miércoles, 22 de junio de 2016

Parte III: VERDADERO CONFLICTO ESPIRITUAL:

Parte III:
VERDADERO CONFLICTO ESPIRITUAL:

Por: Pastor. Carlos Ramírez Jiménez:

III
LA LUCHA CONTRA EL DIABLO Y SUS DEMONIOS:

Nuestro Señor Jesucristo
“Fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo” (Mt.4:1). No se dice que fue llevado para atacar al diablo, sino que ÉL, por medio de la Palabra de Dios, resistió a Satanás. Durante su ministerio Cristo, por medio de su Palabra, echó fuera a los demonios que se opusieron a ÉL, o que le fueron presentados”. (Mt.8:16).



Mt. 4:1: Υότε1   Tote G5119  Entonces  ‹  2 ησος3 ›   ho Iêsous G3588 G2424  Jesús  →  fue  νήχθη4   anêchthê G321  llevado  π8   hypo G5259  por  το9   tou G3588  el  Ρνεύματος10   Pneumatos G4151  Espíritu  ‹  ες5 τν6 ›   eis tên G1519 G3588  al  ρημον7   erêmon G2048  desierto,  →  para  →  ser  πειρασθναι11   peirasthênai G3985  tentado  π12   hypo G5259  por  το13   tou G3588  el  διαβόλου14   diabolou G1228  diablo. (Interlineal RV1960).
Diablo: G1228 διάβολος = diábolos: de G1225; calumniador; específicamente *Satanás [Compare H7854]:- calumniador, diablo. *Satanás: H7854 שָׂטָן = satán: de H7853; oponente, opositor; especialmente (con el art. prefijo) Satán, Satanás, el archienemigo de lo bueno:- adversario, enemigo, Satanás. (Strong).

Mateo, en este pasaje, introduce por primera vez a uno de los personajes más destacados y más activos en su Evangelio, y lo hace con tres nombres o términos descriptivos:
·         el diablo (v. 1),
·         el tentador (v. 3), y
·         Satanás (v. 10).

Estos tres términos se usan indistintamente en referencia a la misma persona.

Mt. 8:16: δ2   de G1161  Y  →  cuando  γενομένης3   genomenês G1096  llegó  →  la  ψίας1   opsias G3798  noche,  προσήνεγκαν4   prosênenkan G4374  trajeron  →  a  ατ5   autô G846  él  πολλούς7   pollous G4183  muchos  δαιμονιζομένους6   daimonizomenous G1139  endemoniados;  κα8   kai G2532  y  →  con  →  la  λόγ12   logô G3056  palabra  ξέβαλε9   exebale G1544  echó  ←  fuera  ► 11  a  τ10   ta G3588  los  πνεύματα11   pneumata G4151  demonios,  κα13   kai G2532  y  θεράπευσεν18   etherapeusen G2323  sanó  →  a  πάντας14   pantas G3956  todos  τος15   tous G3588  los  ‹  κακς16 χοντας17 ›   kakôs echontas G2560 G2192  enfermos.
Atormentado: G1139 δαιμονίζομαι = daimonízomai: voz media de G1142; ser ejercido por un demonio:- atormentado, demonio, endemoniado.
Demonio: G4151 πνεμα = pneúma: de G4154; corriente de aire, i. e. respiración (soplo) o brisa; por analogía o figurativamente un espíritu, i. e. (humano) el alma racional, (por implicación) principio vital, mentalmente disposición, etc., o (sobrehumano) ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu Santo:- aliento, espíritu, espiritual, viento. Compare G5590. (Strong).

El ministerio de Jesús era muy intenso. Aún de noche seguía atendiendo a la gente. El v. 16 describe gran número de personas que venían en busca de socorro. No se menciona un solo caso de enfermedad que no haya podido, o que no haya querido, sanar. El término “endemoniado” (v. 16)  G1139) en su forma verbal, se encuentra trece veces en el NT., de las cuales siete están en Mateo. Significa estar posesionado o afligido por uno o más demonios. Los demonios son ministros del diablo, que es Satanás. Esta condición era muy común en el tiempo de Jesús. Se ha manifestado con más o menos frecuencia a través de los siglos.
Actualmente los demonios son una realidad activa y están en pleno auge en muchas partes del mundo, y especialmente en América Latina. Sin embargo, están sujetos al poder de Cristo: con su palabra echó fuera a los espíritus (malos) (v. 16b). Pueden afligir a los creyentes, pero nunca posesionarse de ellos.
Hasta en su Segunda Venida nuestro Señor Jesús no tomará la iniciativa en atacar a Satanás y a sus huestes (Ap.19:11-21).

