Parte III:
VERDADERO CONFLICTO ESPIRITUAL:
Por: Pastor. Carlos Ramírez Jiménez:
III
“Fue llevado por el Espíritu al desierto
para ser tentado por el diablo” (Mt.4:1). No se dice que fue llevado para
atacar al diablo, sino que ÉL, por medio de la Palabra de Dios, resistió a
Satanás. Durante su ministerio Cristo, por medio de su Palabra, echó fuera a
los demonios que se opusieron a ÉL, o que le fueron presentados”. (Mt.8:16).
Mt. 4:1: Υότε1 Tote G5119 Entonces
‹ ὁ2 Ἰησοῦς3
› ho Iêsous G3588 G2424 Jesús
→ fue ἀνήχθη4 anêchthê G321 llevado
ὑπὸ8 hypo G5259 por τοῦ9 tou G3588 el Ρνεύματος10 Pneumatos G4151 Espíritu
‹ εἰς5
τὴν6
› eis tên G1519 G3588 al ἔρημον7
erêmon G2048 desierto,
→ para →
ser πειρασθῆναι11 peirasthênai G3985 tentado
ὑπὸ12 hypo G5259 por τοῦ13 tou G3588 el διαβόλου14
diabolou G1228 diablo. (Interlineal RV1960).
Diablo: G1228
διάβολος = diábolos: de G1225;
calumniador; específicamente *Satanás [Compare H7854]:- calumniador,
diablo. *Satanás: H7854 שָׂטָן = satán:
de H7853; oponente, opositor; especialmente (con el art. prefijo)
Satán, Satanás, el archienemigo de lo bueno:- adversario, enemigo, Satanás. (Strong).
Mateo, en este pasaje, introduce por
primera vez a uno de los personajes más destacados y más activos en su
Evangelio, y lo hace con tres nombres o términos descriptivos:
·
el
diablo (v.
1),
·
el
tentador (v.
3), y
·
Satanás (v.
10).
Estos tres términos
se usan indistintamente en referencia a la misma persona.
Mt. 8:16: δὲ2 de G1161 Y
→ cuando γενομένης3 genomenês G1096 llegó
→ la ὀψίας1 opsias G3798 noche,
προσήνεγκαν4 prosênenkan
G4374 trajeron →
a αὐτῷ5 autô G846 él
πολλούς7 pollous
G4183 muchos δαιμονιζομένους6 daimonizomenous G1139 endemoniados; καὶ8 kai G2532 y
→ con →
la λόγῳ12 logô G3056 palabra
ἐξέβαλε9
exebale G1544 echó
← fuera ► 11 a τὰ10 ta G3588 los πνεύματα11 pneumata G4151 demonios, καὶ13 kai G2532 y ἐθεράπευσεν18
etherapeusen G2323 sanó →
a
πάντας14 pantas
G3956 todos τοὺς15 tous G3588 los
‹ κακῶς16
ἔχοντας17
› kakôs echontas G2560 G2192 enfermos.
Atormentado: G1139
δαιμονίζομαι = daimonízomai: voz media de G1142; ser ejercido por un
demonio:- atormentado,
demonio, endemoniado.
Demonio: G4151
πνεῦμα = pneúma:
de G4154; corriente de aire, i. e. respiración (soplo) o brisa; por
analogía o figurativamente un espíritu, i. e. (humano) el alma racional, (por
implicación) principio vital, mentalmente disposición, etc., o (sobrehumano)
ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu
Santo:- aliento,
espíritu, espiritual, viento. Compare G5590. (Strong).
El ministerio de Jesús era muy intenso. Aún de
noche seguía atendiendo a la gente. El v. 16 describe gran número de personas
que venían en busca de socorro. No se menciona un solo caso de enfermedad que
no haya podido, o que no haya querido, sanar. El término “endemoniado” (v. 16) G1139) en su forma verbal, se
encuentra trece
veces
en el NT., de las cuales siete están en Mateo. Significa estar posesionado o
afligido por uno o más demonios. Los demonios son ministros del diablo, que es
Satanás. Esta condición era muy común en el tiempo de Jesús. Se ha manifestado
con más o menos frecuencia a través de los siglos.
Actualmente los
demonios son una realidad activa y están en pleno auge en muchas partes del
mundo, y especialmente en América Latina. Sin embargo, están sujetos al poder
de Cristo: con su palabra echó fuera
a los espíritus (malos) (v. 16b). Pueden afligir
a los creyentes, pero nunca posesionarse de ellos.
