Parte I:
Diego
Thompson:
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
1. Primer Misionero Evangélico En
Latinoamérica:
James Thompson (Más conocido como Diego
Thomson) (Creetown, 1 de septiembre de 1788 - † Londres, 25 de febrero de 1854)
fue un pastor Bautista y educador, escoces que recorrió Latinoamérica en el
siglo XIX, para promover el sistema de educación lancasteriano en las nuevas
naciones hispanoamericanas y para predicar el evangelio y los principios
cristianos. Thompson en su labor como misionero trajo la Biblia en la lengua de
los pueblos americanos y promovió su lectura.
2. Biografía:
Nació en el puerto Creetown al suroeste
de Escocia en el condado de Dumfries and Galloway. Sus padres fueron William
Thompson y Janet Burnet; él fue el tercer hijo de la pareja. Su padre fue
director de una escuela y secretario consistorio de la iglesia presbiteriana.
Estudió Idiomas y fue colportor (un
difusor y vendedor Biblias y tratados) de la Sociedad bíblica británica.
Durante las Guerras Napoleónicas entre Francia e Inglaterra, fueron
encarcelados setenta oficiales franceses en el Castillo de Edimburgo, Thompson
en su labor como pastor los visito y les sirvió de intérprete. Después de la
guerra, en 1817 su colega Roberto Haldane le pidió que lo acompañara en su
labor misionera en Francia sin embargo se le cerro esa puerta y fijo su mirada
a los países sudamericanos.
3. En Sudamérica:
Se embarcó en 1818 desde la ciudad de
Liverpool rumbo a Sudamérica, como misionero, para llevar el mensaje de Dios, y
como educador para fundar escuelas públicas e implantar el Sistema de educación
Lancaster creado por Joseph Lancaster (En que los alumnos más aventajados
actuaran como monitores para enseñar a leer y escribir a otros alumnos).
1)
Argentina:
Llega al puerto argentino de Buenos
Aires el 6 de octubre de 1818 en tiempos en que las naciones hispanoamericanas
luchaban por su independencia, estableció muchas escuelas públicas, por eso el
cabildo de buenos aires lo nombro director general de las escuelas en
reconocimiento a su labor.
2)
Uruguay:
También
recorrió la ciudad de Montevideo donde estableció otra escuela.
Promovió
la lectura de la Biblia como libro de estudio. Empezó a
predicar la palabra de Dios y repartió Biblias a la población, esto molesto a
la Iglesia católica, ya que se tenía prohibido que la Biblia fuera leída por el
común de las personas, solo era permitido al clero, también por que la Biblia
protestante no tenía los libros deuterocanónicos como en la biblia católica.
Diputado Amarilla: “Cien años de la obra Bautista
en Uruguay”:
Compartimos
la ponencia del diputado Gerardo Amarilla el miércoles 5 de octubre en la
Cámara de Representantes con motivo del homenaje a los “Cien años de la obra Bautista en Uruguay”.
También
hicieron uso de la palabra los legisladores Andrés Lima (Frente Amplio), Germán
Cardoso (Partido Colorado), y Daniel Radío (Partido Independiente).
Reproducimos Textualmente Las palabras Del Diputado
Amarilla:
Fue un 13 de
agosto de 1911, en una casa ubicada en la entonces llamada calle Estanzuela
número 132 (hoy Gonzalo Ramírez entre Minas y Tacuarembó) que se realizó una reunión de un pequeño
grupo de constituido por seis cristianos, formados en la doctrina evangélica
bautista, y que decidieron constituirse como la Primera Iglesia Evangélica
Bautista del Uruguay.
La historia
de los hermanos bautistas en el mundo se remonta a la reforma radical del Siglo
XVI y su posterior extensión misionera a Holanda, Inglaterra y Norteamérica, a
principios del siglo XVII. El nombre de “bautistas”
proviene de la práctica de rebautizar por inmersión a los fieles, entendiendo
que debe cumplirse con ese mandamiento cuando se tiene conciencia y voluntad de
hacerlo, o sea de adultos convertidos.