El Señor dio autoridad a sus doce discípulos para echar fuera demonios (Mt.10:1). No leemos, ni antes o después de la muerte del Señor, que ellos buscaron a los demonios a fin de atacarlos, sino que respondieron cuando un endemoniado se les presentó. El famoso pasaje en Efesios 6:10-18 dice la misma cosa.
       
Hagamos Un Analices a Estas Citas Bíblicas vv.10-18:
Con la expresión por lo demás (v. 10) Pablo señala que está llegando a la conclusión y al clímax de la epístola. Antes de terminarla quiere llamar la atención de sus lectores al peligro que asecha a la iglesia de Cristo y a cada uno de ellos como creyentes. Para esto se basa en la obra maravillosa de Dios que abarca la eternidad pasada y se extiende a la eternidad futura. Toma en cuenta la obra redentora de Cristo en favor del hombre pecador, incluyendo hasta los gentiles. No ignora la presencia y el poder del Espíritu Santo operando en los creyentes en una vida cambiada. Incluye la unidad de la iglesia en medio de la diversidad de los que la componen, y recuerda la vida radicalmente diferente de los creyentes. Ahora, alerta a esta iglesia y a los creyentes a tomar medidas preparatorias y preventivas para defenderse en la lucha contra el adversario que se opone a todo lo que Dios ha hecho en Cristo y su iglesia desde antes del comienzo del tiempo.

Pablo llama a los creyentes a fortificarse en dos sentidos:
·         primero en el Señor, y
·         luego en el poder de su fuerza (v. 10).
A pesar de la perfecta salvación del creyente, la preciosa unidad de la iglesia y la bella armonía de la familia, todos estos estarán siempre expuestos a las amenazas del maligno y en peligro de un combate mortal. Requiere preparación para confrontar al enemigo y poder para resistir sus asaltos. Tanto el creyente como la iglesia serán el blanco constante de los ataques de Satanás. Para estar preparado para esta eventualidad inminente el cristiano necesita una defensa adecuada y una fuente de fuerza confiable.
Pablo los urge diciendo: Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza (v. 10). Esto significa robustecerse en Cristo y tomar su energía de él. Es decir que el creyente debe hacerse fuerte en Cristo, porque aparte de él no tiene fuerza. La fuente de nuestro poder es el Señor mismo. Para estar debidamente preparados para el combate con Satanás, los creyentes tienen que escudarse en el Señor como fortaleza segura y depender de él como la fuente única de fuerza. Pablo usa una variedad de palabras con casi el mismo significado pero con suficiente diferencia para dar más énfasis a lo que quiere decir. En el v. 10 hallamos la forma verbal fortaleceos (ponerse en forma espiritual), el sustantivo poder (aquel poder inherente y activo en Dios) y también fuerza (la habilidad de Dios de actuar). Combinados en esta declaración enfatizan que el cristiano debe depender absolutamente de Dios y su poder. La primera necesidad para la contienda es el poder que proviene de Dios.

Otra parte de la fórmula para ser vencedores como soldados cristianos es la vestidura apropiada. De igual manera que Dios es la fuente de poder para el cristiano en la contienda contra Satanás, él ha provisto la armadura necesaria. Pablo instruye a los creyentes:
Vestíos de toda la armadura de Dios (v. 11a). El cristiano debe estar preparado en todo tiempo. Al decir vestíos Pablo implica que el creyente debe vestirse de una vez y luego mantenerse siempre preparado. Toda la armadura de Dios significa la armadura completa de Dios. No es un armamento ordinario porque es de Dios; ni es opcional, porque cada pieza complementa a la otra y cumple una función importante. Será descrita en más detalle en los vv. 13-17.

Mientras tanto, Pablo explica la razón de este estado de preparación: Para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo (v. 11b). Hay un enemigo formidable, identificado aquí como el diablo, el acusador o calumniador que siempre está en pie de guerra, agitando y molestando. El diablo es identificado en la Biblia como Satanás, el detractor o adversario. No hay cómo evitarlo. Hacer frente significa aquella actitud de preparación constante que el soldado mantiene para estar firme frente al enemigo para resistirlo. Este enemigo es sutil y astuto; sabe usar muchos métodos para enredar a los creyentes y derrotar a la iglesia. La palabra intrigas (*methodéia  G3180) significa engaño o decepción. Al cristiano le compete estar siempre preparado y listo para hacer frente al diablo, contando con el poder del Señor y vestido con la armadura que Dios provee. *Artimaña: G3180 μεθοδεία = medsodeía: de un compuesto de G3326 y G3593 [Compare «método»]; viajar sobre, i. e. parodia (trucos):- artimaña (de error), asechanza.
El conflicto (guerra) que hace el diablo no es una guerra convencional, sino es una lucha subversiva en terrenos tramposos con tácticas cada vez novedosas. Pablo explica esto en el v. 12a: Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne. La palabra lucha (pále  G3823) aparece solamente aquí en el NT., y significa un tipo de combate cuerpo a cuerpo que no termina hasta que uno de los combatientes esté vencido o herido mortalmente.
En este caso, el asaltante no es un adversario humano que se pude ver y sentir, ni físico como la carne propia del creyente que por su cuenta le da suficientes problemas. Además, no es un sólo combatiente, son muchos. Pablo los describe como principados... autoridades... gobernantes de estas tinieblas... espíritus de maldad en lugares celestiales. Como que un enemigo físico y humano no fuese suficiente, esta lucha monta un ejército asombroso de enemigos contra el creyente y contra la iglesia. Esta lista repite algunas fuerzas mencionadas en 2:2 con adiciones y alude a las tinieblas mencionadas en 5:8 y 11.