Hasta en su
Segunda Venida nuestro Señor Jesús no tomará la iniciativa en atacar a Satanás
y a sus huestes (Ap.19:11-21).
El Señor dio
autoridad a sus doce discípulos para echar fuera demonios (Mt.10:1). No leemos,
ni antes o después de la muerte del Señor, que ellos buscaron a los demonios a
fin de atacarlos, sino que respondieron cuando un endemoniado se les presentó.
El famoso pasaje en Efesios 6:10-18 dice la misma cosa.
Hagamos
Un Analices a Estas Citas Bíblicas vv.10-18:
Con la expresión
por lo demás (v. 10) Pablo señala que está llegando a la conclusión y al clímax
de la epístola. Antes de terminarla quiere llamar la atención de sus lectores
al peligro que asecha a la iglesia de Cristo y a cada uno de ellos como creyentes.
Para esto se basa en la obra maravillosa de Dios que abarca la eternidad pasada
y se extiende a la eternidad futura. Toma en cuenta la obra
redentora de Cristo en favor del hombre pecador, incluyendo hasta los gentiles.
No ignora la presencia y el poder del Espíritu Santo operando en los creyentes
en una vida cambiada. Incluye la unidad de la iglesia en medio de la diversidad
de los que la componen, y recuerda la vida radicalmente diferente de los
creyentes. Ahora, alerta a esta iglesia y a los creyentes a tomar medidas
preparatorias y preventivas para defenderse en la lucha contra el adversario
que se opone a todo lo que Dios ha hecho en Cristo y su iglesia desde antes del
comienzo del tiempo.
Pablo llama a los
creyentes a fortificarse en dos sentidos:
·
primero en el Señor, y
·
luego en el poder de su fuerza (v. 10).
A pesar de la
perfecta salvación del creyente, la preciosa unidad de la iglesia y la bella
armonía de la familia, todos estos estarán siempre expuestos a las amenazas del
maligno y en peligro de un combate mortal. Requiere preparación para confrontar
al enemigo y poder para resistir sus asaltos. Tanto el creyente como la iglesia
serán el blanco constante de los ataques de Satanás.
Para estar preparado para esta eventualidad inminente el cristiano necesita una
defensa adecuada y una fuente de fuerza confiable.
Pablo los urge diciendo:
Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza (v. 10). Esto significa
robustecerse en Cristo y tomar su energía de él. Es decir que el creyente debe
hacerse fuerte en Cristo, porque aparte de él no tiene fuerza. La fuente de
nuestro poder es el Señor mismo. Para estar debidamente preparados para el
combate con Satanás, los creyentes tienen que escudarse en el Señor como fortaleza
segura y depender de él como la fuente única de fuerza. Pablo usa una variedad
de palabras con casi el mismo significado pero con suficiente diferencia para
dar más énfasis a lo que quiere decir. En el v. 10 hallamos la forma verbal
fortaleceos (ponerse en forma espiritual), el sustantivo poder (aquel poder
inherente y activo en Dios) y también fuerza (la habilidad de Dios de actuar).
Combinados en esta declaración enfatizan que el cristiano debe depender
absolutamente de Dios y su poder. La primera necesidad para la contienda es el
poder que proviene de Dios.
Mientras tanto, Pablo
explica la razón de este estado de preparación: Para
que podáis hacer frente a las intrigas del diablo (v. 11b). Hay un enemigo
formidable, identificado aquí como el diablo, el acusador o calumniador que
siempre está en pie de guerra, agitando y molestando. El diablo es identificado
en la Biblia como Satanás, el detractor o adversario. No hay cómo evitarlo.
Hacer frente significa aquella actitud de preparación constante que el soldado
mantiene para estar firme frente al enemigo para resistirlo. Este enemigo es
sutil y astuto; sabe usar muchos métodos para enredar a los creyentes y
derrotar a la iglesia. La palabra intrigas (*methodéia G3180) significa engaño o decepción. Al
cristiano le compete estar siempre preparado y listo para hacer frente al diablo,
contando con el poder del Señor y vestido con la armadura que Dios provee. *Artimaña: G3180 μεθοδεία = medsodeía:
de un compuesto de G3326 y G3593 [Compare «método»];
viajar sobre, i. e. parodia (trucos):- artimaña (de error), asechanza.
El conflicto (guerra)
que hace el diablo no es una guerra convencional, sino es una lucha subversiva
en terrenos tramposos con tácticas cada vez novedosas. Pablo explica esto en el
v. 12a: Porque nuestra lucha no es
contra sangre ni carne. La palabra lucha (pále
G3823) aparece solamente aquí en el NT., y significa un tipo
de combate cuerpo a cuerpo que no termina hasta que uno de los combatientes
esté vencido o herido mortalmente.
