martes, 18 de octubre de 2016

Parte I: EL BUEN PASTOR: (Salmo 23:1; Juan 10:11)

Parte I:
EL BUEN PASTOR:
(Salmo 23:1; Juan 10:11)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:


  “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. (Salmo 23:1)
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”. (Juan 10:11) 

INTRODUCCIÓN:

PASTOR:
PASTOR: (en hebreo, raah; en griego, poimén). Encargado de atender y cuidar ovejas, o en sentido figurado, que atiende, cuida, acompaña y se asocia como un amigo a otras personas.
El pastor de OVEJAS se menciona por primera vez en Génesis 4:2, y el oficio ha continuado en muchas culturas hasta hoy. Las ovejas necesitan constante vigilancia y protección. Deben dormir en un corral cerrado, llamado REDIL (Jn 10:1), y de día el pastor debe llevarlas al campo en busca de pasto y agua (Salmo 23:2s; Ez. 34:14). Como son poco agresivas (Is. 53:7) e indefensas (Miq. 5:8), el pastor tiene que defenderlas de las fieras (1 Sam. 17:34s, VARA; HONDA), protegerlas del mal tiempo, buscar a las descarriadas y sanar a las enfermas (Ez. 34:4). Sin pastor, las ovejas generalmente perecen (Núm. 27:17).
Aunque los pequeños propietarios de ganado a veces lo cuidaban personalmente o lo confiaban a sus hijos (Gn. 29:9; 31:38ss; 1 Sam. 16:11), cuando el rebaño pasaba de cierto número lo confiaban a un empleado (Lc. 15:15; Jn 10:12). Este recibía su paga en dinero (Zc. 11:12) o con una parte del rebaño (Gn. 30:28-43; 1 Cor. 9:7). Tenía que restituir los animales perdidos (Gn. 31:39), y sus responsabilidades ante el dueño eran detalladas (Éx. 22:9-13).
Obviamente el cuadro del pastor con su rebaño se prestaba para el uso figurado, puesto que la Biblia en parte procede de una cultura rural, pastoril y campestre. En este sentido Dios es por excelencia el "Pastor de Israel" (Salm. 80:1; cf. 23:1; Jr. 31:10). Durante su ministerio, Jesús cumple esta tarea (Mr. 6:34) y sobre todo en su muerte vicaria (Jn. 10:11) que lo distingue de ladrones y salteadores (10:1, 8) y del asalariado despreocupado (10:12s). Por tanto, Jesucristo sigue siendo "el pastor de... almas" de los cristianos (1 P. 2:25; cf. Heb. 13:20), "el gran pastor" (Heb. 13:20) y "el Príncipe de los pastores" (1 P. 5:41).

1.      En el Antiguo Testamento:
También a los reyes, gobernadores y líderes religiosos de Israel se les consideraban pastores que se responsabilizaba por el bienestar de su pueblo. Los profetas en muchas ocasiones censuraron a los tales por su falta de cumplimiento (Jr. 2:8; 25:32-38; 49:19; 50:6, 44; 51:23; Ez. 34:2, 10; Zc. 13:7), pero dos al menos recibieron encomios: Moisés (Is. 63:11) y el pagano CIRO ejecutor de las decisiones de Dios (Is. 44:28). Sobresale la esperanza del pastor que vendrá al fin de los tiempos para apacentar a su pueblo, reemplazando a aquellos que se mostraron infieles a su llamado (Is. 40:10ss; Jr. 23:1-4; Ez. 34:2-10; Miq. 4:6ss). Sin duda esto se cumple en Jesucristo (Mt. 25:31ss; Jn. 10; Ap. 7:17).