Pablo describe un reino espiritual organizado y operando en una esfera aparte del mundo natural que el cristiano conoce y en el cual se desarrolla la iglesia. Los términos usados para describir esta esfera y sus huestes implican una jerarquía antagonista bien organizada. Cada término está precedido por la palabra contra, dando a entender que cada uno representa una categoría de actividad demoníaca o nivel de autoridad diferente. Estas no son clases diferentes de enemigos, sino fuerzas contra Dios y su pueblo. Son las fuerzas bajo el control de su jefe, Satanás, estructurado de tal modo que cada categoría describe diferentes aspectos de una estrategia global, como rango, autoridad, control y estación de batalla:

·         *Principado (arcé  G746) es la jurisdicción de un príncipe, que aquí incluye a Satanás y todos sus subalternos. *Principado: G746 ρχή = arjé: de G756; (propiamente abstractamente) iniciación, o (concretamente) jefe (en varias aplicaciones de orden, tiempo, lugar o rango):- dignidad, dominio, gobernante, magistrado, poder, primero, primeramente, principado, principio, punta, rudimento.
·         Las **autoridades (exousía  G1849) son potencias que tienen poder e influencia sobre alguna jurisdicción específica. **Autoridades: G1849 ξουσία = exousía: de G1832 (en el sentido de capacidad); privilegio, i. e. (subj.) fuerza, capacidad, competencia, libertad, u (objetivamente) maestría (concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada:- autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad. (Strong).
·         El tercer rango son los ***gobernantes de estas tinieblas, los dominadores del mundo de las tinieblas o los poderes cósmicos de las tinieblas que gobiernan en este mundo pecador. Estos serán aquellos demonios que se han infiltrado en muchos sistemas políticos y humanistas aun de nuestro tiempo que pretenden dominar el sistema mundial y consolidarlo bajo un solo y nuevo orden sociopolítico. Ejemplo de esto es el movimiento contemporáneo de la Nueva Era. ***Gobernadores: G2888 κοσμοκράτωρ = kosmokrátor: de G2889; y G2902; gobernador del mundo, epíteto de Satanás:- gobernador.
·         La cuarta categoría se compone de los espíritus de maldad en lugares celestiales. Estos son las hordas de espíritus malignos que habitan y actúan en el mundo invisible. Lugares celestiales no es sinónimo aquí con el cielo, sino representa aquella esfera o mundo espiritual que trasciende lo físico y temporal. Con mayor razón tenemos que tener cuidado y estar prevenidos los cristianos que estamos gozándonos de toda bendición espiritual en los lugares celestiales (1:3b). Las huestes antagónicas y diabólicas han invadido la esfera donde se desarrolla la vida espiritual del creyente y donde habita la iglesia universal e invisible de Cristo, y están librando un combate tenaz contra nosotros, la iglesia.

Debidamente armados y vigilantes para el combate, 6:13-18. En vista de tal realidad, Pablo ordena a la iglesia en general y a los creyentes en particular que tomen toda la armadura de Dios (v. 13a). Es un mandato de tomar las armas que Dios nos ha provisto para defendernos. Nuestro Dios no nos ha olvidado ni abandonado. Él ha provisto precisamente el armamento completo y adecuado para nuestra defensa y el creyente tiene que emplear cada pieza, sin faltar ninguna.
Nótese: que entre el armamento la mayoría es de carácter defensivo y solamente hay una que se puede calificar como ofensiva. Y ésta se emplea también para la protección y no sólo para la agresión. En esta armadura el cristiano tiene todo lo que necesita para cuidarse contra el diablo y resistirlo.
Pablo explica que la razón de esta armadura es para que podáis resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes (v. 13b). Aquí hay dos deberes del cristiano debidamente armado: Resistir los asaltos diabólicos y permanecer firmes.