En este caso, el
asaltante no es un adversario humano que se pude ver y sentir, ni físico como
la carne propia del creyente que por su cuenta le da suficientes problemas.
Además, no es un sólo combatiente, son muchos. Pablo los describe como
principados... autoridades... gobernantes de estas tinieblas... espíritus de
maldad en lugares celestiales. Como que un enemigo físico y humano no fuese
suficiente, esta lucha monta un ejército asombroso de enemigos contra el
creyente y contra la iglesia. Esta lista repite algunas fuerzas mencionadas en
2:2 con adiciones y alude a las tinieblas mencionadas en 5:8 y 11.
Pablo describe
un reino espiritual organizado y operando en una esfera aparte del mundo
natural que el cristiano conoce y en el cual se desarrolla la iglesia. Los
términos usados para describir esta esfera y sus huestes implican una jerarquía
antagonista bien organizada. Cada término está precedido por la palabra contra,
dando a entender que cada uno representa una categoría de actividad demoníaca o
nivel de autoridad diferente. Estas no son clases diferentes de enemigos, sino
fuerzas contra Dios y su pueblo. Son las fuerzas bajo el control de su jefe,
Satanás, estructurado de tal modo que cada categoría describe diferentes
aspectos de una estrategia global, como rango, autoridad, control y estación de
batalla:
·
*Principado (arcé G746) es la jurisdicción de un
príncipe, que aquí incluye a Satanás y todos sus subalternos. *Principado: G746 ἀρχή
= arjé:
de G756; (propiamente abstractamente) iniciación, o (concretamente)
jefe (en varias aplicaciones de orden, tiempo, lugar o rango):- dignidad, dominio,
gobernante, magistrado, poder, primero, primeramente, principado, principio,
punta, rudimento.
·
Las **autoridades (exousía G1849) son potencias que tienen
poder e influencia sobre alguna jurisdicción específica. **Autoridades: G1849 ἐξουσία = exousía: de G1832
(en el sentido de capacidad); privilegio, i. e. (subj.) fuerza, capacidad,
competencia, libertad, u (objetivamente) maestría (concretamente magistrado,
sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada:- autoridad,
derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad. (Strong).
·
El tercer rango son los ***gobernantes
de estas tinieblas, los dominadores del mundo de las tinieblas o los poderes
cósmicos de las tinieblas que gobiernan en este mundo pecador. Estos serán
aquellos demonios que se han infiltrado en muchos sistemas políticos y
humanistas aun de nuestro tiempo que pretenden dominar el sistema mundial y
consolidarlo bajo un solo y nuevo orden sociopolítico. Ejemplo de esto es el
movimiento contemporáneo de la Nueva Era. ***Gobernadores: G2888 κοσμοκράτωρ = kosmokrátor: de G2889;
y G2902; gobernador del mundo, epíteto de Satanás:- gobernador.
·
La cuarta categoría se compone de los
espíritus de maldad en lugares celestiales. Estos son las hordas de espíritus
malignos que habitan y actúan en el mundo invisible. Lugares celestiales no es
sinónimo aquí con el cielo, sino representa aquella esfera o mundo espiritual
que trasciende lo físico y temporal. Con mayor razón tenemos que tener cuidado
y estar prevenidos los cristianos que estamos gozándonos de toda bendición
espiritual en los lugares celestiales (1:3b). Las huestes antagónicas y
diabólicas han invadido la esfera donde se desarrolla la vida espiritual del
creyente y donde habita la iglesia universal e invisible de Cristo, y están
librando un combate tenaz contra nosotros, la iglesia.
Debidamente armados y vigilantes para el
combate, 6:13-18. En vista de tal realidad, Pablo ordena a la iglesia
en general y a los creyentes en particular que tomen toda la armadura de Dios
(v. 13a). Es un mandato de tomar las armas que Dios nos ha provisto para
defendernos. Nuestro Dios no nos ha olvidado ni abandonado. Él ha provisto
precisamente el armamento completo y adecuado para nuestra defensa y el
creyente tiene que emplear cada pieza, sin faltar ninguna.
Nótese: que entre el
armamento la mayoría es de carácter defensivo y solamente hay una que se puede
calificar como ofensiva. Y ésta se emplea también para la protección y no sólo
para la agresión. En esta armadura el cristiano tiene todo lo que necesita para
cuidarse contra el diablo y resistirlo.
