Señor Jesús resume esta verdad en Mateo 22: 34-40. Los dos mandamientos expuestos por Jesús resumen no sólo Los Diez Mandamientos, sino toda la Ley, y además todo lo que decían los Profetas. Con las dos fuentes se resume el AT., (comp. 11:13; 17:3-8). Dependen (v. 40) traduce un verbo griego (G2910)* que significa se cuelgan”, o se suspenden”. Con este dicho, Jesús prácticamente aprueba el canon del AT. Es probable que él fuera el primero en unir estos dos mandamientos en esta forma para abarcar toda la ley.
____________
* G2910 κρεμάννυμι = kremánnumi: forma prolongado de un verbo primario; colgar, ahorcar:- colgar, depender. (Strong).

___________
Notas y Bibliografía:
[1] tôrah = (תּוירָה, H8451), «ley; dirección; instrucción». Este nombre aparece 220 veces en el Antiguo Testamento hebreo.
En la literatura sapiencial, donde tôrah no aparece con artículo definido, el significado principal de este nombre es «dirección, enseñanza, instrucción»: «La instrucción del sabio es fuente de vida, para apartarse de las trampas de la muerte» (Prov.13:14 rva); también: «Toma, pues, de su boca la instrucción y pon sus dichos en tu corazón» (Job 22:22 rva). El objetivo de la «instrucción» de los sabios de Israel, que tenían a su cargo la instrucción de los jóvenes, era cultivar en ellos el temor del Señor para que pudieran vivir conforme a lo que Dios esperaba de ellos. El sabio era como padre de sus pupilos: «El que guarda la ley es hijo inteligente, pero el que se junta con glotones avergüenza a su padre» (Prov.28:7 lba; cf. 3:1; 4:2; 7:2). El padre natural también instruía a sus hijos en cómo vivir sabiamente, de la misma manera que una mujer temerosa de Dios era ejemplo de «enseñanza» bondadosa: «Abre su boca con sabiduría, y hay enseñanza de bondad en su lengua» (Prov.31:26 rva).
La «instrucción» que Dios dio a Moisés y a los israelitas llegó a conocerse como «la ley» o «la dirección» (ha-tôrah), y muy a menudo como «la ley del Señor»: «¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del Señor!» (Salm.119:1 lba), o «la ley de Dios»: «Esdras leía día tras día en el libro de la Ley de Dios, desde el primero hasta el último día» (Neh.8:18 rva); y también como «la ley de [dada por] Moisés»: «Acordaos de la ley de mi siervo Moisés, a quien encargué en Horeb leyes y decretos para todo Israel» (Malq.4:4 rva). El término puede referirse a toda «la ley»: «él estableció su testimonio en Jacob y puso la ley en Israel. Mandó a nuestros padres que lo hicieran conocer a sus hijos» (Salm.78:5 rva). También puede indicar ciertas leyes en particular: «Esta es la ley que Moisés puso ante los hijos de Israel» (Deut.4:44 rva).
Dios comunicó la «ley» para que Israel pudiera obedecer y vivir: «¿Qué nación hay tan grande que tenga leyes y decretos tan justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?» (Deut.4:8 rva). Se instruye al rey que debe recibir una copia de «la ley» en ocasión de su coronación (Deut.17:18). Los sacerdotes estaban encargados de estudiar y enseñar «la ley», así como la jurisprudencia que se fundamentaba en ella (Jr.18:18). Por causa de la apostasía desenfrenada, en los últimos días de Judá no había sacerdotes docentes (2 Cron.15:3); es más, durante el reinado de Josías «la ley» (fuese esta toda la Torá, un libro entero o solo una parte) se recobró: «Hilcías, dijo al escriba Safán: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. Y dio Hicías el libro a Safán» (2 Cron.34:15).