El día malo representa las veces cuando parece que hay más tentaciones, pruebas y crisis espirituales que en cualquier otro tiempo, cuando Satanás parece atacarnos con más furia. Son ocasiones como estas cuando hay que resistir con más diligencia. Pablo agrega que habiendo logrado éxito en tales ocasiones, venciendo a los asaltantes, hay que mantenerse siempre en pie, alertas y preparados (quedar firmes). El cristiano vencedor nunca baja la guardia porque en el momento menos esperado el enemigo vuelve. Nunca nos deja en paz, aunque cada victoria sobre él lo deja debilitado. La victoria no está en el haber resistido al diablo una vez, sino en permanecer firmes contra cualquier otra eventual agresión.

Pablo instruye a los cristianos acerca de cómo vestirse para permanecer firmes ante el enemigo y sus huestes. El estado de preparación que él describe requiere que el creyente esté debidamente uniformado y equipado. Hay seis partes que se debe poner o tomar para estar preparado, que son:
ü  el cinturón,
ü  la coraza,
ü  el calzado,
ü  el escudo,
ü  el casco, y
ü  la espada.

Cada parte cumple con una función estratégica en la protección del soldado. El apóstol Pablo estuvo muy familiarizado con la vestimenta y armadura de un soldado romano porque estaba vigilado día y noche por soldados que tomaron turno para guardarlo. Cada prenda o pieza que Pablo menciona la usa como figura dándole un significado espiritual:

1)    Ceñidos con el cinturón de la verdad (v. 14a) alude al hecho de fajarse bien con un cinto ancho de cuero que servía para ajustar la túnica, proteger la parte posterior del cuerpo (los lomos) y sostener la vaina que portaba la espada.
El cinturón también dejaba libres las manos para otras cosas. Verdad aquí representa la sinceridad o integridad con que vive el cristiano. También podrá significar la fe del creyente en Cristo quien es la verdad (Jn.14:6) y la verdad de la Palabra de Dios (Jn.17:17) en el creyente que le protegen contra cualquier mentira o engaño que el diablo intente usar en su contra.

2)     Después del cinturón el soldado cristiano se pone la coraza de justicia (v. 14b). La coraza era la armadura que protegía el busto y fue hecha de cuero, metal o madera.
Cubría el pecho y a veces la espalda donde se encuentran el corazón y otras partes vitales del cuerpo. En este contexto, la coraza es la justicia perfecta de Dios en Cristo Jesús que protege al cristiano al haberlo justificado de sus pecados; ya no hay ninguna condenación contra él (Rom.8:1; Rom.8:33-34). Cuando venga el calumniador con sus acusaciones, la coraza de justicia es la defensa del creyente (Rom.3:24; Rom.5:1, Rom.5:9). La justicia de Dios como una coraza cubre y protege las áreas vitales de la vida espiritual del creyente.

3)      Un soldado tenía que tener libertad para moverse.
Por esto los pies tenían que estar bien calzados. En el caso de los soldados romanos, generalmente llevaban puestas sandalias con suelas de cuero grueso y correas que se amarraban alrededor de los tobillos. Estas facilitaban el movimiento rápido y la agilidad, además de proteger los pies. El calzado del creyente es la preparación para proclamar el evangelio de paz (v. 15). Los cristianos tienen que estar preparados con el evangelio de paz y prestos para anunciarlo. La paz interior que viene de conocer a Cristo y estar reconciliados con Dios produce en los creyentes el deseo de llevarla a los que no la tienen. El calzado es la prenda misionera de los cristianos y bien podría representar la verdadera ofensiva de esta contienda contra Satanás.

4)     Pablo introduce la próxima parte: y sobre todo que puede entenderse “además de todo esto”. El resto de la armadura sin la parte que ahora menciona no sería eficaz. El escudo, generalmente hecho de madera cubierta de cuero, era grande y liviano para maniobrarlo fácilmente.
Servía para interceptar y apagar los dardos cubiertos de una sustancia inflamable y evitar ser alcanzados por ellos. Era necesario en el combate. De esta misma manera, el escudo de la fe sirve al creyente cuando arrecia la batalla y el enemigo comienza a asaltarlo con armas destructivas. Los dardos de fuego fueron usados para incendiar las puertas y los edificios, y aun la ropa de las personas. El maligno es cruel y pertinaz en su asalto contra el cristiano y procura destruirlo de cualquier modo. El escudo de la fe es una confianza absoluta en Cristo, nuestro adalid. Es el único armamento indicado para la defensa en tales asaltos.

5)     Concluyendo la lista Pablo advierte: Tomad también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios (v. 17).
Ø  El uniforme sería incompleto sin el casco que protege la cabeza, y el armamento insuficiente sin la espada. Con la cabeza descubierta el soldado es vulnerable a los golpes que le propina el enemigo. Pablo urge al creyente a aceptar y llevar puesta la salvación como un casco protector. Hay que confiar en la gracia salvadora de Cristo y no dudarla. El que duda de su salvación o se siente incierto de ella será como un soldado que no ha llevado su casco, expuesto a los golpes que da el diablo. El casco era hecho de algún metal que podría resistir y amortiguar los golpes. La salvación que tiene el creyente en Cristo es una protección que puede resistir los golpes de duda e incertidumbre del adversario.