La primera
presencia bautista en nuestro país fue el pastor escocés Diego Thompson, quien
visitó Montevideo en 1821 para entrevistarse con Dámaso Antonio Larrañaga y
promover e instalar por el sistema “lancasteriano” un plan piloto de
educación popular, poniendo al alcance de todos los niños la educación pública
y gratuita.
Fueron Jaime
Quarles y su esposa Elena, Epifanía de González y sus tres hijos, fueron esos
pioneros que hace 100 años pusieron el punto de partida formal de la obra
bautista en nuestro país.
De aquella
primera congregación, establecida hace 100 años, rápidamente se extendieron
varias iglesias y obras por todo el territorio nacional, primero en Montevideo,
luego en las colonias de emigrantes, fundamentalmente en el litoral y posteriormente
por todo el país.
Sin intentar hacer un exhaustivo detalle de todos
los aportes realizados por la Obra Bautista a nuestra sociedad, tan sólo
señalaremos algunos de los puntos fundamentales de la influencia que han
ejercido en estos cien años:
– En lo
referente a obras comunitarias, sociales y educativas, durante estos cien años
los bautistas han contribuido al país con la fundación de escuelas, jardines de
infantes, guarderías, comedores para necesitados, distribución de alimentos y
ropas, instalación de centros deportivos, hogares de ancianos, bibliotecas,
policlínicas, centros de atención psicológica gratuita, apoyo a tareas
comunitarias y otras instituciones como Alcohólicos Anónimos, servicios de
apoyo y consejería en hospitales y cárceles, instalaciones para campamentos de
niños, jóvenes y familias. Todo esto como fruto de una fe que se entiende solo
como viva si se trasunta en obras de amor al prójimo.
– También resulta importante destacar la influencia
en políticas públicas y allí debemos en primer término el tema de la separación
de iglesia y Estado. Así como el antecedente del Pastor Thomson y su promovido
legado de educación popular también debemos destacar el antecedente de Pablo
Besson quien arribara al país en 1882 y contribuyó en la defensa pública de la
necesidad de separar la Iglesia del Estado como forma de garantizar la laicidad
bien entendida de respetar, reconocer y promover la libertad de cultos en el
territorio nacional.
– También ha
constituido un pilar la defensa de la integración de la familia tal como se
concibe desde la creación y con el propósito de perpetuación de la especie, en
una sociedad sana y sólida, principio recogido en nuestra Constitución. El
artículo 40 de la misma establece la importancia de la familia como base de la
sociedad y la importancia de que el Estado vele por ella ya que se le reconoce
como ámbito natural para la formación de los hijos dentro de la sociedad.
– Otro pieza
fundamental de la doctrina bautista en relación a la determinación de políticas
públicas es la defensa de la vida humana. Sin condicionamientos ni
relativismos. La defensa y la protección desde la concepción misma y hasta la
muerte del ser, no aceptando la justificación en ningún caso para que otro ser
humano o la sociedad toda puedan arrebatarla. Esta defensa de la vida no solo
se limita a la existencia misma del ser sino que también a contribuir en el
goce del derecho integral, apoyando y tendiéndole la mano a los más desvalidos.
– Todas estas posturas como otras que han sostenido
los bautistas respecto a cuestiones públicas con una cosmovisión cristiana, lo
han hecho también desde una postura propositiva, de construcción y no
reaccionaria; intentando ofrecer soluciones a los problemas que aquejan a la
sociedad, con la misma preocupación que plantaba el reverendo bautista Martin
Luther King jr., quien nos decía que “lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino
la pasmosa pasividad de los buenos”.
– Resulta
una nota particularmente destacable la forma de organización interna que
aceptando la autoridad del Señor Jesús estas congregaciones se gobiernan
autónomamente y por soberanía radicada en sus miembros. Esto contribuye a la
afirmación de valores democráticos, de educación ciudadana y de transparencia
en todos los asuntos relacionados a lo administrativo y financiero.
– Doctrinalmente los Bautistas sostienen que Las
Sagradas Escrituras son la única norma de fe y práctica de los creyentes.
Hay confesiones que son solamente guías
para su interpretación y no tienen autoridad alguna sobre la conciencia, son
declaraciones de convicciones religiosas basadas en las Escrituras pero no
pueden ser usadas para impedir la libertad de pensamiento, reflexión e
investigación personal de la Biblia. Y
fundamentalmente debemos hacer la referencia a la doctrina de la salvación como
redención integral del hombre se basa en la justificación solo por la fe en
Jesucristo, único y suficiente Salvador.
Hoy cuantitativamente
tal vez podamos medir a esta denominación que integra el conjunto de iglesias
evangélicas en el país, que supera las 70 iglesias instaladas, con unas 115
obras en anexos y más de 6,000 miembros activos. Pero más importante que las
cifras y casi que imposible de cuantificar es el activo social que esta
congregación, seguramente junto a muchas otras, le ha aportado a nuestra
sociedad.
Hombres y
mujeres, jóvenes y niños, que viven de acuerdo a la doctrina de la Biblia
cumpliendo los mandamientos de la ley mosaica y tratando de encarnar en la vida
cotidiana el maravilloso ejemplo de Jesús de Nazaret que como él mismo resumía
se sintetiza en “Amar
al prójimo como a sí mismo”.
Esposos que
son fieles a su cónyuges, padres y
madres responsables y dedicados integralmente a la crianza de sus hijos,
jóvenes alejados de los vicios, vidas contenidas y alejadas de la depresión, obreros fieles a su labor, patrones sensibles
y responsables de sus obligaciones, ciudadanos conscientes y respetuosos de las
leyes, en fin, personas que tratan de vivir cada día de acuerdo a una ética,
que tienen resuelta por la fe uno de las mayores incógnitas del ser humano, la
certeza de la vida eterna.
En estos 100
años queremos brindar un homenaje a aquellos misioneros que dejaron sus
tierras, sus familias, tal vez sus privilegios para venir a este país y sembrar
la semilla de buenas nuevas, amor, paz y salvación; a los que recogieron esas banderas entre
nosotros y en nuestro propio país se dedicaron y se dedican a la obra, en la
mayoría de los casos honorariamente; a los que sintieron el llamado misionero y
desde el Uruguay partieron a otros países y otros continentes a compartir el
mensaje de esperanza que recibieron. En suma, a todos aquellos que como el
Apóstol Pablo pueden decir que han peleado la buena batalla, han acabado la
carrera y han guardado la fe y ahora esperan en la patria celestial la corona
que les tiene preparada nuestro Señor justo.
3)
Chile:
En 1820 fue invitado a Chile por el
libertador Bernardo O’Higgins, se le ofreció 1,200 pesos anuales para que
fundara escuelas públicas en chile. Thompson acepto la oferta. Llega en julio
en 1821 a chile donde lo recibe el General O'Higgins. El Gobierno le entrego la
capilla de la real universidad de san Felipe y la habilito para su nuevo uso.
El Nuevo Testamento sirvió como libro de estudio y comenzó a predicar sobre la
Biblia y de Dios en los colegios.
También por vez primera se empezó a leer
la Biblia en las escuelas de esa ciudad, por supuesto que en las
lancasterianas. En 1821, O’Higgins apoyó decididamente que se gestionara la
implementación del método de enseñanza mutua “para dilatar hacia todos los puntos de
Chile la Enseñanza en todas las clases, especialmente la más numerosas e
indigentes”. En el mismo año, el gobierno de Chile, a través del
Ministro Miguel Zañartu, ofreció a Diego Thompson la suma de mil doscientos
pesos anuales, con el propósito de fundar un colegio lancasteriano, que como
señalamos, se basaba en que los alumnos más aventajados enseñaban a los demás,
y así se podía suplir la carencia de maestros. Thompson, que estaba residiendo
en Argentina, aceptó el contrato que se le ofrecía.
Demuestra el profundo interés del
gobierno de Chile en mejorar la educación de sus nacionales. Tenemos que tener
presente que con el método de enseñanza mutua solamente se enseñaba a leer, a
escribir y los principios de la aritmética. Otra muestra de la buena aceptación
que el método tuvo en Chile está en que, en 1822, el gobierno, mediante decreto
supremo, creó una Sociedad Lancasteriana, para difundir el método en nuestro
extenso territorio. En la Sociedad se inscribieron connotados personajes, como
señala la siguiente lista de miembros:
Bernardo O´Higgins, Manuel de Salas, Domingo Eyzaguirre, Joaquín Campino,
Francisco García Huidobro, entre muchos más. Thompson era cuáquero.
Se
fundaron varias escuelas lancasterianas en nuestro país: dos en
Santiago, una, con 200 alumnos, otra anexa al Instituto Nacional, con 150
estudiantes; otra en Valparaíso creada por el gobernador Domingo Eyzaguirre con
150 alumnos y finalmente una en Coquimbo. Esta información nos indica que el
método no alcanzó a ser masivo en su aplicación, pero dejó hondas huellas en la
pedagogía naciente de Chile. El Decreto del 22 de noviembre de 1821, señala que
todos los preceptores debían asistir por rigurosos turnos a recibir instrucción
en los nuevos métodos propiciados por Thompson, bajo pena de perder sus cargos
si así no lo hacían.
Se creó además el primer silabario
metódico que empezaría a usarse en las escuelas del Estado, siendo éste un
trabajo de Diego Thompson y se fundó una escuela normal lancasteriana, que
constituye la primera creación de una institución dedicada a la formación de
maestros en nuestro país.
Thompson estuvo en Chile un año, según
lo estipulado en el contrato. A fines de 1821 llegaba Anthony Eaton, también
contratado por el Gobierno de Chile para continuar la obra de Thompson. Antes
de dejar Chile, Thompson recibió el siguiente reconocimiento: “El ciudadano
Bernardo O’Higgins... Director del Estado de Chile, atendiendo el notorio
patrimonio de Don Diego Thompson, natural de Inglaterra, y al relevante mérito
que se ha labrado en Chile como director de escuela de enseñanza mutua, según
el sistema de Lancaster, establecido en esta capital en la Normal y otras que
se han abierto... he venido en declarar, como declaro, por ciudadano chileno...
Dado en el Palacio Dictatorial de
Santiago de Chile a 31 de mayo de 1822.
4)
Perú:
En 1822 el General José de San Martín lo
llamo para que en Perú aplicara el mismo sistema de educación. Antes de
retirarse a Perú, el 31 de mayo de 1822, O’Higgins le dio la ciudadanía chilena
por sus aportes.
Llega al puerto del Callao el 28 de
junio de 1822 y es recibido por Bernardo de Monteagudo. Llega a Lima y se entrevista
con San Martín, quien lo recibe amistosamente. El 6 de julio se creó la primera
Escuela Normal del Perú y Thompson es nombrado como su director. Por decreto el
convento de Santo Tomas fue desalojado para que se fundara la nueva escuela.
Vendió 500 biblias. Quiso traducir la Biblia a la lengua quechua para los
peruanos que hablaban ese idioma también al Aymara. Tras el avance realista
Thompson partió a Trujillo donde se trasladó el gobierno peruano. Después de
ser liberada la capital, nombrado el congreso y disuelto el senado, Thompson
regreso a Lima. Empezó a traducir el nuevo testamento al quechua y en 1823 ya
había traducido las dos epístolas de Pedro y hechos de los apóstoles.
Thompson tuvo planes de fundar una
escuela para mujeres. Conoció al libertador Simón Bolívar que había llegado al
Perú, eso fue muy favorable para Thompson porque bolívar decreto que se
establecieran escuelas públicas en cada capital provincial. Ya había terminado
toda la traducción del Nuevo Testamento había dejado el manuscrito en manos de
un amigo. Pero la única imprenta estaba en el callao, se le imposibilito
imprimirlo y lamentablemente la traducción se perdió.
Como en
tantos otros países de la América Latina, el precursor del protestantismo (lo presentan así ya que a todos los
evangélicos por ser contrarios a la
iglesia popular) en el Perú, el pastor bautista Diego Thompson escocés, quien
llegó al país el 28 de junio de 1822 por invitación de José de San Martín. Este
hizo desalojar un convento para que Thompson estableciera en él una escuela
lancasteriana. Con la ayuda de un sacerdote llamado José Francisco Navarrete
reunió a doce personas que, por espacio de cuatro semanas, fueron todos los
días a la casa de Thompson para capacitarse en el sistema lancasteriano,
organizó dos escuelas en el país y
distribuyó cientos de Biblias. En términos generales, su trabajo fue bien
recibido por la población y por la casi totalidad del clero, que no se apuso a
la venta pública de las Escrituras. De hecho, el principal obstáculo con que
tropezó parece haber sido la lentitud con que llegaban las Biblias desde la
Gran Bretaña.
Debido a su inspiración, se tradujo al
quechua el Evangelio de San Lucas. Por fin, en septiembre del año 1824,
debido a la ocupación española y a su deseo de visitar el Ecuador y Colombia.
En el año 1847 Navarrete le escribió a Thompson, que desde la salida de éste
del Perú se habían establecido más de treinta colegios lancasterianos, las
cuales siguieron funcionando como tales hasta 1850, cuando Ramón Castilla
reorganizo el sistema educativo.
Thompson
partió del Perú, dejando tras sí personas encargadas de la distribución de la
Biblia. Solo hacia el final de su vida, pidió en 1852 que los protestantes le
ayudaran a establecer una sociedad misionera para Sudamérica. Pero su muerte,
dos años después, frustró esos planes. (Ver Apéndices n° 4-5).
La historia de los Bautistas en el Perú
se inicia con la llegada del pastor Diego Thompson en 1822. “…col portor
escocés y bautistas, quien… no sólo vendía grandes cantidades de Biblias sino
que también establecía “Escuelas Lancasterianas” en que el texto principal era la Biblia. Estas escuelas gozaron del
apoyo de los libertadores San Martín y Bolívar”. (Pensamiento
Cristiano junio 1966. Pág., 102).
“Diego Thompson era muy conocido en
Argentina y Chile como pedagogo notable, propagandista del sistema
lancasteriano de la enseñanza. Fue invitado al Perú por el General San Martín…
y su Ministro Monteagudo, para que estableciera en nuestro país, la instrucción
popular. Fundó escuelas en Lima y se dedicó, además a la distribución de
Biblias. Realizó una notable labor
educacional, contando con el apoyo de las autoridades republicanas…
Permaneció en el país hasta setiembre de 1824. Su actividad fue punto de
partida para muchos adelantos en materia de educación, así como para la gran
difusión de la Biblia”. (La Prensa de Lima 23 marzo de 1971.
El Dr. Jorge Basadre, dice: “El gobierno
de San Martín le dio al Perú la Escuela Normal (Decreto de 06 de julio de
1822). Su dirección fue confiada a Diego Thompson, pedagogo del sistema de
enseñanza lancasteriana, que era, a la vez misionera de la Sociedad Bíblica
Británica… En el sistema lancasteriano los alumnos más adelantados enseñaban a
los principiantes… Pero las dificultades bélicas, políticas y económicas
obstaculizaron la labor de Thompson y éste se retiró del Perú en 1824
dirigiéndose al Ecuador”. (Historia de la República Tomo I, pág.