Los profetas desafiaron a Israel a arrepentirse regresando a la tôrah («instrucción») de Dios (Is.1:10). Jeremías profetizó acerca de la nueva forma de Dios tratar a su pueblo, en términos del nuevo pacto en que su «ley» la asimilaría un pueblo que obedecería a Dios de buena voluntad: «Porque este será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo» (Jr.31:33 rva). El último profeta del Antiguo Testamento recuerda a los sacerdotes sus obligaciones (Malaquías 2) y reta al pueblo de Dios a recordar la «ley» de Moisés en preparación para el Mesías que habría de venir (Malq.4:4).
La Septuaginta ofrece las siguientes traducciones: nomos («ley; regla»); nominos («de acuerdo con la ley»); entole («mandar, mandamiento, orden») y prostagma («orden; mandamiento; mandato; requerimiento»). (VINE)
H8451 תּוֹרָה
1) Instrucción concerniente a situaciones específicas (Deut.17:11; Jr.18:18; Prov.1:8).
2) La ley de Dios:
torát YHVH (2 R.10:31).
3) La ley como código:
torát Moshéh = la ley de Moisés (1 R.2:3). — Posiblemente la palabra תּוֹרָה deriva de la raíz ירה (Ver Hifil de II y III ירה). (Diccionario Hebreo Bíblico)
[2] decálogo. (Del lat. decalŏgus, y este del gr. δεκάλογος). m. Conjunto de los diez mandamientos de la ley de Dios. || 2. Conjunto de normas o consejos que, aunque no sean diez, son básicos para el desarrollo de cualquier actividad. Microsoft® Encarta® 2009.
[3] H3068 יהוה El nombre de Dios, el Tetragrámatos impronunciable. Siguiendo la tradición de Reina y Valera la RVA mantiene su representación como "Jehovah" (habiendo solamente agregado la "h" final que las revisiones omitieron, para representar la ה, la cuarta letra del Tetragrámatos). En el DHB optamos por transliterarlo así: YHVH. (Diccionario Hebreo Bíblico)
[4] cosmovisión. (Calco del al. Weltanschauung). f. Manera de ver e interpretar el mundo. Microsoft® Encarta® 2009.
[5] Brian Edwards es pastor y autor de varios libros, entre ellos “Los diez mandamientos para hoy”.
[6] H6440 פָּנִים
1) Cara (Gn.31:2).
2) Cara, aspecto. — penéi ha-davár = la cara del asunto, es decir, la situación presente (2 Sam.14:20).
3) Superficie, faz (Gn.1:2; 2:6).
4) Fachada, frente, parte frontal (Ex.26:9; 2 Sam.10:9).
5) Presencia, persona. — shulján [léjem] ha-paním = mesa [del pan] de la Presencia (Num.4:7; 2 Sam.17:11).
6) Uso preposicional:
a) mi-paním = por delante (2 Sam.10:9).
b) le-faním = anteriormente, antiguamente, previamente (1 Sam.9:9).
c) mi-le-fanim = desde el principio (Is.41:26).
d) el penéi = al frente de (Lev.9:5).
e) et penéi = para con la presencia de = delante de (Gn.19:13).
f) me-et penéi = [lejos] de la presencia (Gn.27:30).
g) bi-fnéi = delante de (Jos.10:8).
 h) li-fnéi (Ver bajo לִפְנֵי).
i) mi-li-fnéi = de la presencia de (Gn.47:10); A causa de (1 Sam.8:18).
j) mi-penéi = [lejos] de la presencia de (Gn.16:8); Porque (Gn.6:13; Ex.19:18).
k) al penéi = a la vista de, delante de (2 Sam.15:18); Frente a (Gn.23:19); Contra la presencia de, es decir, prefiriendo uno en contra de otro (Deut.21:16). — Const. פְּנֵי; Suf. פָּנָיו, פָּנֵיךָ, פְּנֵיכֶם, פָּנֵימוֹ. (Diccionario Hebreo Bíblico)
 [7] La Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 estableció el derecho de la familia a ser protegida por la sociedad y el estado.
