Expulsión Del
“Paraíso”, Lucero De La Mañana:
(Ez. 28:11-19; Is. 14:12-17)
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Vino a mí palabra
de Jehová, diciendo:… Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y
dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de
sabiduría, y acabado de hermosura… En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de
toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito,
berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus
tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación…
Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí
estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas… Perfecto eras en todos
tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad… A
causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y
pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las
piedras del fuego, oh querubín protector… Se enalteció tu corazón a causa de tu
hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por
tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti… Con la multitud de
tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario;
yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en
ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran… Todos los que te
conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para
siempre dejarás de ser”.
(Ez.
28:11-19)
I. Expulsión Del “Paraíso”:
Punto 1.
Este lamento
describe el surgimiento y la caída del rey de Tiro, y así el surgimiento y la
caída de la nación estado misma. La descripción recuerda fuertemente a la
narrativa del huerto del Edén.
Sin embargo, no hay un intento de hacer
un paralelo estrecho con el relato de Génesis Como a menudo en Ezequiel, las metáforas son mezcladas libremente,
alteradas y adaptadas como convenga al lenguaje de la profecía.
El lenguaje poético sirve para resaltar el grado de caída que Tiro
experimentó; fue como una expulsión del paraíso.
VV.11-19: El Lamento Al Rey De Tiro Es, En Otras Palabras:
“Tú eras una vez un modelo perfecto de sabiduría y hermosura
(12),
morando en un paraíso, adornada con espléndidas joyas (13, 14),
y
exhibiendo un comportamiento intachable (15).
Pero tus extensas actividades comerciales llevaron a la
opresión.
Tu esplendor te hizo engreída y corrompió tu pensamiento.
Tus muchas prácticas comerciales
deshonestas condujeron a la profanación de los santuarios.
Por tanto, has sido expulsada de tu paraíso y derribada (16-18).
Los que te observan se horrorizan de ti (19)”.
Notas.
V.13:
Las piedras preciosas nombradas aquí han sido tomadas como alusión a las
vestiduras del sumo sacerdote (Éxodo 28:17-20), pero a veces también las
divinidades paganas se vestían con ropaje cubierto de joyas.
El énfasis aquí es simplemente la riqueza
del rey (y de Tiro). VV.14-16: El significado exacto del querubín no es claro,
y depende de qué lectura textual se sigue. O el rey de Tiro fue elevado a la
posición de un querubín, o se le designó aun querubín como guardián. Ambas
traducciones señalan hacia su elevada posición.
Las piedras de fuego posiblemente son
una referencia a las piedras preciosas mencionadas en el v. 13. Alternativa-mente,
puede ser una descripción de algún rasgo brillante o resplandeciente hallado en
el monte de Dios.
V.15
Perfecto:
nuevamente una alusión al relato de Edén. V.18, v.19 Aquí el tema cambia del
rey a la ciudad de Tiro. (Comentario Mundo Hispano).
Punto 2.
Ez.28:11-19:
Esta
endecha parece una burla (véase la nota a 19.1-14) dirigida al rey de Tiro (v.
12).
Muchos ven en este pasaje (y en Is. 14)
la caída de Satanás, punto de vista compartido por varios padres de la Iglesia
en la segunda mitad del siglo IV d.C. Tal interpretación se ve reforzada por
las palabras de vv. 16, 17, pero no toma en cuenta del todo el contexto.
La caída del rey de Tiro puede reflejar
la caída de Adán, el primer rey, así como la caída de cualquier individuo
presuntuoso.
Lo mismo sucede con la caída de Satanás,
porque la caída de cualquier persona presuntuosa refleja la de aquél que
personifica como nadie el orgullo.
Como Adán y como Satanás antes de su
caída, el rey de Tiro pertenecía a Dios como una criatura creada perfecta (tú
eras el sello de la perfección, véase Gn. 1; 2 R.27:31). Su destino era llevar
a cabo los planes de Dios y se le situó en Edén (2 R.5:13), en la presencia de
Dios.