Pablo explica
que la razón de esta armadura es para que podáis resistir en el día malo, y
después de haberlo logrado todo, quedar firmes (v. 13b). Aquí hay dos deberes
del cristiano debidamente armado: Resistir los asaltos diabólicos y permanecer firmes.
ü el cinturón,
ü la coraza,
ü el calzado,
ü el escudo,
ü el casco, y
ü la espada.
Cada parte cumple con una función
estratégica en la protección del soldado. El apóstol
Pablo estuvo muy familiarizado con la vestimenta y armadura de un soldado
romano porque estaba vigilado día y noche por soldados que tomaron turno para
guardarlo. Cada prenda o pieza que Pablo menciona la usa como figura dándole un significado espiritual:
1) Ceñidos con el cinturón de la verdad (v.
14a) alude al hecho de fajarse bien con un cinto ancho de cuero que servía para
ajustar la túnica, proteger la parte posterior del cuerpo (los lomos) y
sostener la vaina que portaba la espada.
El cinturón
también dejaba libres las manos para otras cosas. Verdad aquí representa la
sinceridad o integridad con que vive el cristiano. También podrá significar la
fe del creyente en Cristo quien es la verdad (Jn.14:6) y la verdad de la
Palabra de Dios (Jn.17:17) en el creyente que le protegen contra cualquier
mentira o engaño que el diablo intente usar en su contra.
2) Después del cinturón el soldado cristiano
se pone la coraza de justicia (v. 14b). La coraza era la armadura que protegía
el busto y fue hecha de cuero, metal o madera.
Cubría el pecho
y a veces la espalda donde se encuentran el corazón y otras partes vitales del
cuerpo. En este contexto, la coraza es la justicia perfecta de Dios en Cristo
Jesús que protege al cristiano al haberlo justificado de sus pecados; ya no hay
ninguna condenación contra él (Rom.8:1; Rom.8:33-34). Cuando venga el
calumniador con sus acusaciones, la coraza de justicia es la defensa del
creyente (Rom.3:24; Rom.5:1, Rom.5:9). La justicia de Dios como una coraza
cubre y protege las áreas vitales de la vida espiritual del creyente.
3) Un soldado tenía que tener libertad para
moverse.
Por esto los
pies tenían que estar bien calzados. En el caso de los soldados
romanos, generalmente llevaban puestas sandalias con suelas de cuero grueso y
correas que se amarraban alrededor de los tobillos. Estas facilitaban el
movimiento rápido y la agilidad, además de proteger los pies. El calzado del
creyente es la preparación para proclamar el evangelio de paz (v. 15). Los
cristianos tienen que estar preparados con el evangelio de paz y prestos para
anunciarlo. La paz interior que viene de conocer a Cristo y estar reconciliados
con Dios produce en los creyentes el deseo de llevarla a los que no la tienen.
El calzado es la prenda misionera de
los cristianos y bien podría representar la verdadera ofensiva de esta
contienda contra Satanás.
4) Pablo introduce la próxima parte: y sobre
todo que puede entenderse “además de todo esto”. El resto de la armadura
sin la parte que ahora menciona no sería eficaz. El escudo, generalmente
hecho de madera cubierta de cuero, era grande y liviano para maniobrarlo
fácilmente.
Servía para
interceptar y apagar los dardos cubiertos de una sustancia inflamable y evitar
ser alcanzados por ellos. Era necesario en el combate. De esta misma manera, el
escudo de la fe sirve al creyente cuando arrecia la batalla y el enemigo
comienza a asaltarlo con armas destructivas. Los dardos de fuego fueron usados
para incendiar las puertas y los edificios, y aun la ropa de las personas. El
maligno es cruel y pertinaz en su asalto contra el cristiano y procura
destruirlo de cualquier modo. El escudo de la fe es una confianza
absoluta en Cristo, nuestro adalid. Es el único armamento indicado para la
defensa en tales asaltos.
5) Concluyendo la lista Pablo advierte: Tomad
también el casco de la salvación y la
espada del Espíritu, que es la
palabra de Dios (v. 17).
Ø
El uniforme sería incompleto sin el casco
que protege la cabeza, y el armamento insuficiente sin la espada. Con la cabeza
descubierta el soldado es vulnerable a los golpes que le propina el enemigo.
Pablo urge al creyente a aceptar y llevar puesta la salvación como un casco
protector. Hay que confiar en la gracia salvadora de Cristo y no dudarla. El
que duda de su salvación o se siente incierto de ella será como un soldado que
no ha llevado su casco, expuesto a los golpes que da el diablo. El casco era
hecho de algún metal que podría resistir y amortiguar los golpes. La salvación
que tiene el creyente en Cristo es una protección que puede resistir los golpes
de duda e incertidumbre del adversario.