La familia (del latín famīlia) es un grupo de personas formado por individuos que se unen, primordialmente, por relaciones de filiación o de pareja.1 El Diccionario de la Lengua Española la define, entre otras cosas, como un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas2, lo que lleva implícito los conceptos de parentesco y convivencia, aunque existan otros modos, como la adopción. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.3
Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio4 —que, en algunas sociedades, sólo permite la unión entre dos personas mientras que en otras es posible la poligamia—, y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros.
No hay consenso sobre una definición universal de la familia. La familia nuclear, fundada en la unión entre hombre y mujer, es el modelo principal de familia como tal, y la estructura difundida mayormente en la actualidad. Las formas de vida familiar son muy diversas, dependiendo de factores sociales, culturales, económicos y afectivos. La familia, como cualquier institución social, tiende a adaptarse al contexto de una sociedad.5
El Día Internacional de la Familia se celebra el 15 de mayo.6
Se conoce cuando dos personas son familiares cercanos mediante el apellido común. Aunque hay apellidos más comunes como López y otros menos comunes como Nores. Pero en otras ocasiones puede darse la casualidad de que se tengan apellidos comunes y de que no haya un parentesco.
Bibliografía:
1.   Roche, Roberto (2006). Psicología de la pareja y de la familia: análisis y optimización. Barcelona: Universitat Autònoma de Barcelona. p. 9. Consultado el 7 de agosto de 2015.
2.   Real Academia Española (2001). «Familia». www.rae.es. Diccionario de la Lengua Española. Consultado el 7 de agosto de 2015.
3.   «Artículo 16. 3». Asamblea General de las Naciones Unidas. 1948. «La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.» |obra= y |publicación= redundantes (ayuda)
4.   Kathleen Gough dijo que el matrimonio no es una institución universal: entre los nayarde India, una mujer no tiene un esposo fijo: Su madre tiene múltiples compañeros sexuales, aunque sólo uno de ellos tenga reconocimiento como compañero exclusivo de una mujer. El hombre nunca vivía permanentemente con la mujer, puesto que pasaba su vida en casa de las mujeres de su linaje; por otra parte, el lazo entre una mujer y un hombre podía ser roto con la negativa de la mujer a recibir en su casa al hombre. Por su parte, el compañero reconocido de una mujer debía asumir la paternidad de los hijos de ésta, aun cuando fuera de dominio público que el genitor —el padre biológico, según la terminología utilizada en Occidente— fuera otro hombre" (Gough, 1974).
5.   Valdivia Sánchez, Carmen (2008). «La familia: concepto, cambios y nuevos modelos».La Revue du REDIF, vol. 1 pp. 15-22.
6.   Día Internacional de las Familias.
[8] H4687 מִצְוָה
1) Mandato, mandamiento (1 R.2:43). — mitsvát anashím = mandamiento de hombres (Is.29:13).
2) Obligación: ve-heemádnu aléinu mitsvót = nos impusimos la obligación de (Neh.10:33/32). — Const. מִצְוַת; Pl. מִצְוֹת (= מִצְווֹת); Suf. מִצְוׄתָיו. (Diccionario Hebreo Bíblico)
[9]   H7523
רצח QAL:
1) Asesinar (1R. 21:19).
2) El Part. se traduce como "homicida" (Num.35:6). — Perf. רָצַח; Suf. רְצָחוֹ; Impf. תִּרְצַח; Inf. רָצֹח; Part. רֹצֵחַ.
NIFAL: Ser asesinado (Juc.20:4). — Impf. אֵרָצֵחַ; Part. נִרְצָחָה.
PIEL:
1) Asesinar (Os.6:9).