2.      El Nuevo Testamento:
Menciona una sola vez al pastor en sentido literal y fuera de las parábolas (Lc. 2:8-10). Su mención responde a los propósitos teológicos de Lucas, quien resalta la preocupación de Dios por los desamparados y olvidados de la sociedad. Es curioso que en la literatura rabínica del siglo II el oficio de pastor estuviera en las listas de oficios que un padre no debe enseñar a sus hijos, pues los pastores no gozaban de buena reputación y, al igual que los publicanos, estaban privados de los derechos de un ciudadano. La enseñanza de Jesús era, entonces, una enseñanza aislada que rompía el esquema mental judío tradicional.
Es característico de las iglesias protestantes el llamar "pastor" a sus ministros e incluso algunos católicos lo hacen así. Dios proporciona a su pueblo hombres con los dones necesarios para apacentar el rebaño de sus hijos, según la promesa de Jr. 3:15: "Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia". En el Nuevo Testamento la palabra pastor se usa una sola vez (Ef. 4:11), para señalar al ministro de una congregación, pero la palabra "apacentar" comunica el mismo concepto, pues es sinónimo de "pastorear" (Jn. 21:15ss; Hch. 20:28; 1 P. 5:2, 4).

De acuerdo con el uso neo testamentario del término pastor, este tiene la misma función en la iglesia que el:  
-   ANCIANO es decir,
-   Presbítero, o
-  el OBISPO.
Las tres palabras se refieren a un mismo ministerio. Sin embargo, hay algunas iglesias que hacen distinción entre cada uno de estos términos con el propósito de establecer diferencias particulares en lo administrativo.

PASTOREO:
Etimología:
A. Verbo.
raah = (רָעָה, H7462), «pastar, pacer; pastorear, apacentar». Esta raíz semítica común se encuentra en acádico, fenicio, ugarítico, arameo y arábigo. En la Biblia hay unos 170 casos en todos los períodos del hebreo. (Debe distinguirse este término de su homónimo raah, «asociarse»).
Raah tiene que ver con la manera en que los animales domésticos se alimentan a campo abierto bajo el cuidado de un pastor. La primera vez que se usa, Jacob dice a los pastores: «He aquí que todavía es temprano; todavía no es tiempo de reunir todo el rebaño. Dad de beber a las ovejas e id a apacentarlas» (Gn.29:7 rva). Raah puede referirse a toda la actividad de un pastor, como en el caso de José «cuando tenía diecisiete años, apacentaba el rebaño con sus hermanos» (Gn.37:2 lba). Cuando se usa metafóricamente, el verbo indica la relación de un líder con su pueblo. En Hebrón, el pueblo dijo a David: «En tiempos pasados, cuando Saúl aún reinaba sobre nosotros, tú eras quien sacaba y hacía volver a Israel. Y Jehová te dijo: Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y tú serás el soberano de Israel» (2 Sam.5:2 rva). El verbo se usa en sentido figurado con la acepción de «alimentar» o «animar»: «Los labios del justo apacientan a muchos, pero los insensatos mueren por falta de entendimiento» (Prov.10:21 rva).
Raah, en su modalidad intransitiva, describe la actividad del ganado cuando se alimenta en el campo. El faraón soñó que «del Nilo subían siete vacas de hermoso aspecto y gordas de carne, y pacían entre los juncos» (Gn.41:2 rva). Este mismo uso se aplica metafóricamente a seres humanos en Is.14:30: «Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán confiados». El término también puede usarse figurativamente para indicar destrucción: «Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te quebrantaron [lit. «Consumieron como un animal doméstico deja pelado el pasto»] la coronilla» (Jr.2:16).

B. Nombres.
roeh = (ריעֵה, H7462), «pastor». El nombre se halla unas 62 veces en el Antiguo Testamento. Se usa con referencia a Dios, el Gran Pastor, quien apacienta o alimenta sus ovejas (Salmo 23:1-4; cf. Jn.10:11). Este concepto de Dios el Gran Pastor es muy antiguo; en la Biblia Jacob es el que lo usa por primera vez en Gn.49:24: «Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel».
Cuando se aplica a seres humanos, roeh nos remite a los pueblos no israelitas. El rey es el que encabeza el culto oficial y público y el mediador entre el dios (o dioses) y el pueblo. Detrás de este uso está la idea de que el rey es el centro de unidad de una nación, su supremo protector y líder, el que otorga toda bendición material y administra justicia. Es interesante que ningún rey de Israel se adjudicó el título de roeh (cf. 2 Sam.5:2). Posteriormente, «pastores» aún se aplica a líderes que no eran reyes (cf. Is.44:28; Ez.34:2).

