viernes, 17 de junio de 2016

Parte I: HOMBRES QUE DESEARON LA MUERTE: (Jonás 4:3; Números 11:15); 1 Reyes 19:4;...).

Parte I:
HOMBRES QUE DESEARON LA MUERTE:
(Jonás 4:3; Números 11:15); 1 Reyes 19:4;...).
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

“Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida”.

“Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal”.

“Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. Etcétera.

Introducción:
Siempre nos preguntamos, que es lo que pasa por nuestras mentes cuando caemos en una depresión, o estamos postrados en una cama, cáncer, etcétera, vemos que las cosas no nos salen como queremos después de muchas victorias, cuando estamos en lo más alto de nuestros desarrollos ministeriales, todo se viene abajo, queremos que la tierra habrá su boca y nos trague con todo, es el momento en la cual, pasaron estos hombres de Dios, como: Jonas, Moisés, Elías, entre otros.
Nuestro Gran Dios nos ayude en estos momentos más difíciles de nuestra vida mientras estemos en esta tierra, que estas historia de estos hombres no motive nos ayude, y aprendamos a depender más de Dios, ya que no hay “un santo más santo que otro santo”, solo ÉL es tres veces Santo..

Pregunta:
¿Al Señor le podemos pedir que nos permita morir? ¿Hay ejemplos bíblicos de hombres que pidieron la muerte?

Respuesta:
Hay varios ejemplos bíblicos. Algunos de ellos son:
(1) Jonás (Jonás 4:3);
(2) Moisés (Números 11:15);
(3) Elías (1 Reyes 19:4).
(4) Job (Job 3:20-21).
(5) Jeremías (Jr.20:14). En Otros.
Además, aunque el texto bíblico no dice que Job directamente le pidió a Dios que le permitiera morir, sí maldijo el día de su nacimiento (Job 3:3-16) y Jeremías expresa básicamente lo mismo (Jeremías 20:14). El deseo del apóstol Pablo fue diferente.
En cada uno de estos casos el siervo de Dios que lo expresa no se encuentra en muy buenas condiciones espirituales. Es una expresión de desánimo, desesperación, o depresión debido a las circunstancias de su vida. Sabemos que todos ellos (con la excepción de Jonás) posteriormente cambiaron de actitud. Por tanto, no se presenta como algo que debemos imitar.
Reconozco que puedo haber pasado por alto algún otro ejemplo bíblico o instrucciones bíblicas que nos iluminen más sobre este tema. Le suplico a todo estudiante de la Palabra que comparta conmigo cualquier información bíblica que encuentre que pueda ayudarnos más con este punto.


Lección 1

JONÁS:
(Jonás 4:1-11)

Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida”.   

I.       EGOÍSMO: EL DISCIPLINAR DE DIOS:

Él desea la muerte; este era lenguaje de la necedad, la pasión y la corrupción intensa. Surgen en Jonás restos de un espíritu orgulloso y nada caritativo; él no esperaba ni deseaba el bienestar de los ninivitas, sino que sólo había venido a declarar y presenciar su destrucción. No se había humillado debidamente por sus propios pecados, ni estaba dispuesto a confiar en el Señor con su crédito y seguridad.
Con este estado mental, despreció el bien del prójimo para los que él había sido un instrumento, y la gloria de la misericordia divina.
A menudo debemos preguntarnos: ¿está bien hablar así, hacer así? ¿Puedo justificarlo? ¿Hago bien en enojarme tan rápido, tan a menudo, por tanto tiempo y hablar mal a los demás en mi enojo? ¿Hago bien al enojarme con la misericordia de Dios para los pecadores arrepentidos? Ese fue el delito de Jonás. ¿Hago bien al enojarme con eso que es para la gloria de Dios y el avance de su reino? Que la conversión de los pecadores, que es el gozo del cielo, sea nuestro gozo y nunca nuestra tristeza.

1. El profeta enojado  4:1-4.
El capítulo comienza con una manifestación del egoísmo del profeta y su nacionalismo estrecho. Como el pecado de David “desagradó” a Dios (2 Sam.11:27) la misericordia de Dios desagradó al profeta rebelde. La palabra enojó viene de un verbo que significa “estar caliente o prenderse” (jarah*  H2734). El enojo era como fuego dentro de Jonás. Al fin Jonás reconoce el motivo de su intento de huir de la presencia de Dios.