6)
La única arma ofensiva que Pablo
menciona es la espada, pero ésta basta.
Las espadas
empleadas por los soldados romanos estaban hechas de metales templados y
afilados, fuertes y cortantes. Pablo compara la Palabra de Dios con una espada,
pero no es una espada común y corriente. Es la espada que el Espíritu
suministra al creyente. La Palabra de Dios en las manos del creyente es el arma
que el Espíritu le ha dado para ser usada como una espada filosa cuando es
atacado por el diablo. Ante ella Satanás huye como hizo cuando Jesús usaba la Palabra
de Dios durante las tentaciones en el desierto (Mt.4:1-11). Tres veces
dijo Jesús escrito está. La Biblia es la única arma ofensiva que necesitan el
cristiano y la iglesia para hacer correr a Satanás y sus huestes. No
necesitamos otro libro, ni argumentos humanos, ni ideas brillantes; solamente
la Biblia, la Palabra autoritativa de Dios. A la vez, la Biblia es un arma
defensiva, porque en ella hay una reserva inagotable de consejos y consuelos
para sostenernos en el calor de la batalla. Para ser eficaz en cualquier
situación, tiene que ser tomada y usada por el creyente.
La Arma Letal De Todo Cristiano La Oración:
Todavía falta
algo más, la oración. Hay dos cosas necesarias en esta batalla espiritual:
Ø
el armamento apropiado, y
Ø
la oración.
El soldado, por
más que esté equipado y entrenado, si no se mantiene en contacto con su
comandante no va a poder luchar bien. La oración es el medio de comunicación
del cristiano con su alto comandante, Dios. Por ella recibimos dirección y
consejos, y por ella comunicamos necesidades y problemas. Pablo señala dos
características de esta comunicación espiritual. Primero dice: Orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración
y ruego (v. 18a). Esta manera enfática de Pablo acentúa la importancia de la
oración. En todo tiempo en el Espíritu significa constantemente y en cualquier
circunstancia con la ayuda del Espíritu Santo. Hay veces en que es difícil orar
o no sabemos exactamente cómo orar o para qué pedir. El Espíritu interviene y
nos ayuda. Pablo emplea dos términos casi sinónimos aquí, pero uno, oración, es
más general, mientras el otro, ruego, es más específico como petición.
Otra característica de la oración se
expresa con las palabras: vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los
santos (v. 18b). Esto describe la constancia e intensidad de la oración.
Vigilar implica mantenerse atento y no descuidarse. Cuando las cosas
van bien es fácil descuidar la oración, pero cuando arrecia la batalla, todos
oran. El objeto de esta oración no es uno mismo en su pequeña estación de
batalla, sino todos los santos que están ocupando sus puestos fielmente y
necesitan el apoyo de la oración intercesora para que no haya
brecha en la línea de defensa. Ningún soldado batalla a solas, hay otros
compañeros cercanos y lejanos, algunos conocidos y muchos desconocidos, pero
todos necesitan de las oraciones de sus hermanos.
Con la excepción
de la Espada del Espíritu, y posiblemente, la oración, todo el armamento
mencionado es defensivo. El propósito de la lucha es “resistir en el día malo y habiendo acabado
todo, estar firmes” (versículo
13). Creo, entonces, que nos toca resistir al diablo y no atacarlo.
El ataque
diabólico contra Jesús no fue constante. Después de la tentación en el
desierto, Satanás “se apartó de ÉL por un tiempo” (Lc.4:14). No
leemos de otros intentos diabólicos contra Cristo hasta que Pedro se hizo
portavoz de Satanás en su esfuerzo de desviar al Señor de la cruz
(Mt.16:22,23). Después el diablo no reapareció hasta unos días antes de la
crucifixión, cuando entró en Judas Iscariote (Lc.22:3), procuró promover la caída
de Pedro (Lc.22:31), y por fin, después de la última cena, se acercó a Cristo
mismo (Jn.14:30).
Se podría
objetar que en parte mi argumento se basa en el silencio, pero entonces
contentaría que no hay un solo texto en la Biblia que dé la impresión de que los
ataques diabólicos son seguidos. A veces sospecho que aquellos que tanto hablan
de ataques diabólicos no saben lo que realmente son, porque un ataque diabólico
es algo pavoroso.