Son poco frecuentes otros nombres derivados de raah. Mireh, que se encuentra 12 veces quiere decir «pasto o pastizal», el lugar en que los animales «pastan» y el alimento que comen (Gn.47:4). Marit se encuentra 10 veces y se refiere a «pastizal» (Salm.74:1). Lo mismo quiere decir reît, que aparece solo una vez (1 R.4:23).

Dos Ilustraciones Maravillosas De Dios, Como El Pastor:
El Salmo 23: Es este maravilloso himno de confianza, David presenta a Jehová como el gran Pastor quien hace provisión y cuida de las ovejas (vv.1-4) y como Anfitrión misericordias que protege y provee abundantemente para Su invitados (vv.5-6).

Juan 10:1-18: No cabe duda de que la descripción de Jesús como el Buen Pastor es la más apreciada y conmovedora de la piedad cristiana. La figura del pastor está entretejida en el lenguaje y las historias de la Biblia. No podía ser de otra manera. La parte principal de Judasa es la meseta central, que se extiende unos 50 kilómetros de Betel a Hebrón, con una anchura variable entre los 20 y los 25 kilómetros. El terreno es, en su mayoría, áspero y pedregoso. Judasa era un país mucho más pastoril que agricultor; y era inevitable, por tanto, que la figura más frecuente y representativa de las tierras altas de Judasa fuera la del pastor.

Su vida era muy dura. Nunca se vería un rebaño pastando sin pastor, y este no se podía distraer ni un momento. Como había poca hierba, las ovejas siempre iban deambulando; y como no había vallas de protección, había que estar vigilando constantemente las ovejas. A los dos lados de la estrecha meseta, el terreno se precipitaba bruscamente hacia abajo, hacia los inhóspitos desiertos escarpados por los que las ovejas corrían constantemente peligro de perderse.
La misión del pastor era, no sólo constante, sino peligrosa; porque, además, tenía que proteger el rebaño de los ataques de las fieras, especialmente los lobos, y de las incursiones de ladrones y bandidos.


PRIMERA PARTE:

SALMO DE DAVID:
(Salmo 23)

“Jehová es mi pastor Jehová es mi pastor; nada me faltará… En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará… Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre… Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento… Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando… Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días”.

Introducción:
En este breve, pero delicioso salmo, bien conocido de los creyentes. I. salmista reconoce en Jehová a su pastor (v.1). II. Narra sus experiencias de las bondades que ha tenido para él este divino pastor (vv.2, 3, 5). III. Infiere de aquí que no ha de faltarle ninguna cosa buena (v.1), que no tiene por qué temer ninguna cosa mala (v.4) y que Dios nunca le abandonará en el camino de la misericordia, por lo que él resuelve no abandonar jamás a Dios en el camino del deber (v.6).

SÚPLICA INDIVIDUAL. SALMO DE CONFIANZA: (Vv.1-6).
Este Salmo es a la vez una alabanza y un mensaje de fe. Es uno de los salmos favoritos en la liturgia, en la himnología y en la vida devocional privada. Bien pudo haber sido escrito por David, pues era pastor y había vivido muchos momentos de peligro.

El Salmo es sencillo y a la vez profundo. Es sencillo porque la vida del pastor era bien conocida; el pastor es protector y guía; va delante de sus ovejas; ellas tienen que confiar en él y seguirlo. El motivo de Dios como pastor de su pueblo se encuentra en muchos pasajes (Salmo 74:1; 77:20; 78:52; 79:13; 80:1; 95:7; 100:3; Is.40:11). En el NT. Jesús dijo: Yo soy el buen pastor (Jn.10:11; cf. 1 P.2:25).

Se encuentran ecos del éxodo en palabras como guiará y descansar que se encuentran en Éxodo y Números. De modo que el Salmo nos hace recordar los actos de Dios en el pasado y nos señala hacia Jesucristo que es nuestro buen pastor.

El poema también contiene la metáfora del anfitrión. Las dos partes del Salmo contienen detalles lingüísticos que las unen. El lindo poema combina imágenes contrastantes que cubren los mayores aspectos de la vida al aire libre, bajo techo, la paz, el peligro, la posibilidad del mal, la perspectiva del bien y épocas de refuerzo para el alma.