2) El Part. se traduce "homicida" (2 R.6:32). — Impf. יְרַצְּחוּ; Part. מְרַצֵּחַ, מְרַצְּהִים. (Diccionario Hebreo Bíblico)
[10] FORNICACIÓN, FORNICAR, FORNICARIO:
A. Nombres:
1. porneia (πορνεία, G4202) se usa:
(a) de una relación sexual ilícita (Juan 8:41; Hech.15:20; 15:29; 21:25; 1 Cor.5:1; 6:13; 6:18; 2 Cor.12:21; Gal.5:19; Ef.5:3; Col.3:5; 1 Ts.4:3; Ap.2:21; 9:21; en plural en 1 Cor.7:2); en Mateo 5:32 y 19:9 se usa denotando, o incluyendo, adulterio; se distingue de ello en 15:19 y Mr.7:21;
(b) metafóricamente, de la asociación de la idolatría pagana con doctrinas de la fe cristiana, y con la profesada adhesión a ella (Ap.14:8; 17:2; 17:4; 18:3; 19:2); algunos sugieren que este es el sentido en Ap.2:21.
2. pornos (πόρνος, G4205) denota a un hombre que se entrega a la fornicación, fornicario (1 Cor.5:9-10; 5:11; 6:9; Ef.5:5; 1Tim.1:10; Heb.12:16; 13:4; Ap.21:8; 22:15).
Nota: El verbo porneuo, fornicar, se traduce «cometer fornicación» en Ap.2:14. Véase B, Nº 1, a continuación.
B. Verbos:
1. porneuo = (πορνεύω, G4203), cometer fornicación. Se usa:
 (a) literalmente (1 Cor.6:18; 10:8; Ap.2:14; 2:20, véanse (a) y (b) en A, Nº 1);
 (b) metafóricamente (Ap.17:2; 18:3; 18:9).
2. ekporneuo = (ἐκπορνεύω, G1608), forma intensificada del Nº 1 (ek, usado intensivamente), entregarse a la fornicación, implicando una indulgencia excesiva (Jud.1:7).
[11] H1589 גנב = QAL:
1) Robar (Gn.44:8).
2) Engañar (Gn.31:27). — ganáv lev = robar el corazón, es decir, engañar (Gn.31:20). — Perf. גָּנַבְתִּי; Impf. יִגְנְבוּ; Part. גּׄנֵב; Pas. גָּנוּב.
NIFAL: Ser robado (Ex.22:11/12). — Impf. יִגָּנֵב.
PIEL:
Robar, hurtar (Jr.23:30). — En 2 Sam.15:6 se sugiere vocalizar el verbo como en Qal en la expresión va-yenaguév et lev, pudiéndose traducir:
"Así engañaba Absalón a los hombres de Israel." — Impf.vaif. וַיְנָגֵב.  PUAL:
Ser secuestrado, ser robado, ser introducido en secreto (Gn.40:14; Ex.22:6/7; Job 4:12). — Perf. גֻּנַּב, גֻּנַּבְתִּי; Impf. יְגֻנַּב.
HITPAEL:
Introducirse a escondidas (2 Sam.19:4/3). — Impf. וַיִתְגַּנֵּב.
[12] H2530
חמד QAL:
1) Codiciar (Ex.20:17).
2) Amar, desear, hallar placer en algo (Is.1:29; 53:2).
3) Preciar, apreciar (Is.44:9; Job 20:20). — Perf. חָמַד, חֲמַדְתֶּם; Impf. יַחְמד; Part.pas. חָמוּד; Suf. חֲמוּדוֹ; Pl. חֲמֻדוֹת.
NIFAL:
1) Ser agradable (Gn.2:9).
2) Ser codiciable (Gn.3:6). — Part. נֶחְמָד, נֶחְמָדִים.
PIEL:
Desear apasionadamente, agradarse (Cant. 2:3). — Perf. חִמַּדְתִּי.
-          e-Sword-the. LEDD.
-          Biblia de Estudio RYRIE.
-          Biblia Católica LATINOAMERICANA. Edic. 2005.
-          EN LA CALLE RECTA. Artículos. Edic. 2015.
-       Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 2015.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario