Parte III:
EL BUEN PASTOR:
(Salmo 23:1; Juan 10:11)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Jehová es mi pastor; nada me faltará”. (Salmo 23:1)
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”. (Juan 10:11)
Nada es más claro en el NT., que el
hecho de que la muerte de Jesús fue un acto voluntario de su parte. Del punto
de vista de Dios, la cruz no fue un accidente, ni el fruto del odio de los
líderes religiosos, aparte del control y la voluntad divina.
Nótese: el contraste entre Nadie y yo (v. 18).
Jesús estuvo siempre en control de su vida, aun en la cruz. Poder traduce el
sustantivo griego que significa “autoridad,
derecho, libertad, poder, habilidad”. En los escritos juaninos abundan las
referencias al término mandamiento: 11 veces en el Evangelio y 18 en las
epístolas. Toda la vida de Jesús se realizaba bajo la dirección y en perfecta
obediencia de la voluntad, o mandamiento, del Padre. La cruz y resurrección
fueron la culminación gloriosa de una vida obediente al propósito redentor del
Padre.
III. La Reacción De Los
Judíos: Jn.10:19-21.
Las palabras, acciones y obras de Jesús despertaron
no solo hostilidad y violencia hacia él, de parte de algunos, sino crearon
perplejidad y divisiones entre otros del pueblo. Sin embargo, ni el pueblo, ni
las autoridades religiosas, pudieron ignorarlo. Fueron obligados a reconocer
que realizaba milagros cual nadie jamás había obrado, pero con todo Jesús no se
conformaba a su expectativa mesiánica, ni a sus costumbres religiosas.
El
verbo hubo del v. 19
es más bien “llegó a suceder” o “surgió” una división, indicando un
proceso que resultó en la división. El término división traduce scisma* G4978, el resultado de una rotura
en dos, como el velo en el templo cuando Jesús fue crucificado. No es la
primera vez que esto sucede y Juan no pierde la oportunidad para mencionarla
(ver 6:52, 60, 66; 7:12, 25 ss.; 8:22; 9:16, 17; 10:19, 24). La causa explícita
de esta división fueron las palabras de Jesús, especialmente su reclamo de ser
el Hijo de Dios, destinado a morir y luego resucitar. Tales ideas no
concordaban con la expectativa de un mesías, tipo rey militar, que libraría al
pueblo del yugo romano.
*G4978
σχίσμα = sjísma: de G4977;
división o brecha («cisma»), literalmente o figurativamente:- rotura,
desavenencia, disensión, división. (Strong).
No pocos de los que formaban una parte
de la división estaban diciendo, o repitiendo, su explicación por el poder con
que Jesús obraba. Todavía tenían en mente la sanidad del hombre nacido ciego.
No podían negadlo, ni ignorarlo. No estando dispuestos a reconocer que procedía
de Dios; la otra alternativa sería que obraba con el poder del demonio, una
acusación que habían usado varias veces antes (ver 7:20; 8:48, 52) o tal vez
demente.
Morris comenta que las
únicas ocasiones en los Evangelios cuando se menciona demonio son cuando otros
acusan a Jesús, o cuando él se defiende de esas acusaciones. La expresión está
fuera de sí traduce un verbo griego que se encuentra solo aquí en Juan y un
total de cinco veces en el NT. Significa “estar
desordenado en sus pensamientos, o incoherente”. Desde que, según ellos, él
tenía un demonio o era incoherente en su hablar, no valía la pena escucharle.
No tomaron en cuenta las evidencias objetivas.
“Os expulsarán de las sinagogas“ Aunque no
sabemos la localidad precisa de la comunidad a la cual este Evangelio es
dirigido, sabemos con certeza que su comunidad incluía creyentes judíos que
habían sido expulsados de las sinagogas por su fe en Jesús (véase 9:22, 34;
12:42; 16:2). La sinagoga significaba para ellos más que solamente un lugar de
culto; era el centro social y comunitario para todos los vecinos. Ser expulsado
de ella era experimentar la des-localización de sus vidas. Ellos habían sido
desplazados de su hogar espiritual y se ven reflejadas sus heridas en las
fuertes palabras en contra de los judíos a través del libro.
Tal vez es difícil para nosotros
entender su dolor porque actualmente no hay persecución aguda en los países de
habla castellana, pero al leer cuidadosamente la señal del hombre nacido ciego
(cap. 9) se puede entender mejor esta verdad.
La realidad ahora en muchas partes del
mundo es que las personas son perseguidas, muchas veces hasta la muerte, por su
fe. Se dice que hay más mártires hoy que durante cualquier época de la iglesia.
La realidad de las palabras de Jesús por la persecución, expulsión y muerte que
van a experimentar sus seguidores se ve en 16:3: “Esto harán, porque no conocen ni al
Padre ni a mí”.