I.    Jehová Como Pastor. Salmo 23:1-4:


La metáfora de pastor indica el cuidado que Dios da a su pueblo, pues las ovejas necesitan constante vigilancia y protección de fieras, del mal tiempo y de todo peligro; también el pastor ayuda a las descarriadas y enfermas. Sin pastor las ovejas generalmente perecen.
La frase mi pastor da una aplicación muy personal del Salmo. Dios cuida y dirige con amor a cada una de sus “ovejas”. Así cada persona puede confiar en él.

Nada me faltará es consecuencia de la primera línea. Porque Dios es mi pastor no tengo que temer, pues él siempre proveerá lo necesario. Hemos de confiar y descansar en él completamente. El NT., enseña que él quiere que pidamos lo que necesitamos cada día.

El v. 2 presenta un cuadro de paz, seguridad y tranquilidad. Descansar en prados de tiernos pastos es la última delicia para las ovejas. Dios sabe proveer y quiere proveer estas delicias para los suyos.

La paz y prosperidad a veces nos hace olvidar a Dios. Pero el salmista más bien confía en Dios y le alaba. Aguas tranquilas dan la idea de refrescarse; y el versículo habla de alimento y bebida, las necesidades diarias de las ovejas.

Me conduce. El salmista sigue con detalles la metáfora. Dios sabe conducirnos en experiencias de gozo y bendición. Aún más, el creyente lleno del Espíritu Santo es una fuente de agua viva, según el NT.

La palabra traducida confortará tiene la idea de restaurar o reparar. Se usa para “hacer volver” en Jr.50:19 y Ez.39:2. Así, el pastor hace volver al que se extravió. A menudo nuestra vida necesita restauración y consuelo. Dios, nuestro pastor, lo hace y nos da nuevas fuerzas.

Me guiará sigue la idea de la dirección individual y personal de Dios. Y esta dirección es por sendas de justicia; es dirección correcta y sana; no guía en caminos que terminan mal.

Por amor de su nombre es lit. por causa de su nombre”. Me guía no por quien soy yo sino por quién es él. Dios se comprometió conmigo y es fiel; ha prometido no abandonarnos.

Valle de sombra de muerte significa profunda oscuridad. Para el creyente habrá experiencias difíciles y oscuras; pero aun allí no debe temer sino debe confiar completamente. ¿Por qué? Porque tú estarás conmigo. ¿Será posible mayor seguridad o mayor razón de no temer? La Biblia repite a menudo: “No temas”.

La Vara* y El Cayado** Pueden Ser Dos Diferentes Instrumentos.
- El primero, con una maza se usaba en defensa;
- El segundo, era para sostén y para conducir (a veces con disciplina) a las ovejas. Dios sabe usar los instrumentos necesarios para dar seguridad a sus ovejas.

Etimología:
*H7626 שֵׁבֶט
1) Cayado de pastor, vara de instructor, palo, cetro (Lv.27:32; 2 Sam.7:14; 2 Sam.23:21; Is.28:27; Zc.10:11).
2) Tribu (Gn.49:16). — Paus. שָֽׁבֶט; Suf. שִׁבְטוֹ; Pl. שְׁבָטִים; Const. שִׁבְטֵי; Suf. שִׁבְטֵיכֶם.

**H4938 מִשְׁעֶנֶת = Cayado, bastón, báculo (Ex.21:19; Num.21:18; Juc.6:21). — Suf. מִשְׁעַנְתּוֹ; Suf.pl. מִשְׁעֲנׄתָם.

Aun cuando la usa para disciplinarnos y enderezarnos es para nuestro bien; debe alentarnos.