6)      La única arma ofensiva que Pablo menciona es la espada, pero ésta basta.
Las espadas empleadas por los soldados romanos estaban hechas de metales templados y afilados, fuertes y cortantes. Pablo compara la Palabra de Dios con una espada, pero no es una espada común y corriente. Es la espada que el Espíritu suministra al creyente. La Palabra de Dios en las manos del creyente es el arma que el Espíritu le ha dado para ser usada como una espada filosa cuando es atacado por el diablo. Ante ella Satanás huye como hizo cuando Jesús usaba la Palabra de Dios durante las tentaciones en el desierto (Mt.4:1-11). Tres veces dijo Jesús escrito está. La Biblia es la única arma ofensiva que necesitan el cristiano y la iglesia para hacer correr a Satanás y sus huestes. No necesitamos otro libro, ni argumentos humanos, ni ideas brillantes; solamente la Biblia, la Palabra autoritativa de Dios. A la vez, la Biblia es un arma defensiva, porque en ella hay una reserva inagotable de consejos y consuelos para sostenernos en el calor de la batalla. Para ser eficaz en cualquier situación, tiene que ser tomada y usada por el creyente.

La Arma Letal De Todo Cristiano La Oración:

Todavía falta algo más, la oración. Hay dos cosas necesarias en esta batalla espiritual:
Ø  el armamento apropiado, y
Ø  la oración.
El soldado, por más que esté equipado y entrenado, si no se mantiene en contacto con su comandante no va a poder luchar bien. La oración es el medio de comunicación del cristiano con su alto comandante, Dios. Por ella recibimos dirección y consejos, y por ella comunicamos necesidades y problemas. Pablo señala dos características de esta comunicación espiritual. Primero dice: Orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego (v. 18a). Esta manera enfática de Pablo acentúa la importancia de la oración. En todo tiempo en el Espíritu significa constantemente y en cualquier circunstancia con la ayuda del Espíritu Santo. Hay veces en que es difícil orar o no sabemos exactamente cómo orar o para qué pedir. El Espíritu interviene y nos ayuda. Pablo emplea dos términos casi sinónimos aquí, pero uno, oración, es más general, mientras el otro, ruego, es más específico como petición.

Otra característica de la oración se expresa con las palabras: vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos (v. 18b). Esto describe la constancia e intensidad de la oración. Vigilar implica mantenerse atento y no descuidarse. Cuando las cosas van bien es fácil descuidar la oración, pero cuando arrecia la batalla, todos oran. El objeto de esta oración no es uno mismo en su pequeña estación de batalla, sino todos los santos que están ocupando sus puestos fielmente y necesitan el apoyo de la oración intercesora para que no haya brecha en la línea de defensa. Ningún soldado batalla a solas, hay otros compañeros cercanos y lejanos, algunos conocidos y muchos desconocidos, pero todos necesitan de las oraciones de sus hermanos.
Con la excepción de la Espada del Espíritu, y posiblemente, la oración, todo el armamento mencionado es defensivo. El propósito de la lucha es “resistir en el día malo y habiendo acabado todo,  estar firmes” (versículo 13). Creo, entonces, que nos toca resistir al diablo y no atacarlo.
El ataque diabólico contra Jesús no fue constante. Después de la tentación en el desierto, Satanás “se apartó de ÉL por un tiempo” (Lc.4:14). No leemos de otros intentos diabólicos contra Cristo hasta que Pedro se hizo portavoz de Satanás en su esfuerzo de desviar al Señor de la cruz (Mt.16:22,23). Después el diablo no reapareció hasta unos días antes de la crucifixión, cuando entró en Judas Iscariote (Lc.22:3), procuró promover la caída de Pedro (Lc.22:31), y por fin, después de la última cena, se acercó a Cristo mismo (Jn.14:30).
Se podría objetar que en parte mi argumento se basa en el silencio, pero entonces contentaría que no hay un solo texto en la Biblia que dé la impresión de que los ataques diabólicos son seguidos. A veces sospecho que aquellos que tanto hablan de ataques diabólicos no saben lo que realmente son, porque un ataque diabólico es algo pavoroso.
Ninguno de los casos de exorcismo que se menciona en el Nuevo Testamento tuvo lugar en la Iglesia. El echar fuera a los demonios era parte de la obra evangelístico. Esto también concuerda con la enseñanza de las epístolas. En Colosenses 1:13 Pablo escribe, refiriéndose a D-os: “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo”.
La Salvación en Cristo se define, entre otras cosas, como la liberación del poder de Satanás (Hch.26:18). En 1 Jn.5:18 el apóstol amado escribe: “sabemos que todo aquel que ha nacido de D-os no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por D-os le guarda y el maligno no le toca”. Sugerir, como se hace a menudo hoy en día, que un cristiano está expuesto continuamente a los ataques del diablo, y aún peor, que un cristiano puede ser poseído de un demonio, quita, a nuestro juicio, el valor a las promesas del Nuevo Testamento.