238).
A la salida de Diego Thompson del Perú
en 1824, por casi un siglo el país se quedó sin testimonio de la fe bautista.
No sabemos cuál sea la razón.
5) Colombia:
En 1824 viaja a la Gran Colombia donde lo recibe el general Francisco de Paula
Santander. Se instala en Guayaquil a
principios de octubre. Recorrió Quito-Ecuador,
Popayán y Bogotá. En marzo de 1825 funda la sociedad bíblica colombiana.
6) En México y el Caribe:
En 1827 por orden de las sociedades
bíblicas británicas viaja a México, llega a Veracruz con su esposa el 2 de mayo
y llevo consigo 300 biblias y 1,000 nuevos testamentos para repartirlos.
Entabló amistad con el político liberal y sacerdote mexicano José María Luis
Mora, dos meses después pidió a Londres otras mil biblias y mil nuevos
testamentos, a pesar de que la prensa y de la iglesia católica prohibía la
lectura de la biblia algunos sacerdotes aceptaron la lectura de las sagradas
escrituras y que se fundara las Sociedad Bíblica Mexicana. Mora dirigía el
periódico El Observador de la Republica donde animo al pueblo a leer la Biblia
y estudiarla.
Entre 1833 y
1837 viajo por el Mar del Caribe,
visito Haití donde recomendó a las
sociedades bíblicas en Londres traducir la Biblia al haitiano. Gracias a
Thompson se fundó la Sociedad Bíblica de Haití,
luego recorrió las Antillas. En Cuba regalo biblias a los esclavos
negros, pero las autoridades acusaron a Thompson de incitarlos a revueltas, por
lo que tuvo que irse a Canadá, en
1838 comenzó a evangelizar a los indígenas Chippewa, Continuo su labor
misionera en España.
6.1. DIEGO THOMSON Y LA LLEGADA
DE LA BIBLIA A MEXICO Y LATINOAMERICA:
La singular
valentía de Diego Thomson debería de servirnos de acicate.
México y
algunos países de América Latina recién emergían del período colonial y
declaraban su independencia de la corona española. En América Latina no se
había predicado el evangelio de la gracia desde aprox. 1570, cuando algunos
extranjeros fueron relajados por el ‘desempacado’ Tribunal del Santo Oficio bajo
el temible cargo de ‘Luteranismo’, tanto en la ciudad de Lima como en la Ciudad
de México.
Después de
haber estado en Sudamérica, promoviendo el método Lancasteriano, que usaba como
libro de lectura la Biblia -sobre todo en Argentina dirigió el Ministerio de
Educación y fue reconocido por su prócer labor-; llegó a México y con el
respaldo del embajador mexicano en Inglaterra -Sr. Roquefuerte- pudo promover
también la lectura de la Biblia a través de este método educativo.
Posteriormente
entabló relación con José María Luis mora, el Padre del Liberalismo Mexicano, a
quien tuvo que dejar a cargo de la Agencia Bíblica Mexicana, asociada a la
Sociedad Bíblica Británica, cuando tuvo que dejar intempestivamente el país.
Abajo una
descripción complementaria sumamente valiosa y digna de ser conocida por todos
los creyentes de hoy. La Voz en el Desierto.
6.2. ENTRADA DE LA BIBLIA A MÉXICO.
Algunos
ejemplares de la “Biblia del Oso” (traducción de Reina) llegaron a las
colonias españolas a partir de su publicación en 1569.
En el Siglo XVIII
hubo un intento de traducir la Biblia al mexicano (náhuatl), pero fue prohibido
por las autoridades de la Iglesia Romana, que lo consideraban peligroso, a
pesar de que fueron misioneros católicos los autores de tal iniciativa. En
1709, en un breve de los dignatarios de la Iglesia Romana en España, se
insistía en el peligro de un trabajo Véase ---------> Parte II:
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