NOTA: Vv.1-3: SE ENOJO. Literalmente. Se calentó; Jonas sabía que Dios salvaría a los ninivitas si se arrepentían y él no quería que los enemigos de Israel fuera librado. Misericordia Oseas 2:19. Jonás prefería la muerte antes que reconciliarse con la misericordia voluntad de Dios.

Etimología:
*jarah = (חָרָה, H2734), «airarse, estar airado». Este verbo aparece 92 veces en la Biblia. En su radical básico, el vocablo quiere decir «arder de ira» o enojo como en Jonas 4:1. En el radical causativo, jarah significa «fervor para el trabajo» o sea «tener celo para la obra» (Neh.3:20). (VINE).

No quería que los asirios gozaran de la misericordia de Dios ni ser mensajero de Dios a ellos. En verdad, de todos los enemigos de Israel los asirios eran los más crueles; no solamente destruyeron la ciudad de Samaria y deportaron a sus habitantes sino que pusieron otra gente en la tierra de manera que los judíos ni siquiera tenían patria a la cual regresar. No solamente Jonás tendría fuertes prejuicios contra ellos; muchos de sus compatriotas tampoco hubieran ido a darles un mensaje de parte de Dios.

Otro factor que afectó a Jonás era su conocimiento de la naturaleza de Dios. Una de las tradiciones más viejas de la Biblia describe a Dios con las mismas cualidades (Ex.34:6-7 y Salm.86:5; 86:15; 103:8; Joel 2:13). Dios es clemente porque muestra su favor a los justos y a los injustos, es compasivo porque tiene un amor benévolo para toda la humanidad. Es paciente, lento para la ira, y grande en misericordia, que es el amor leal dispuesto a redimir al hombre de su pecado y entrar en pacto con él para siempre.

Entonces como Moisés y Elías habían hecho antes, Jonás pidió que Dios le quitara la vida (Num.11:10-15 y 1 R.19:4). Es triste ver una oración tan distinta de su oración del capítulo 2. Viendo al “viejo Jonás” del cap. 1, podemos ver que obedeció el mandamiento de Dios porque sabía que no se puede huir de la presencia de Dios, pero quería morir antes de ver la salvación de los asirios.
La pregunta de Dios es una manera suave y compasiva de reprender al profeta. Debe moverlo a reconocer que su posición es absurda y a reflexionar sobre lo que él ya sabe es la naturaleza de Dios. Jonás no dijo nada y era evidente que Dios tendría que trabajar aún más con su mensajero rebelde.

Nínive, Una Ciudad Grande:


La ciudad de Nínive era la capital del imperio asirio, edificado al lado del río Tigris, en la parte norteña de lo que hoy en día es Iraq. Los arqueólogos dicen que la ciudad fue ocupada siglos antes de Cristo y llegó a ser capital de Asiria durante el reinado de Senaquerib (704-681 a. de J.C.).
Para las personas que vivían en Israel y Judá en aquel entonces Asiria era el país más cruel. Después de derrotar a Israel en el 722 a. de J.C. por poco capturan Jerusalén (2 Rey. 18, 19).
La profecía de Nahúm demuestra el miedo y el odio que los judíos tenían para los asirios por su violencia y el terrorismo con que atacaban a sus enemigos. Nahúm le da el mensaje de Dios a la odiada Nínive, Pero acerca de ti, Jehová ha mandado: “Más acerca de ti mandará Jehová, que no quede ni memoria de tu nombre; de la casa de tu dios destruiré escultura y estatua de fundición; allí pondré tu sepulcro, porque fuiste vil”. Nah 1:14 
Termina su profecía con las palabras tan penetrantes, “No hay medicina para tu quebranto; tu llaga es incurable” (Nah.3:19a).
La ciudad de Nínive cayó frente al ataque del ejército combinado de medos y babilonios en el 612 a. de J.C.

2. La Ilustración Gráfica, Jon.4:5-8:
Puesto que Jonás era una persona tan terca es posible que él haya interpretado la pregunta de Dios como si esta significara que Dios no estaba engañado por el arrepentimiento falso de la gente, y que después de los 40 días la destrucción efectivamente caería sobre Nínive. Hicieron una enramada semejante a las que los judíos hicieron para celebrar la fiesta de Tabernáculos. ¿Se puede imaginar el efecto psicológico sobre la gente de Nínive al ver al profeta de “malas noticias” esperando sobre una loma para ver los resultados de su profecía?
Una vez más vemos la intervención directa de Dios en la vida de Jonás; pues Jehová dispuso el crecimiento de una planta de ricino. Tal como había enviado la tempestad y el gran pez, y haciendo uso del mismo verbo hebreo que en el 1:17, Dios mandó otro fenómeno de la naturaleza. Se ve que Jonás no era buen constructor puesto que su enramada no le dio toda la sombra que necesitaba para refugiarse del sol del Medio Oriente. El ricino se distingue por sus hojas anchas y su rápido crecimiento.
De nuevo vemos una nota del humor fino que caracteriza al libro. Un autor argentino observa que a veces no se sabe si Jonás es profeta o payaso (ver bibliografía). Jonás se pone muy contento por la planta que hace su tiempo de espera más cómodo. Parece que pone más valor sobre las cosas que sobre las personas, especialmente la gente de Nínive.

NOTA: V.5: ENRAMADA: Una cabaña donde Jonás esperaría el cumplimiento de los 40 días, esperanzado de que Nínive sería destruida.

Su felicidad duró poco. Después de apenas 24 horas Dios dispuso el gusano que destruyó la planta de igual manera que Jonás pensaba que Dios haría con Nínive. En seguida Dios envió un sofocante viento oriental, el viento seco del desierto que llena el aire de polvo y calor. Aún hoy en día los habitantes de esa zona dicen que este viento los deprime cuando llega.
Se nota el humor del autor cuando por perder su comodidad el profeta pide de nuevo la muerte. Es una cosa de lamentar la liberación de los enemigos tradicionales de Israel o ser señalado como profeta falso; pero Jonás demuestra una actitud muy superficial sobre la vida al pedir la muerte por tener calor y sed.

NOTA: V.6: CALABACERA: Probablemente el palmacristi que produce hojas grandes que protegen del sol. Su pronto crecimiento fue un acto de Dios.
V.8: VIENTO SOLANO: Notorio por su calor abrasador.

3. La Aplicación De La Ilustración, Jon.4:9-11:
Otra vez Dios hace la misma pregunta del 4:4 pero esta vez con referencia a la planta. Por su respuesta Jonás demuestra su falta de madurez.
El egoísmo excesivo siempre procede de la falta de madurez. Dios le demuestra que su actitud es absurda. Se desespera sobre la pérdida de una planta que ni siquiera él sembró ni cultivó; cuánto más debe pensar Dios en miles de personas que él ha creado a su imagen y semejanza. Se ve a Jonás como una persona muy impulsiva con muchos prejuicios y ahora con su escala de valores totalmente confundida.
La expresión más de l20,000 personas que no distinguen su mano derecha de su mano izquierda ha sido interpretada con el significado que, además de los adultos, había esta cantidad de niños demasiado pequeños para tener criterio moral. Si era así, la población total pudiera haber sido más de 600,000, que no sería imposible si uno tomara en cuenta las muchas poblaciones alrededor del centro de la ciudad. No obstante la cifra podría hacer referencia a los que no habían recibido la instrucción moral que Dios mandó a Israel a compartir con las naciones (Gn.12:3).
La lección de la ilustración es bien clara; el Señor de toda la tierra ama a toda su creación incluso a los animales. Para los hebreos de la época del AT., era una conclusión revolucionaria. Si el Señor de Israel es también el Dios de Nínive, ¿dónde están nuestros privilegios? ¿Tenemos que compartir el amor y el cuidado de Dios con gente de todas las naciones? Como bien ha dicho un autor, hay un poco de Jonás en el corazón de cada uno de nosotros, engañándonos con nuestros prejuicios y tradiciones inválidas.
Como una de las parábolas del Señor Jesús, el libro termina de repente. El mensaje resalta con claridad. El exclusivismo que restringe el amor universal de Dios está destinado a fracasar totalmente; el amor y la misericordia de Dios se extienden a cada persona sobre la faz de la tierra. Como bien se ha dicho, el libro termina mostrando el contraste entre Dios y Jonás. Dios desea salvarlos a todos, mientras Jonás quiere salvar a algunos; el punto de vista de Dios es universal, el de Jonás es particular.

Entre Jonás y Dios había un conflicto de voluntad. Jonás no negó el sueño de Isaías y Miqueas, que un día gente de todas las naciones va a correr al monte de la casa de Jehová (Is.2:1-4; Miq.4:1-3). Como tantos en aquel entonces y hoy en día, pensó que Dios haría todo en la Era Mesiánica, no vio el imperativo de ser un pueblo misionero.
Utilizando la figura del profeta rebelde, y un tanto cómico, el autor escribe un reto al pueblo de Israel llamándolos a cumplir con su tarea misionera a las naciones. Si no se cumpliera con dicha misión, Israel negaría el propósito de su elección a ser el pueblo de Dios. El libro no se escribió tanto para mostrar la compasión de Dios sino para desafiar a Israel a cumplir su destino como profeta a las naciones. Todos nosotros como cristianos somos herederos de esta misión profética al mundo entero.
Dios usó aquella calabacera como una lección objetiva para enseñar a Jonás esta importante verdad: Si Jonás pensaba tener razón al enojarse por la pérdida de una PLANTA para cuya existencia no había contribuido nada.

¿No era correcto que Dios  mostrase amor, e  interés por el pueblo de Nínive, el cual ÉL había Creado?

Joya Bíblica.
¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil [120,000] personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales? (Jonas 4:11).



Lección 2

MOISÉS:
(Números 11:1-35)

“Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal”.

I.       LOS TEMORES DE MOISÉS:


La amargura de la queja de Moisés recuerda similares protestas de otras figuras del AT: Elías (1 R.19:4), Job (Job 3:20-21) y Jonás (Jonas 4:3). Es importante notar que ellos no consideraban sus muertes como una prerrogativa propia. En todo momento Dios, misericordiosamente, rechazó sus peticiones.

1. El Fuego En Tabera: Núm. 11:1-3:
El pueblo se queja, la primera de tres quejas mencionadas en el viaje entre Sinaí y Cades (11:1-3, 4-6; 12:1, 2). Quizá la queja aquí tiene que ver con las condiciones en el desierto inhóspito, aunque no se da la razón específica. Aparentemente la queja fue contra Dios, porque dice que se encendió la ira de Jehová. Un fuego de Jehová ardió contra ellos y consumió un extremo del campamento. No dice si consumió solamente tiendas y posesiones o si quemó algunas personas. El pueblo clama a Moisés, él intercede con Dios, y el fuego se apaga. El nombre Tabera (incendio) recuerda el incidente.

2. La provisión de las codornices, Núm. 11:4-35:
Como en el viaje desde Egipto hasta al monte Sinaí, el pueblo se queja de la falta de comida, y Dios la provee (ver Ex. 16). Pero esta vez Dios manda una plaga como castigo junto con las codornices. Según Num.11:34, este incidente tuvo lugar en Quibrothataavah (ver 33:16).

3. La Queja Del Pueblo. Núm. 11:4-9.

a. La Queja, Núm.11:4-6.
Comienza con el populacho, probablemente gente extranjera mezclada con los hijos de Israel (ver Ex.12:38). Se dejan llevar por un anhelo sensorial desmedido. Están aburridos del maná que Dios ha provisto desde hace un año, y quieren carne. (No se menciona nada aquí del ganado del pueblo; ver Ex.12:32; 12:38; 17:3; 34:3.) Las frutas y verduras y el pescado mencionados aquí dan un fiel reflejo de la dieta de Egipto. Vemos en el versículo la tendencia de anhelar los “buenos días de antaño”. Ver también 11:18b, 20b; comparar Ex.16:2-3. En vez de mirar adelante a la tierra prometida y el bien que Jehová les ha de hacer (Ex.10:32), el pueblo está mirando atrás a Egipto y quiere volver. Demuestra una y otra vez la misma falta de fe y la misma rebeldía contra el plan de Dios hasta quedarse al fin rechazado por Dios.