LA VARA Y EL CAYADO:


La vara es un garrote fuerte y pesado que Dios utiliza, no para la oveja, sino para atacar al lobo, y lo usa con la oveja solo para defenderla. Es un elemento contundente y esta está tranquila porque el pastor va armado. Mientras que para nosotros Dios usa el cayado, un palito en forma de sombrilla, muy largo y que el pastor emplea para agarrar a la oveja por el cuello, y atraerla hacia el rebaño por si se está saliendo del camino o para recibir su alimento. Este cayado no le infunde temor, sino aliento.
La oveja debe ser mansa, y esto está relacionado con la humildad, aunque la mansedumbre no es igual a la humildad. La oveja en su carácter debe ser humilde y mansa. La mansedumbre es la disposición a ceder nuestros propios derechos, por amor a los demás o en provecho de otros. Suavidad y benignidad en la condición o en el trato, libre de arrogancia y presunción. Los mansos son personas enseñables y están dispuestos a aceptar la disciplina de las manos de Dios.
Sin embargo están las ovejas torpes, a las cuales el pastor les quiere guiar y corregir con el cayado, para que no se vayan a perder o alejar del rebaño. Pero estas no aceptan la guianza, ni el cayado y van a querer irse por otro camino. A estas no les conviene alejarse, porque si no se las come el lobo. La oveja que no es mansa arriesga su vida. Necesitamos ser enseñados por el Señor.
Nos podemos someter a la vara de la disciplina, sabiendo que Dios nos quiere librar del dominio y esclavitud del pecado.  Podemos tener seguridad con Su cayado que nos infunde aliento, sabiendo que nada, ni nadie nos puede separar del amor de Dios que está en Cristo Jesús.

A.    Cualidades Del Pastor: 23:1-6: Paralelos: Antiguo, y Nuevo:

1. El pastor bueno: vida y protección.

Nada me faltará, v 1.
El buen pastor pone su vida, Jn.10:11.

2. El pastor bondadoso: descanso y reposo.
    Me hace descansar, v. 2.
    Y las ovejas le siguen, porque conocen su voz, Jn.10:4.

3. El pastor sabio: guía y enseñanza.
    Y me guiará por sendas de justicia, v. 3.
    Y conozco mis ovejas, Jn.10:14.

4. El pastor poderoso: compañía y victoria.
    Porque tú estarás conmigo, v. 4.
    Y nadie las arrebatará de mi mano, Jn.10:28.

5. El pastor cuidadoso: provisión y alimento.
    Preparas mesa delante de mí, v. 5.
    Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia, Jn.10:10.

6. El pastor personal: amistad y consuelo.
    Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, v. 6.
    A sus ovejas llama por su nombre, Jn.10:3.

7. El pastor principal: hogar y familia.
    Y en la casa de Jehová moraré por días sin fin, v. 6.
    Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, Jn.10:28.

B.    Cuatro Imágenes En El Salmo 23:

I. El pastor, del griego poimen.
La imagen del “pastor” es en la literatura universal figura tradicional del líder guía, político o religioso, de una comunidad. Se aplica a Jehová el Pastor por excelencia, solícito y lleno de misericordia. La intervención salvadora de Dios para liberar a su pueblo, su rebaño, para que no “vuelva a ser presa”, es también actualización de la liberación de la opresión.

El Buen Pastor:

1. Provee pastos, que abarca la imagen de riquezas, posesiones y abundancia.
2. Da protección. Cuida, guarda, defiende. El pastoreo es del mismo Dios, que no ceja en su tarea.
3. Congrega en el redil. Pueblo mío”, “rebaño mío”.
4. Recoge, acepta, recibe, da entrada. Lo contrario de expulsar o despojar:
(1) Quitar de delante: Jos.23:5.
(2) Echar del puesto: Is.22:19.
(3) Rechazar: Salmo 10:3.

El Pastorear Abarca El:
- Guiar,
- guardar,
- vigilar,
- apacentar,
- cuidar,
- defender,
- proteger, y
- alimentar.

 Texto: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”
                                                                                                          (Jn.10:11).

II. Las ovejas, del griego porbaton.
Designa con frecuencia el “ganado menor”. Las ovejas, ofrecidas en los sacrificios, evocan los principales recursos de Palestina: lana, leche, piel y carne. El Señor Jesús evoca a menudo, con las imágenes del Pastor y las ovejas, la solicitud de Dios por los hombres, contrariamente a los malos pastores asalariados:
1. Tienen que comer.
2. Tienen para beber.
3. Tienen protección.
4. Evitan ser presa bocado.
(1) Falta de alimento.
(2) Escasez de agua.
(3) Carencia de protección.
(4) Terminar siendo presa bocado.

