Parte II
LA VISIÓN DE DIOS:
(Ez.1:4-28)
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
III. LA EXPANSIÓN RADIANTE: 26-28:
Las otras partes de esta visión no eran
sino el prefacio. En ellas Dios se daba a conocer como Señor de los ángeles y
supremo director de todos los asuntos de este mundo inferior. Pero ahora que el
profeta va a recibir una revelación de Dios mismo, hemos de mirar por encima de
los seres vivientes y de las ruedas.
NOTA: 1: 26-28: La descripción
sugiere que Ezequiel vio un resplandor de fuego que tenía una apariencia humana
y que él sabía que era viviente y personal (compare Jn.1:18). Si bien las
apariciones de Dios en tiempos del AT., eran deslumbrantes, no podían efectuar
la Redención. Dios, no sólo aparece como hombre sino que se hace hombre en la
Encarnación de Jesucristo para hacer posible Su Muerte; cosa esencial para la
obra de Redención.
Juan 1:18: A Dios nadie le
vio jamás. I, es, puesto que Dios es Espíritu (Jn.4:24), nadie ha visto jamás a
Dios en Su esencia, Su ser espiritual. Con todo, asumió formas visibles, que
los hombres vieron en tiempos del AT. (Gn.32:30; Ex.24:9-10; Jue.13:22; Is.6:1;
Dn.7:9). Y en Jesús los hombres pudieron ver a Dios (Jn.14:8-9). Cristo da vida
(1:12); revela (vv.14, 18); da gracia y verdad (vv.16-17).
1. Nótese Las Semejanzas De Esta Porción Con
Apocalipsis 1:12-17:
Ezequiel, al oír la voz que salía de
encima de la bóveda, miró, como Juan en Apocalipsis 1:12, 13, y vio “como la figura
de un trono que parecía de piedra de zafiro” (v.26, compare con Éxodo
24:10; Is.6:1; Dn.7:9; Ap.4:2). Es un trono de gloria, de triunfo, de gracia,
de gobierno y de juicio.
2.
Sobre El Trono Vio (v.26):
“una semejanza como la apariencia de un hombre sobre él, en lo
alto”
(lit.). Feinberg hace notar que “son
nueve las veces que el vocablo “semejanza”
se menciona en este capítulo”. Pero hay un detalle que a este traductor se
le antoja extraordinario: Había de esperarse que en un libro profético del
Antiguo Testamento no se mencionase ni siquiera “la apariencia de un hombre” al
hablar de Dios, al ser así que en libro profético del Nuevo Testamento se evita
cuidadosamente la mención de ninguna apariencia de hombre al hablar del que está
sentado en el trono (Ap.4:2, 3).
La
razón no puede ser otra que la siguiente: El que aparece “sobre la
figura del trono” en Ezequiel 1:26-28 no es otro que el Cristo pre
encarnado, por medio del cual Jehová-Dios va a comunicar a Ezequiel su mensaje.
Una vez encarnado todos los detalles con que se describe al que está en el
trono coinciden con lo que Juan vio en Apocalipsis 1:12-17, atribuido a
Jesucristo. Por tanto, ya puede quedar Dios el Padre, en Apocalipsis 4:2 y ss.,
en su absoluta transcendencia (compare con Juan 1:18; 14:9), ya que tenemos a
uno semejante al Hijo del Hombre (Ap.1:13).
3. Ezequiel Vio A Continuación (v.27):
“Como el color –u ojo- del electro (lo mismo que en 1:4; 8:2),
como la apariencia de fuego en derredor envolviéndolo”. Refiriéndose a
la división descrita en el versículo 27, “… de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo…”.
Dice M. Henry: “Lo de arriba era
interior y envuelto. Lo de abajo era exterior:
· Algunos piensen
que lo primero significa la naturaleza divina de Cristo, escondida dentro del
color del ámbar (es decir, del electro); esto es lo que ningún hombre ha visto
ni puede ver.
· Lo segundo supone
que es su naturaleza humana, cuya gloria
fue vista por algunos… (Jn.1:14)”.
En una línea parecida, dice Maimónides
cosas tan interesantes como éstas (Guía, III, 7, citado por Fisch):
Es también digno de notarse que la
apariencia de hombre sobre el Trono está dividida, y es la parte superior como
el color de jashmal, y la parte
inferior como la apariencia de fuego…
Ahora considera cómo afirmaron claramente los sabios que la apariencia dividida
de hombre no representa a Dios, quien está sobre toda la carroza, sino que
representa una parte de la Creación.