Satanás fue derrotado en la cruz de Cristo (Col.2:15). El diablo acusó a Job en la presencia de D-os, pero al morir por nuestros pecados, el Señor Jesús le quitó al diablo su arma con que nos acusaba en la presencia de D-o s (Ap.12:10).
A raíz del sacrificio de Cristo, Satanás fue echado de la presencia de D-os (Jn.12:31) y no pudo influir más en el puesto de mando de este universo. Su campo de acción ya está limitado a la tierra (Ap.12:12). Como no puede tocar a los creyentes, los ataca de las siguientes maneras:
1) A través de persecuciones por parte de las autoridades. No hay que asumir que toda persecución es directamente inspirada por Satanás, y sobre todo no hay que decir tal cosa a las autoridades involucradas, pero en términos generales se puede decir que la persecución a la Iglesia proviene de Satanás (Ap.12:17).

2) Por medio de acusaciones hechas por otras personas. El diablo es experto en levantar sospechas. Los creyentes no deben participar en el trabajo de acusación en especial cuando se trata de acusar a otros cristianos.

3) Por medio de amenazas. En este caso el diablo se presenta como león rugiente (1 P.5:8), pero como es padre de mentira, en muchos casos no tiene la autoridad necesaria para ejecutar sus amenazas.

4) Por medio de tentaciones, dudadas, insinuaciones y mentiras que él lanza como dardos de fuego contra los creyentes. En estos casos el diablo se nos presenta como ángel de luz con el objeto de confundirnos. Contra tales ataques el creyente dispone de no menos de siete defensas:
(1) La verdad. Puesto que una de las armas principales de Satanás es la mentira, el creyente tiene que ajustarse estrictamente a la verdad en lo que dice acerca de otras personas, lo que piensa de sí mismo y  lo que enseña sobre D-os y el evangelio. También parte importante de la verdad es confesar todo pecado que uno haya cometido.
(2) La rectitud. Ya que Satanás incita a compromisos incorrectos, el cristiano puede frustrar muchos de sus intentos simplemente con una administración transparente de sus negocios y un trato justo a los demás. También las Iglesias pueden evitar muchas maquinaciones diabólicas mediante un manejo honrado y abierto de sus finanzas.
(3) La disposición de compartir el evangelio cada vez que se presente una oportunidad. Una de las armas de Satanás es el temor al qué dirán. Si no nos avergonzamos por el evangelio esto automáticamente frustrará muchos de los esfuerzos diabólicos contra nosotros.
(4) La fe. Adán y Eva cayeron porque desconfiaron de D-os y aceptaron la insinuación de Satanás de que D-os, al prohibirles comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, les estaba reservando un bien importante (Gn.3:5) La confianza en la bondad de D-os y en su sabio manejo de los eventos nos protegerá contra muchas de las artimañas del enemigo.

(5) La Salvación y la presencia de Cristo en nosotros. A una señorita se le preguntó el secreto de su buen humor. Ella contestó que no siempre había sido así; antes, cada vez que sentía una tentación, salía a pelear con el diablo y siempre perdía. Hasta que aprendió a decir: “Señor Jesús, allí está otra vez el diablo tocando a mi perta con una tentación. Por favor, ábrele y pregúntale lo que necesita”. Con esto Satanás desaparecía en el acto.
(6) La espada del Espíritu. Cristo dio un ejemplo tremendo del uso de la Palabra de Dios contra Satanás durante su tentación en el desierto. Sufrí mucho en un ataque satánico por no fijarme en la promesa de que una oveja del Señor reconocerá su voz (Jn.10:4). El no reconocer una voz que se escucha es en sí una señal de alarma.
(7) La Oración. En todo momento Satanás está bajo el control de D-os y por esto Cristo nos enseña a orar: “líbranos del mal” o, como bien se puede traducir: “líbranos del maligno”. El Señor advirtió a sus discípulos: “velad y orad para que no entréis en tentación” (Mt.26:41). Igualmente el arcángel Miguel al contender con el diablo no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él sino dijo: “El Señor te reprenda que también es una oración (Judas 9).