Ninguno de los
casos de exorcismo que se menciona en el Nuevo Testamento tuvo lugar en la
Iglesia. El echar fuera a los demonios era parte de la obra evangelístico. Esto
también concuerda con la enseñanza de las epístolas. En Colosenses 1:13 Pablo
escribe, refiriéndose a D-os: “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas
y trasladado al reino de su amado Hijo”.
Satanás fue
derrotado en la cruz de Cristo (Col.2:15). El diablo acusó a Job en la
presencia de D-os, pero al morir por nuestros pecados, el Señor Jesús le quitó
al diablo su arma con que nos acusaba en la presencia de D-o s
(Ap.12:10).
1) A
través de persecuciones por parte de las autoridades. No hay que asumir que
toda persecución es directamente inspirada por Satanás, y sobre todo no hay que
decir tal cosa a las autoridades involucradas, pero en términos generales se
puede decir que la persecución a la Iglesia proviene de Satanás (Ap.12:17).
2) Por
medio de acusaciones hechas por otras personas. El diablo es experto en
levantar sospechas. Los creyentes no deben participar en el trabajo de
acusación en especial cuando se trata de acusar a otros cristianos.
3) Por
medio de amenazas. En este caso el diablo se presenta como león rugiente (1
P.5:8), pero como es padre de mentira, en muchos casos no tiene la autoridad
necesaria para ejecutar sus amenazas.
4) Por
medio de tentaciones, dudadas, insinuaciones y mentiras que él lanza como
dardos de fuego contra los creyentes. En estos casos el diablo se nos presenta
como ángel de luz con el objeto de confundirnos. Contra tales ataques el
creyente dispone de no menos de siete defensas:
(1) La
verdad. Puesto
que una de las armas principales de Satanás es la mentira, el creyente tiene
que ajustarse estrictamente a la verdad en lo que dice acerca de otras
personas, lo que piensa de sí mismo y lo
que enseña sobre D-os y el evangelio. También parte importante de la verdad es
confesar todo pecado que uno haya cometido.
(2) La rectitud. Ya que
Satanás incita a compromisos incorrectos, el cristiano puede frustrar muchos de
sus intentos simplemente con una administración transparente de sus negocios y
un trato justo a los demás. También las Iglesias pueden evitar muchas
maquinaciones diabólicas mediante un manejo honrado y abierto de sus finanzas.
(3) La
disposición de compartir el evangelio cada vez que se presente una oportunidad. Una de
las armas de Satanás es el temor al qué dirán. Si no nos avergonzamos por el
evangelio esto automáticamente frustrará muchos de los esfuerzos diabólicos
contra nosotros.
(4) La
fe.
Adán y Eva cayeron porque desconfiaron de D-os y aceptaron la insinuación de
Satanás de que D-os, al prohibirles comer del árbol del conocimiento del bien y
del mal, les estaba reservando un bien importante (Gn.3:5) La confianza en la
bondad de D-os y en su sabio manejo de los eventos nos protegerá contra muchas
de las artimañas del enemigo.
(6) La
espada del Espíritu. Cristo dio un ejemplo tremendo del uso
de la Palabra de Dios contra Satanás durante su tentación en el desierto. Sufrí
mucho en un ataque satánico por no fijarme en la promesa de que una oveja del
Señor reconocerá su voz (Jn.10:4). El no reconocer una voz que se escucha es en
sí una señal de alarma.
(7) La
Oración.
En todo momento Satanás está bajo el control de D-os y por esto Cristo nos
enseña a orar: “líbranos
del mal” o, como bien se puede traducir: “líbranos
del maligno”. El Señor advirtió a sus discípulos: “velad y orad para que no entréis en
tentación” (Mt.26:41). Igualmente el arcángel Miguel al contender
con el diablo “no
se atrevió a proferir juicio de maldición contra él sino dijo: “El Señor te reprenda” que también es una
oración (Judas 9).
IV
CUATRO PREGUNTAS ACTUALES ACERCA DEL
CONFLICTO (GUERRA) ESPIRITUAL:
4.1. Cristo Dio Autoridad a Sus Doce Discípulos
Sobre Los Espíritus Inmundos:
¿Significa esto que sigue dando
tal autoridad a todos los creyentes hoy?
En
su comisión a los setenta Cristos no mencionó la autoridad sobre os demonios
(Lc.10:1-11). Sin embargo cuando los setenta regresaron ellos dijeron: “Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Lc.10:17).
Esto se puede interpretar de dos maneras:
1) Se dio
igual autoridad a los setenta, y la frase acerca de la autoridad sobre los
demonios no se repitió porque era una cosa sobreentendida. Aun así debemos
recordar que los setenta representaban un grupo especial que no tiene su
equivalente hoy.