Asimismo dice el profeta: ésta era la
apariencia de la semejanza del SEÑOR (los judíos evitan nombrar a Jehová –nota del
traductor-); pero la gloria del SEÑOR es diferente del SEÑOR mismo.
Basta leer Filipenses 2:6 y Hebreos 1:3 (“siendo el
resplandor de su –de Dios- gloria”) para ver hasta qué punto tales “sabios” judíos
llegaron a ser casi cristianos.
4. El Trono Estaba Aureolado Por Algo:
“semejante al arco iris (v.28) que aparece en las nubes el día
que llueve”
(v. el comentario a Gn.9:13 y compare con Apocalipsis 4:3; 10.1). Así como es
un alarde de majestad, es también prenda de misericordia, pues es confirmación
de la benigna promesa que Dios tiene hecho. Ahora que el fuego de la ira de
Dios fulguraba contra Jesucristo, se podía mirar al arco iris y recordar el
pacto, como prometió en referencia al pacto con los patriarcas (Lv.16:42).
5. Como En El Caso De Juan (Ap.1:17).
Ezequiel (v.28c) se postró sobre su
rostro, abrumado por lo que había visto, lo cual, a su vez, sólo tenía por
objeto prepararle para escuchar lo que iba a oír: “y oí la voz de uno que hablaba” (lit.).
Lofthouse hace notar, citado por Fisch,
que “la
reticencia al final del versículo es digno de especial atención después de la
abundancia de los detalles precedentes”.
6. Nada Mejor Para Terminar El Comentario A Este
Difícil Capítulo 1 de Ezequiel Que Transcribir Lo Que Dice Feinberg Al Final De
Su Comentario Al Presente Capítulo, Bajo El Epígrafe:
“¿Cómo se refiere todo esto a nosotros?”. Dice así:
Cuando el lector corriente de la
Escritura llega a un pasaje como Ezequiel 1, puede a veces pensar que las
materias bajo consideración están muy alejadas de su vida y servicio. Pero lo
contrario es lo cierto.
Justamente como Ezequiel fue un
mensajero fiel por Dios, que advirtió del juicio para los incrédulos, y aseguró bendición para
los creyentes, así también nosotros hoy tenemos el privilegio sin par de
convocar a todos los hombres a la verdad en Cristo el Señor.
Si hemos tenido alguna vez una visión de
la Santidad y Majestad de nuestro Dios, ¡cómo podemos dejar de proclamar Su Mensaje de urgencia
para los perdidos! Si somos fieles, Él ha prometido llamar a un
remanente de entre todos los pueblos. ¡Ojalá sea llevado a cabo este cumplimiento en nuestras
vidas!
Concluyo:
Como
Ezequiel no tenía fuerza propia, el Espíritu entró en él. Dios se
complace en su gracia de obrar en nosotros lo que sea que requiera de nosotros.
El Espíritu Santo nos pone de pie inclinando nuestras voluntades a nuestro
deber. Así, pues, cuando el Señor llama al pecador que se despierte, y atienda
a los intereses de su alma, el Espíritu de vida y gracia trae el llamamiento.
Ezequiel
es enviado con un mensaje a los hijos de Israel. Muchos podrían
tratar con desprecio este mensaje, pero debieran saber por el acontecimiento,
que un profeta había sido enviado a ellos. Dios será glorificado y su palabra
honrada, sea sabor de vida para vida o de muerte para muerte.
___________
Notas Y Bibliografía:
[1] H3742 כְּרוּב =
kerúb: de derivación incierta; querub o figura imaginaria:-
querubín, [plural] querubines.
[2]
H120 אָדָם =
adám: de H119; rojizo, i.e. un ser humano
(individuo o la especie, humanidad, etc.):- Adán, común, gente, humano, persona, varón.
(Strong).
[3] H5695
עֵגֶל
= éguel:
de lo mismo que H5696; ternero (macho, como retozando alrededor), espec. uno
casi becerro (i.e. toro):- becerro, novillo.
[4]
H7794 שׁוֹר = shor: de H7788; buey (como viajero):- becerro, buey,
toro, tocar, vaca, pared [por error por H7791].
[5]
H5404 נֶשֶׁר = nésher: de una raíz que no se usa que
sign. lacerar; águila (o algún otra ave grande de rapiña):- águila.
(Strong).
-
Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the. LEDD.
- MATTHEW, Henry. Comentario Bíblico. Edit.
Clie. Págs. 900-902.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
16//06//2016.
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