A diferencia de Adán, quien estaba
desnudo (Gn.2:25), el rey de Tiro se hallaba vestido de toda piedra preciosa,
para resaltar su belleza y gloria (véase Ex.28:17-20, donde se habla de las
piedras preciosas que adornaban el pectoral del sumo sacerdote).
Los vv. 14, 15 parecen constituir la más
fuerte evidencia de que este texto se refiere a la caída de Satanás.
Querubín grande, protector indica una
alta posición, con responsabilidad y autoridad para proteger y defender (protector)
el santo monte de Dios, una alusión al trono divino.
La elevada posición, y el lugar
específico que le correspondía a Lucifer antes de su caída, le ofrecían una
oportunidad única para glorificar a Dios. (Algunos ven en el v. 13 una
referencia a que su función celestial era dirigir los coros cuyas voces alaban
al Altísimo). Su caída fue ocasionada por el intento de apropiarse de esta
gloria (véase Is.14:12-17).
El pecado del rey de Tiro consistió en
que a causa de la multitud de sus contrataciones se llenó de iniquidad... por
lo que fue echado del monte de Dios (Is.5:16). (Comentario Biblia Plenitud
Pentecos).
Punto 3.
VV.11-19:
Después de la caída del rey de Tiro,
vemos ahora predicho el duelo que se va a hacer por él.
1. Gran parte de
los exegetas modernos, especialmente judíos y catolicoromanos, aplican esta
porción al rey de Tiro Etbaal, Itobal o Itobaal.
Asensio viene a terminar su comentario
sobre esta porción del modo siguiente. “En este ambiente de gloria y perfección, recogido en
cuadro bíblico con reflejos de la mitología cananea-fenicia, vivió feliz y
seguro el rey-personificación de Tiro, hasta que la iniquidad, orgullo e
injusticia en su vida de comercio, hizo presa en él”. El rabino
Fisch interpreta el pasaje de manera similar, aunque sin acudir a “reflejos de
mitología”. Sobre el versículo 15 dice: “Perfecto eras. Antes de que sus vastas riquezas le llenasen de orgullo
y ambición, no se podía hallar ninguna falta en su conducta”.
2. Sin embargo, la voz unánime de los
exegetas antiguos y la de los más expertos evangélicos modernos, ha visto, tras
la figura del rey de Tiro, otra figura todavía más siniestra. La del propio
diablo.
Dice Ryrie: “Esta sección (vv.11-19), con sus
referencias sobrehumanas, claramente describe a uno diferente del gobernante
humano de Tiro; a saber, Satanás”.
Feinberg, por su parte, comenta: “Según
tenía a la vista (Ezequiel) los pensamientos y los caminos de aquel monarca (el
de Tiro), claramente discernió detrás de él la fuerza motivadora y la
personalidad que le impedía en su oposición contra Dios. En una palabra, vio la
obra y la actitud de Satanás, a quien el rey de Tiro emulaba en tantos
aspectos”.
Y la tan mencionada y prestigiosa obra Seach the Scriptures, al comienzo del estudio
de los capítulos 27 y 28, dice: “Los términos usados con referencia a él (el rey de Tiro),
especialmente en los versículos 11-19, son tales que la figura del gobernante
humano parece fusionarse con la del propio Satanás, el originador de los
pecados de los que Tiro era culpable”.
3. Extrañamente,
nuestro M. Henry no ha aceptado a ver aquí,
en forma alguna, a Satanás, y llega a explicar el “perfecto eras” del versículo 15 del modo
siguiente: “Perfecto eras en todos tus caminos;
prosperabas en todos tus negocios y todo marchaba bien contigo” (¡!).
Téngase en cuenta que el vocablo hebreo tamin, que aquí usa el texto sagrado, es
el mismo de Job 1:1, entre otros lugares, y su significación literal es “íntegro”,
“cabal”, “irreprochable”, algo que Dios mismo (Job 1:8) atribuye a
Job en presencia de Satanás. ¿Podrá decirse que el rey de Tiro era alguien tan
cabal como Job, por ejemplo, antes de que el orgullo le ganase el corazón.