IV

CUATRO PREGUNTAS ACTUALES ACERCA DEL CONFLICTO (GUERRA) ESPIRITUAL:

4.1.    Cristo Dio Autoridad a Sus Doce Discípulos Sobre Los Espíritus Inmundos:

¿Significa esto que sigue dando tal autoridad a todos los creyentes hoy?

En su comisión a los setenta Cristos no mencionó la autoridad sobre os demonios (Lc.10:1-11). Sin embargo cuando los setenta regresaron ellos dijeron: “Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Lc.10:17). Esto se puede interpretar de dos maneras:
1) Se dio igual autoridad a los setenta, y la frase acerca de la autoridad sobre los demonios no se repitió porque era una cosa sobreentendida. Aun así debemos recordar que los setenta representaban un grupo especial que no tiene su equivalente hoy.

2) Cristo no dio igual autoridad a los setenta, pero en el curso de su misión, ellos encontraron que tenían poder para echar fuera a los demonios que se presentaron.

De cualquier forma dudamos de que antes de su Segunda Venida nuestro Señor haya dado una autoridad generalizada a todos los creyentes sobre las fuerzas del mal. Interpretamos las palabras “en breve” en Romanos 16:20 como una referencia al Retorno de nuestro Señor Jesús (Compre Ap. 22:6-7 donde se usa la misma expresión o una palabra muy similar). Es común ahora afirmar que se está *Atando a Satanás o a sus demonios. Cristo *ató a Satanás y a sus demonios (Mt.12:28-29) y al final un ángel comisionado lo hará también (Ap.20:1-2), pero no hay en el Nuevo Testamento texto seguro que indique que los creyentes en general, lo puedan hacer ahora. Mientras tanto el apóstol Judas advierte contra el peligro de faltar el respeto a las potestades superiores aunque sean  malignas (Judas 8).
*Atar: G1210 δέω = déo: verbo primario atar (en varias aplicaciones, literalmente o figurativamente):- atar, encadenar, ligar, prender, preso, sujetar. Véase también H1163, H1189. (Strong).
*Atar: deo = (δέω G1210) atar. Se usa:
(a) literalmente, de cualquier manera de ligar (p.ej., Hech.22:5; 24:27);
(b) figuradamente, de la Palabra de Dios, como no estando presa (2 Tim.2:9), esto es, su ministerio, curso y eficacia no se veían dificultados por la prisión sufrida por el apóstol. Una mujer que andaba encorvada había sido «atada» por Satanás mediante la obra de un demonio (Lc.13:16).
Pablo habla de sí mismo, en Hech.20:22: como estando «ligado en espíritu», esto es, compelido por sus convicciones, bajo el poder constreñido del Espíritu de Dios, a ir a Jerusalén. Se dice de la esposa que está «sujeta» a su marido (Rom.7:2), «ligada» (l Cor. 7:39); y el marido a la mujer (1 Cor.7:27  «ligado»).
Las palabras del apóstol Pedro en Mt.16:19, en cuanto a «atar», y a todos los discípulos en 18:18, significan, en el primer caso, que el apóstol, por su ministerio de la Palabra de vida, mantendría a los incrédulos fuera del Reino de Dios, y admitiría a aquellos que creyeran.
Lo mismo sucede con respecto a 18:18, incluyendo la aplicación de medidas disciplinarias en la esfera de la iglesia local; la aplicación del sentido rabínico de prohibición es dudosa. (VINE).

Sacamos la conclusión de que el creyente tiene la autoridad de echar fuera un demonio en el nombre del Señor Jesús si se ve confrontado con una persona endemoniada; o de decir a Satanás que se vaya si él se presenta, pero que no tiene autoridad para dar órdenes generales a Satanás y sus huestes en el sentido de atarlos o prohibirles el paso a cierto lugar.

4.2. ¿Cómo Se Distingue Un Caso De Posesión Demoníaca o Endemonia miento?

Creemos que está pregunta es muy importante, porque se hace mucho daño a una persona insinuándole que tiene un demonio cuando no es así. La persona afectada bien puede desmoralizarse por completo, y cuando no pasa nada después de un intento de *exorcismo (*exorcismo. Del lat. exorcismus, y este del gr. ξορκισμς. m. Conjuro contra el espíritu maligno. Microsoft® Encarta® 2008), empieza a dudar de que D-os le puede ayudar. Por eso creemos que Pablo espero muchos días en el caso de la muchacha con espíritu de adivinación (Hch.16:16-18), porque quería estar seguro de que ella realmente tenía un demonio antes de entrar en acción.
Durante el ministerio del Señor Jesús los demonios se distinguieron por su oposición a Cristo en combinación con su conocimiento sobrenatural.