b. El Maná Núm. 11:7-9.
Se da una descripción del maná y de las maneras en que el pueblo lo preparó; comp. Ex.16:14; 16:31. Muchos han intentado explicar el maná como la exudación de un árbol o la secreción de insectos. Aun si Dios eligió usar algún proceso natural para proveer el maná, tenemos que admitir que la provisión regular y copiosa era milagrosa. A la vez, parece que ninguna de las explicaciones ofrecidas satisface todo lo que los pasajes bíblicos dicen en cuanto al maná. Tenemos que reconocer que Dios es soberano y que puede usar métodos naturales, sobrenaturales, o cualquier combinación de los dos, a fin de cumplir sus propósitos.

c. La Queja De Moisés, Núm. 11:10-15.
Las quejas del pueblo causan la ira de Dios y la desesperación de Moisés (v. 10). Moisés se queja amargamente con Dios del pueblo. Antes, en 10:29-32, Moisés habló del bien que Jehová había de hacer; ahora se queja de que Dios le ha hecho mal (v. 11). El v. 13 demuestra que la causa inmediata de la frustración de Moisés es la demanda del pueblo por la carne.
Aunque el capítulo trata de dos temas:
·      La provisión de carne, y
·      La provisión de líderes dotados con el Espíritu para ayudar a Moisés.

Vemos Que Los Dos Están Relacionados:
No hay necesidad de ver aquí una combinación de dos relatos diferentes como algunos han pensado. Moisés dice que no puede soportar más el pueblo y aun pide morir (vv. 14, 15).

“No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía… Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte[1], si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal”.

NOTA: La amargura de la queja de Moisés recuerda similares protestas de otras figuras del AT: Elías (1 R.19:4), Job (Job 3:20-21) y Jonás (Jon.4:3). Es importante notar que ellos no consideraban sus muertes como una prerrogativa propia. En todo momento Dios, misericordiosamente, rechazó sus peticiones.

Parece que está deprimido y sintiendo lástima de sí mismo. Muchos líderes espirituales se sienten así en algunas ocasiones (ver 1 R.19:4; 19:9; 19:14; Job 3:1-26; Jr.20:14-18). Debemos hacer como Moisés y estos otros en llevar la carga al Señor y esperar su provisión.

4. La Respuesta De Dios, Núm.11:16-23.

a. Las Promesas Divinas, 11:16-20.
Dios responde a la queja de Moisés prometiendo tomar algo del espíritu que está en él (el Espíritu de Dios) y ponerlo en 70 de los ancianos para que ayuden a Moisés en llevar la carga del liderazgo del pueblo, Núm.11:16-17. (Ver Ex.24:1; 24:9, para otras referencias a 70 ancianos.)
Es difícil determinar la relación entre Ex.18:13-26 y Núm.11:16-17; 11:24-30. Algunos los ven como relatos dobles, pero hay diferencias importantes entre los dos pasajes.
Un intérprete dice que en Éxodo 18 Moisés actuó precipitadamente y en contra de la voluntad de Dios, mientras que aquí Jehovah le manda señalar algunos ancianos para ayudarle. Pero no encontramos ninguna base para esta petición; notar el consejo de buscar la voluntad de Dios en Ex.18:19; 18:23.
Algunos consideran que 70 de los ancianos elegidos en Éxodo 18 aquí reciben el Espíritu de Dios para servir con nuevo poder.
Otros creen que además de escuchar pleitos, estos 70 ancianos aquí reciben más responsabilidad en la administración diaria del pueblo. Por eso, necesitan una dotación especial del Espíritu de Dios para capacitarles por sus nuevas tareas.
En 11:18-20, Dios responde a la queja del pueblo prometiendo proveer carne hasta que sobreabunde.