4. Todas las
expresiones de estos versículos 11-19 tienen sentido si detrás de la figura del
rey de Tiro vemos la figura siniestra del propio Satanás, y ninguna tiene
sentido si no acertamos a ver al diablo.
Por otra parte, los autores sagrados
evitan cuidadosamente los elementos mitológicos, especialmente en sus
profecías.
Veamos
algunos detalles:
4.1. En el versículo
12b: “Tú el
que sella perfección” (lit), expresión que designa su belleza
perfecta, física y mental, según lo explica el contexto posterior en el mismo
versículo 12: “lleno de sabiduría y acabado en hermosura”.
¡Demasiada
adulación a un rey como el de Tiro!
4.2. En el versículo
13: “En
Edén, en el huerto de Dios estuviste”. Si, allí estuvo Satanás, para
desgracia de toda la familia humana. Contra la opinión de que en el Próximo
Oriente el rey era como la personificación del primer hombre, dice Feinberg: “Ninguna
prueba se nota da, con base en la Escritura, de esta posición, y no está
justificada aquí. La descripción supera con mucho lo que se nos induce a creer
con respecto a Adán en el Edén”.
4.3. En el versículo
14: “Tú eras
el ungido querubín (compare con v.16, donde se repite) que cubre”
(lit.).
Dice el propio Fisch: “El rey de Tiro
es comparado a un querube, porque los querubines en el Tabernáculo y en el
Templo de Salomón extendían sus alas por encima del Arca, y simbolizaban
protección”.
Y en la Ryrie Study Bible leemos: “Satanás había ocupado un lugar especial de prominencia en
guardar el trono de Dios (compare
Éx.25:20)”.
¿Estaba Satanás, ante de su caída, encargado de velar por la gloria de Dios en
todo nuestro actual sistema solar?
Esto arrojaría mucha luz sobre algunas referencias
Novo testamentarias a él. La etimología de kerub es asiria, no hebrea, y comporta la idea de “fuerza
protectora” (compare con Gn.3:24), con lo que el papel de querubín es muy
distinto del papel del serafín (de saraph,
arder). Esto explica la posición de prominencia de Satanás antes de su caída
(un “superprotector”,
de lo más alto de la nobleza angélica), y que llegase a ambicionar el Trono de
Dios (si se admiten, en este sentido, las referencias de Is.14:12-14),
faltándole el “ardor”
del serafín, que le habría mantenido en la humildad y el amor de
Dios.
4.4. En los versículos 14b y 16b se hace
mención del monte de Dios, no la mitológica “montaña de los dioses” (Asensio),
si no en conformidad con 20:40, el monte donde resplandece de modo especial la
presencia de Dios. En Ezequiel 20.40, el monte de Dios es el monte Sión, como
es claro por el contexto, pero en 28:14, 16 no puede referirse al monte Sión.
Sólo queda interpretarlo como el lugar donde asienta el Trono de Dios en el
cielo.
Y, como allí no puede habitar ninguna cosa inmunda e
impura, tan pronto como el pecado entró en Satanás, esto tuvo que ser arrojado
del monte de Dios (v.16.
El v.17 nos dice cuál fue ese pecado: el
orgullo; compare con 1 Tim.3:6; Is.14:13,
14).
4.5. Ya en el versículo 17, y sobre todo,
en los versículos 18 y 19, vuelve poco a poco la figura terrena, humana, del
rey de Tiro, sin perder del todo los rasgos de Satanás.
Dice Ryrie: “El juicio
de Satanás, anunciado en estos versículos, no se consumará hasta que sea
arrojado para siempre al lago de fuego (Ap.20:10)”. Personalmente
opino -nota del traductor- que estos
versículos, especialmente el 18 y el 19, se aplican, en primera línea. Al rey
de Tiro, incluso la última frase, que dice literalmente “y nada de ti para siempre”. (Fuente:
Francisco LACUEVA. Comentario Bíblico de MATTHEW, Henry. Págs. 928-929).