Por ejemplo: Recientemente leímos el testimonio de uno que es ahora director de un Instituto Bíblico en Tailandia. Su padre era un budista destacado que se había metido en la brujería. El hijo, de alguna manera, recibió un Nuevo Testamento y se puso a leerlo, hasta que se convirtió, aunque no dijo nada a nadie de lo que le había pasado. Unos días después su padre le dijo que su tía, a quien quería mucho, estaba enferma. “La voy a visitar”: dijo el padre, “¿quieres acompañarme?”, “Por supuesto”, le contestó el hijo. Cuando estaban llegando a la casa escucharon gritos fuertes que mencionaban el nombre del hijo y decían “Que no venga a mi casa”. El padre se extrañó y entrando a la casa dijo: “Hermana, ¿qué te pasa? Es tu sobrino favorito”, pero la mujer sólo gritó con más fuerza: “Que se vaya de mi casa porque tiene a Cristo en su corazón”. Al verse descubierto el hijo entró en la casa y dijo: Espíritu, no sé quién eres, pero en el nombre del Señor Jesucristo sal de ella”. Después de unas convulsiones el espíritu inmundo salió y ella se recuperó.

4.3.  ¿Cómo Se Distingue Entre La Disciplina De D-os, Un Ataque o Un Percance De La Vida?
Otra vez la pregunta es de mucha importancia, porque a la disciplina de D-os hay que someterse incondicionalmente, hay que resistir al ataque satánico y al percance hay que aguantarlo con paciencia:
Ø  En primer lugar, es necesario pedir al Señor Jesús que nos ilumine en cada caso y nos oriente a reaccionar.
Ø  En segundo lugar, es preciso recordar que el Señor no nos va a proteger contra todos los percances de la vida. De otra manera muchos se convertirían a ÉL sólo por los beneficios.
Ø  En tercer lugar, debemos confiar en que, mientras la disciplina del Señor Jesús es para nuestro bien (Heb.12:11), el ataque diabólico es sólo destructivo. El problema es que al principio la disciplina del Señor Jesús y el ataque diabólico se parecen mucho. Con el tiempo se aprecia la diferencia.

Mi opinión personal es que el Señor Jesús sólo permite u ataque diabólico en los casos que su disciplina no haya tenido efecto o que la lección que ÉL quiere dar, sólo se puede aprender a través de una intervención de Satanás. Estoy convencido de que muchas pruebas que atribuimos al diablo son en realidad una disciplina del Señor Jesús o el resultado de nuestro descuido. Por ejemplo: se dice que había un pastor a quien la discernieron un espíritu de choque porque sufrió una serie de accidentes automovilísticos.

4.4.  ¿Se Dirige los Conflictos (Guerra) Espirituales Siempre Contra Autoridades Satánicas?
Muchas veces se interpreta el texto de Efesios 6:12, en el sentido de que todos los principados, potestades y gobernadores mencionados allí pertenecen a as “huestes espirituales de maldad” de la última parte del versículo. Pero en Efesios 1:21 Pablo se refiere a “todo principado y autoridad” (las mismas palabras  en el griego) “no sólo en este siglo, sino también en el venidero”. Es más natural entonces interpretar Efesios 6:12 en el sentido de que la lucha espiritual se dirige contra poderes terrenales y celestiales.
Esta interpretación concuerda con el cuadro que nos da el libro de Apocalipsis. En Apocalipsis 17:8, por ejemplo, se habla de la bestia en términos que hacen pensar en un ser espiritual o celestial, pero en el versículo que sigue, en una referencia clara a la ciudad de Roma, se dice que las siete cabezas de la bestia son siete montes.
Muchas veces las autoridades terrenales no tienen idea de que son manipuladas por Satanás y tal sugerencia las ofendería mucho. Por eso la lucha del creyente contra las autoridades terrenales debe librarse con todo el respeto debido (1 P.2:17) y aun en la lucha contra las huestes malignas en el aire se debe guardar humildad y cortesía (Col.2:18; Judas 10).

Concluimos:
Entonces antes de definir un asunto diabólico es menester pensar frente a qué tipo de persona o caso estamos, si es posesión diabólica, o una enfermedad psicológica, es menester que la persona que trata estos asuntos vea que él no está buscando este tipo de enfrentamientos sino que los casos se dan fortuitamente cuando uno está en cierto sitio cuando así D-os lo permita, y
Tratar este asunto con humildad en la autoridad que D-os le delego, sepa definir estos dos conceptos: entre atar y echar fuera un demonio en el nombre del Señor Jesús, porque D-os ya lo realizo (lo ata al diablo), y usted solo actué con criterio (lo echara fuera) sano.

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Bibliografía:
-  Keesler Juan. Guerra Espiritual. Apuntes pastorales. VOLUMEN XII Nº 2. 1994. Pásg.19-23.
-    e-Sword – the La Espada De Dios.
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 22//06//2016.

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