c. La Incredulidad De Moisés, 11:21-23.
Moisés mismo tiene dudas, pero Dios responde: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Moisés no es el único gran hombre de Dios que tiene dudas (ver Jr.32:25-27). Demuestra que el hombre de fe no es necesariamente uno que nunca tiene dudas, sino uno que permanece fiel y obediente a Dios a pesar de sus dudas.

d. Los Ancianos Profetizan, 11:24-30.
Cuando Dios pone su Espíritu sobre los 70 ancianos, ellos “profetizan”. Aparentemente se refiere aquí a un tipo de hablar extático como evidencia de la presencia y la capacitación del Espíritu de Dios sobre ellos (comparar 1 Sam.10:6-13; 19:20-24). Pero estos hombres no se llaman profetas porque “profetizan” solamente en esta ocasión. (Ver v. 25b RVA, no continuaron haciéndolo o no lo hicieron más. RVR-1960 “no cesaron”, no es correcta).

5. Las Codornices, 11:31-35.
Ahora Dios cumple la promesa de proveer carne al mandar las codornices. Comp. Ex.16:13, que algunos ven como un relato doble. Pero debe notarse que esta ocasión es un año después de lo relatado en Éxodo 16. Las dos ocasiones están en la primavera, el segundo mes del año (Ex.16:1; Num.10:11; 10:33).
En el Manual Bíblico Ilustrado se indica que ese era el período de las migraciones de las codornices y que a veces descendieron grandes cantidades de ellas en la región del Sinaí, tan cansadas por su largo vuelo que habría sido muy fácil aprenderlas.
La Vulgata y algunos intérpretes judíos interpretaron la altura de dos codos (v. 31) para indicar que las codornices volaron a esa altura sobre el suelo. Otros entienden que había pilas de codornices hasta una altura de dos codos (90 cm.)

El pueblo se dedica a recoger las codornices, cada uno juntando por lo menos diez homeres o unos 2,200 litros (v. 32, nota). Pero lo que empezó como una bendición termina como un juicio, porque después de proveer la carne, Dios castiga al pueblo.
El texto aquí no da la razón por la ira de Jehová; puede ser o por la murmuración y la falta de fe anterior del pueblo (Num.11:19-20) o por su avaricia en recoger una cantidad tan grande (Num.11:32; 11:34). La glotonería del pueblo revela que todavía tiene una preocupación con lo sensorial. Además, probablemente indica una falta de fe en la provisión de Dios para las necesidades del pueblo en el futuro. La plaga que Dios manda aparentemente mata a muchos; por eso se llama el lugar Quibrothataavah (“Tumbas de la gula”; ver nota de la RVA).
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[1] harag = (חָרַג, H2026), «matar, destruir». Este término es de uso corriente en hebreo moderno, como verbo y nombre, para expresar la idea de «matar». Debido a que se encuentra unas 170 veces en el Antiguo Testamento indica cuánto se usa este vocablo para expresar la idea de «quitar la vida» de personas y animales. Harag aparece por primera vez en el Antiguo Testamento en la historia de Caín y Abel (Gn.4:8; 4:14-15).
Son contadas las veces que la palabra indica matar premeditadamente: asesinar. Se usa más bien para referirse a «matar» y sacrificar animales, así como a la violencia interpersonal despiadada. Harag no es el término usado en el sexto mandamiento (Ex.20:13; Deut.5:17). El vocablo que se utiliza es ratshaj, que indica matar a propósito. De ahí que el mandamiento se debe traducir: «No asesinarás» (como lo hacen varias traducciones modernas en inglés).
El vocablo harag a menudo se refiere a matanza general, durante y después de una batalla (Num.31:7-8; Jos.8:24; 2 Sam.10:18). Pocas veces se usa el término para denotar el acto de «matar» por orden divina. En estos casos es más común el uso de la forma causativa del verbo «morir» (mût). En términos generales, harag indica el aspecto violento, destructivo, de «matar», incluso a un viñedo con granizo (Salm.78:47).

Véase ------> Parte II:





2 comentarios:

  1. Gracias muy hermoso el tiempo que se dan para ayudarme a seguir creciendo espiriyualmente felicitaciones muy hermoso

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  2. Dios siga guiandolos para edificacion de nuestras incertidumbres

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