II. Lucero
De La Mañana:
LA CAÍDA DEL LUCERO DE LA MAÑANA:
(Is. 14:12-17)
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado
fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones… Tú que decías en tu
corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré
mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;…
sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo… Mas tú
derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo… Se inclinarán hacia ti
los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía
temblar la tierra, que trastornaba los reinos;… que puso el mundo como un
desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?”.
(Is.
14:12-17)
Is.14:12-14: Lucero, Ángeles. Satanás fue un ángel
llamado Lucero* o Lucifer, que enamorado de su propia belleza, cayó en el
orgullo y en una sobrestimación de sí mismo. Su rebelión se manifiesta en cinco
acciones dirigidas contra Dios (vv. 13, 14).
NOTA: V.12: ¡oh Lucero,
hijo de la mañana! Lit., el que resplandece, evidentemente es una
referencia a Satanás, debido a la descripción similar hecha por Cristo
(Lc.10.18) y porque las expresiones de Is.14:13-14 estarían fuera de lugar en
labios de cualquier otro ser excepto Satanás (compare 1 Tim.3:6). Debilitabas a
las naciones. Compare Ap.20:3).
Etimología:
*H1966
הֵילֵל = jeilél: de H1984 (en
sentido de brillantez); lucero de la mañana:- lucero. (Strong).
En cinco frases declara que tomará el
lugar del Altísimo. Pero los vv. 15-20 revelan que a Dios pertenece la última palabra,
al responder el Altísimo de la siguiente forma: «Satanás tú:
1) serás echado al infierno;
2) te contemplarán (es decir, harán un
espectáculo contigo);
3) hablarán de ti (es decir, se mofarán y
te maldecirán);
4) serás echado de tu sepulcro como
cadáver, y
5) Estarás solo».
La «última
palabra» de Dios sobre Satanás aún es aplicable a cualquier reto que intente
contra el pueblo de Dios. (Jud.1:9; Lc.16:22).
Is.14:12-21:
Lucero, hijo de la mañana: Estos versículos tienen también una doble significación.
Todavía forman parte del proverbio pronunciado contra el rey de Babilonia. El
lenguaje, sin embargo, muestra que éste es un prototipo de Satanás. El pecado
fundamental de Lucero (o Lucifer) fue su ilimitada ambición, su deseo de ser
igual o estar por encima del Altísimo.
Con referencia a Satanás, es mejor no
intentar explorar cada detalle sino tratar de comprender su simbolismo (véase
la nota a Ez.28:11-19).
NOTA: VV.13-14: El pecado de Satanás es descrito por
medio de cinco frases que subrayan la primera persona singular:
1) Subiré al
cielo.
Satanás desea ocupar el mismo lugar de habitación que Dios ocupa.
2) Junto a las
estrellas.
Desea elevar su trono por encima del de Dios y gobernar a todas las criaturas
angelicales.
3) Me sentaré, a
los lados del norte. En
la literatura pagana, se refiere al lugar de los dioses; de modo que Satanás
ambicionaba gobernar el universo (monte del testimonio) como el consejero de
los dioses babilónicos supuestamente hacían.
4) Quería la gloria
que sólo pertenece a Dios (sobre las alturas de las nubes subiré, véanse 19:1;
Éx.16:10), y
5) Su meta final
era ser semejante al Altísimo (heb., Elyon; véase Gn.14:18).
En
vv. 13-15 el tiempo futuro se usa en cinco ocasiones.
La caída de Satanás se debió a dos cosas:
· el orgullo
que lo condujo a querer suplantar el reino de Dios por el suyo, y
· la autosuficiencia
que lo hizo intentar independizarse del Altísimo.
___________
Bibliografía:
-e-Sword-the.
LEDD.
-Biblia
de Estudio RYRIE.
-Por:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 15//06//2016.
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