2) Cristo
no dio igual autoridad a los setenta, pero en el curso de su misión, ellos
encontraron que tenían poder para echar fuera a los demonios que se
presentaron.
De cualquier
forma dudamos de que antes de su Segunda Venida nuestro Señor haya dado una autoridad
generalizada a todos los creyentes sobre las fuerzas del mal. Interpretamos las
palabras “en breve” en Romanos 16:20 como una referencia al Retorno de nuestro
Señor Jesús (Compre Ap. 22:6-7 donde se usa la misma expresión o una palabra
muy similar). Es común ahora afirmar que se está *Atando a Satanás o a sus
demonios. Cristo *ató a
Satanás y a sus demonios (Mt.12:28-29) y al final un ángel comisionado lo hará
también (Ap.20:1-2), pero no hay en el Nuevo Testamento texto seguro que
indique que los creyentes en general, lo puedan hacer ahora. Mientras tanto el
apóstol Judas advierte contra el peligro de faltar el respeto a las potestades
superiores aunque sean malignas (Judas
8).
*Atar: G1210
δέω = déo: verbo primario atar (en
varias aplicaciones, literalmente o figurativamente):- atar, encadenar, ligar, prender, preso,
sujetar. Véase también H1163, H1189. (Strong).
*Atar:
deo = (δέω
G1210) atar. Se usa:
(a)
literalmente,
de cualquier manera de ligar (p.ej., Hech.22:5; 24:27);
(b)
figuradamente, de la Palabra de Dios, como no estando presa (2
Tim.2:9), esto es, su ministerio, curso y eficacia no se veían dificultados por
la prisión sufrida por el apóstol. Una mujer que andaba encorvada había sido «atada»
por Satanás mediante la obra de un demonio (Lc.13:16).
Pablo
habla de sí mismo, en Hech.20:22: como estando «ligado en espíritu», esto es,
compelido por sus convicciones, bajo el poder constreñido del Espíritu de Dios,
a ir a Jerusalén. Se dice de la esposa que está «sujeta» a su marido (Rom.7:2), «ligada»
(l Cor. 7:39); y el marido a la mujer (1 Cor.7:27 «ligado»).
Las palabras
del apóstol Pedro en Mt.16:19, en cuanto a «atar», y a todos los discípulos en
18:18, significan, en el primer caso, que el apóstol, por su ministerio de la
Palabra de vida, mantendría a los incrédulos fuera del Reino de Dios, y
admitiría a aquellos que creyeran.
Lo mismo
sucede con respecto a 18:18, incluyendo la aplicación de medidas disciplinarias
en la esfera de la iglesia local; la aplicación del sentido rabínico de prohibición
es dudosa. (VINE).
Sacamos la conclusión de que el
creyente tiene la autoridad
de echar
fuera un demonio en el nombre
del Señor Jesús si se ve confrontado con una persona endemoniada; o de decir a Satanás que se
vaya si él se presenta, pero que no tiene autoridad para dar órdenes generales
a Satanás y sus huestes en el sentido de atarlos o prohibirles el paso a
cierto lugar.
4.2.
¿Cómo Se Distingue Un Caso De Posesión Demoníaca o Endemonia miento?
Creemos que está pregunta es muy
importante, porque se hace mucho daño a una persona insinuándole que tiene un
demonio cuando no es así. La persona afectada bien puede desmoralizarse por
completo, y cuando no pasa nada después de un intento de *exorcismo
(*exorcismo. Del lat. exorcismus, y este del gr. ἐξορκισμός. m.
Conjuro contra el espíritu maligno. Microsoft® Encarta® 2008), empieza a dudar
de que D-os le puede ayudar. Por eso creemos que Pablo espero muchos días en el
caso de la muchacha con espíritu de adivinación (Hch.16:16-18), porque quería estar
seguro de que ella realmente tenía un demonio antes de entrar en acción.
Durante el ministerio del Señor
Jesús los demonios se distinguieron por su oposición a Cristo en combinación
con su conocimiento sobrenatural.