El Señor, como el buen Pastor, da alimento y agua, completa protección y evita que sea presa bocado de las fieras. La dispersión es contraria a la unidad del rebaño. La unidad es signo de bienestar, de paz y de prosperidad, de fuerza de cohesión (Juan 10).

III. Los verdes pastos.      
Viene del lat. pastus, significa acción de pastar, sustentar, alimentar. La fertilidad expresa la posibilidad de riqueza, abundancia, provisión, alimento. Pastos buenos y abundantes, es una región espaciosa, tranquila y confortable. De la importancia de los pastos en un pueblo de pastores se deduce lo dramático de su falta. Provoca la emigración, desolación, hambre.

“En lugares de delicados pastos me hará descansar”.

IV. Las aguas. Viene del griego hydor.
1.  Las grandes aguas: el océano, el mar, los ríos, la lluvia, las fuentes. Las aguas del Jordán.
2.  El agua purificadora: Culto, bautismo, purificación, lavacro.
3.  El agua vivificante: El agua, junto con el pan, mantiene la vida, y apaga la sed. El agua viva (Jn.4:10). El agua viva es símbolo de la Palabra, del Espíritu Santo y del mismo Cristo.

El agua fluye, riega la tierra:
1. Su fuerza pacífica. Abundancia de pueblos. Como un río hacia Jerusalén: Is.2:2; Jr.31:12; Miq. 4:1.
2. Abundancia de paz. Será como un río, de justicia, como las olas del mar, si el pueblo atiende a la Palabra del   Señor: Is. 48:18; 66:12.
3. Abundancia de lágrimas. Caen de los ojos por las mejillas del salmista, como arroyos, llora por los que no cumplen la voluntad del Señor: Salmo 119:136.

Los efectos de las aguas benéficas son: la fertilidad, la vida, la dulzura y la suavidad: Is.8:6-8; Jr.17:7-8.

El fluir y la perennidad apuntan hacia una abundancia que significa constancia. No se trata de las aguas que caen precipitada y violentamente. El torrente, realidad efímera, signo de frustración y de engañosa traición.

Junto a aguas de reposo”. “¿Cuáles son estas aguas de reposo sino las influencias y gracias de un bendito Espíritu? Su Espíritu nos ayuda en varias actividades, como aguas—en plural—para limpiarnos, refrescarnos, fertilizar, querer”.
                                                                                                     C. H. Spurgeon.

II.    Jehová Como Anfitrión, vv. 5, 6:
Aquí la metáfora cambia; Dios es el anfitrión que suple alimento y abundancia de vida. El anfitrión era responsable por su invitado, aun para su protección contra enemigos. En presencia de mis adversarios indica que hay oposición y hay enemigos; pero todavía Dios nos da abundancia y bendición. Que lo hace en presencia de ellos sugiere la debilidad de ellos; no pueden impedirlo.

Unges… con aceite (v. 5) pinta un cuadro de alivio del tiempo seco. Algunos ostraca (escritos en pedazos de cerámica) de Samaria hablan de aceite para lavar”. Era un deleite ser ungido con aceite cuando la piel estaba muy seca. En el NT., Jesús nos da abundancia de vida y derrama sobre nosotros el Espíritu Santo (el aceite se usa como símbolo del Espíritu en algunos textos).

Mi copa está rebosando es un cuadro de gozo; la vida abundante se encuentra en Cristo, en la relación íntima con Dios. La palabra traducida rebosando da la idea de “saturada”. Copa también conlleva la idea de destino en escritos antiguos. Esto nos dirige al último versículo.

Nótese: que cuando Dios es nuestro pastor y nuestro anfitrión, no tenemos que buscar el bien y la misericordia; más bien ellos nos “perseguirán”. La esperanza del salmista no termina con esta vida; su relación con Dios seguirá por días sin fin. La comunión con Dios no termina, es para siempre.

Véase Parte II:

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