Por
ejemplo:
Recientemente leímos el testimonio de uno que es ahora director de un Instituto
Bíblico en Tailandia. Su padre era un budista destacado que se había metido en
la brujería. El hijo, de alguna manera, recibió un Nuevo Testamento y se puso a
leerlo, hasta que se convirtió, aunque no dijo nada a nadie de lo que le había
pasado. Unos días después su padre le dijo que su tía, a quien quería mucho,
estaba enferma. “La
voy a visitar”: dijo el padre, “¿quieres acompañarme?”, “Por supuesto”, le
contestó el hijo. Cuando estaban llegando a la casa escucharon gritos fuertes
que mencionaban el nombre del hijo y decían “Que no venga a mi casa”. El
padre se extrañó y entrando a la casa dijo:
“Hermana,
¿qué te pasa? Es tu sobrino favorito”, pero la mujer sólo gritó con
más fuerza: “Que
se vaya de mi casa porque tiene a Cristo en su corazón”. Al verse
descubierto el hijo entró en la casa y dijo:
“Espíritu,
no sé quién eres, pero en el nombre del Señor Jesucristo sal de ella”.
Después de unas convulsiones el espíritu inmundo salió y ella se recuperó.
4.3. ¿Cómo Se Distingue Entre La Disciplina De
D-os, Un Ataque o Un Percance De La Vida?
Otra vez la pregunta es de mucha
importancia, porque a la disciplina de D-os hay que someterse
incondicionalmente, hay que resistir al ataque satánico y al percance hay que
aguantarlo con paciencia:
Ø En primer lugar, es
necesario pedir al Señor Jesús que nos ilumine en cada caso y nos oriente a
reaccionar.
Ø En segundo lugar, es
preciso recordar que el Señor no nos va a proteger contra todos los percances
de la vida. De otra manera muchos se convertirían a ÉL sólo por los beneficios.
Ø En tercer lugar, debemos
confiar en que, mientras la disciplina del Señor Jesús es para nuestro bien
(Heb.12:11), el ataque diabólico es sólo destructivo. El problema es que al
principio la disciplina del Señor Jesús y el ataque diabólico se parecen mucho.
Con el tiempo se aprecia la diferencia.
Mi opinión personal es que el
Señor Jesús sólo permite u ataque diabólico en los casos que su disciplina no
haya tenido efecto o que la lección que ÉL quiere dar, sólo se puede aprender a
través de una intervención de Satanás. Estoy convencido de que muchas pruebas
que atribuimos al diablo son en realidad una disciplina del Señor Jesús o el
resultado de nuestro descuido. Por ejemplo:
se dice que había un pastor a quien la discernieron un espíritu de choque
porque sufrió una serie de accidentes automovilísticos.
4.4. ¿Se Dirige los Conflictos (Guerra)
Espirituales Siempre Contra Autoridades Satánicas?
Muchas veces se interpreta el
texto de Efesios 6:12, en el sentido de que todos los principados, potestades y
gobernadores mencionados allí pertenecen a as “huestes espirituales de maldad”
de la última parte del versículo. Pero en Efesios 1:21 Pablo se refiere a “todo
principado y autoridad” (las mismas palabras en el griego) “no sólo en este siglo, sino también en el
venidero”. Es más natural entonces interpretar Efesios 6:12 en el
sentido de que la lucha espiritual se dirige contra poderes terrenales y
celestiales.
Esta
interpretación concuerda con el cuadro que nos da el libro de Apocalipsis. En
Apocalipsis 17:8, por ejemplo, se habla de la bestia en términos que hacen
pensar en un ser espiritual o celestial, pero en el versículo que sigue, en una
referencia clara a la ciudad de Roma, se dice que las siete cabezas de la
bestia son siete montes.
Muchas veces las autoridades
terrenales no tienen idea de que son manipuladas por Satanás y tal sugerencia
las ofendería mucho. Por eso la lucha del creyente contra las autoridades
terrenales debe librarse con todo el respeto debido (1 P.2:17) y aun en la
lucha contra las huestes malignas en el aire se debe guardar humildad y
cortesía (Col.2:18; Judas 10).
Concluimos:
Entonces antes de definir un asunto diabólico es
menester pensar frente a qué tipo de persona o caso estamos, si es posesión
diabólica, o una enfermedad psicológica, es menester que la persona que trata
estos asuntos vea que él no está buscando este tipo de enfrentamientos sino que
los casos se dan fortuitamente cuando uno está en cierto sitio cuando así D-os
lo permita, y
Tratar este asunto con humildad en la autoridad que
D-os le delego, sepa definir estos dos conceptos: entre atar y echar fuera un demonio en el nombre del Señor Jesús, porque D-os ya lo realizo (lo ata al diablo), y usted solo actué
con criterio (lo echara fuera) sano.
__________
Bibliografía:
- Keesler Juan. Guerra Espiritual. Apuntes
pastorales. VOLUMEN XII Nº 2. 1994. Pásg.19-23.
- e-Sword –
the La Espada De Dios.
- Biblia de
Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 22//06//2016.
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