La otra parte de la división, no tan
atada al legalismo de los fariseos y más dispuesta a reflexionar sobre los
eventos, cuestionaba la explicación de la otra parte. Usan una lógica sencilla
y directa. Presentan dos evidencias para defender su posición: ni las
palabras de Jesús, que para ellos eran coherentes y convincentes, ni sus obras,
que siempre resultaban para el bien de las personas, representaban la presencia
de un demonio. Se negaron a
condenar a Jesús, pero tampoco indicaron una creencia en él. La mención del
milagro de abrir los ojos de los ciegos parece indicar que los eventos de los
caps. 9 y 10 tuvieron lugar más o menos en el mismo período. El plural de
ciegos podría indicar otros eventos de sanidad que Juan no menciona, o sólo una
referencia general a ese tipo de milagro.
IV. El Rechazo Final
De Los Judíos: Jn. 10:22-42:
Esta sección abarca tres divisiones que
incluyen un discurso sobre la unidad del Padre y el Hijo, la respuesta de Jesús
a las acusaciones de blasfemia y el retiro de Jesús más allá del Jordán.
Algunos consideran que los eventos relatados hasta ahora en el cap. 10 tuvieron
lugar inmediatamente después de la fiesta de los Tabernáculos.
Si ese es el caso, hubo un período de
silencio de unos dos o tres meses, o sea, desde mediados de octubre hasta fines
de diciembre. Se discute si Jesús permaneció en Jerusalén durante este período,
o si salió y ahora regresa para la fiesta de la Dedicación. Algunos
comentaristas opinan que en ese ínterin tuvieron lugar los eventos relatados en
Lc.10:17—inclusive el envío de los setenta.
Las fiestas religiosas en Juan Para entender los capítulos 5 al 12 del
evangelio de Juan hay que conocer bien las fiestas religiosas de los judíos y
su significado. De esta forma se puede entender mejor la enseñanza que Jesús da
en relación a la fiesta y el propósito de ella.
Los judíos tenían muchas fiestas, tres
de las cuales requerían a todo judío varón hacer el peregrinaje a Jerusalén
para celebrarla. Estas son: Tabernáculos, Pascua y Pentecostés (fiesta de las
Semanas). Cada una de estas fiestas tenía sus rituales especiales y
conmemoraban eventos significantes en la vida del pueblo. (Véase Lv. 23 y Deut.
16).
Tabernáculos (Succot) que empieza el
decimoquinto día del séptimo mes (Tishri) es una fiesta de toda una
semana que celebra la cosecha del otoño y los cuarenta años del éxodo cuando
anduvieron en el desierto antes de entrar en la tierra prometida por Dios. Se
construyen cabañas (Succot) y la gente vive en ellas durante esta semana. Es
una fiesta de mucha alegría.
Pascua (Pesaj) y la fiesta de los
Panes sin Levadura empieza el decimocuarto día del primer mes (Nisan)
y conmemora la noche cuando el ángel del Señor mató a los primogénitos de los
egipcios pero pasó de largo por las casas de los hijos de Israel y así libró a
su pueblo. Se comen durante siete días panes sin levadura para recordar aquella
noche cuando el pueblo salió en forma tan rápida que el pan no había tenido
tiempo para leudarse.
Pentecostés (Shabuot) es la fiesta de
la cosecha de la primavera, el día de las primicias, de los primeros frutos. A
la vez se celebra para conmemorar que Dios los había librado de la esclavitud
de Egipto y los había traído a la tierra que podría suplir todas sus
necesidades. Esta fiesta empieza siete semanas después de la fiesta de la
Pascua, y así es llamada la Fiesta de las semanas o Pentecostés (50 días).
Había otras fiestas que no requerían el
peregrinaje a Jerusalén, pero que eran de gran importancia para el pueblo. La
fiesta de las Trompetas (Rosh Hashanah) que celebra el Año
Nuevo (el primer día de Tishri y el pacto hecho entre Dios y
su pueblo en el Sinaí.
La gran fiesta sagrada del día de la
Expiación (Yom Kippur) cuando la gente pide el perdón de Dios por sus
pecados. Se pasa el día en ayunas, y en los tiempos bíblicos sacrificaban
animales tanto por el pecado del sumo sacerdote como por el pueblo. A la vez se
dejaba a un macho cabrío suelto en el desierto como símbolo de que éste llevaba
todas las iniquidades del pueblo. En la celebración de este acto, el cordero
había cumplido su función de ser la Expiación. Es para los judíos un día de
gran solemnidad y de los más sagrados del año.
La fiesta del Templo o de la Dedicación
(Jánuca)
se celebra el vigésimo quinto día del mes de diciembre (Kislev) cuando durante
una semana se celebran la re dedicación del templo por Judas Macabeo en el año
164 a. de J.C., después de su profanación por los seléucidas, especialmente
Antíoco IV Epífanes. Es un tiempo de gran alegría cuando se dan regalos a los
familiares y amigos y se celebra con comidas especiales. Se menciona esta
fiesta en Jn.10:22 como la fiesta de la Dedicación.
La fiesta de Purim se celebra el
decimotercer día del duodécimo mes (Adar). Esta fiesta celebra los
eventos relatados en el libro de Ester, cuando ella ayudó a evitar la
conspiración de Amán contra los judíos en Persia. Hoy día es una fiesta
especial para los niños cuando, con alegría, se visten con disfraces y hacen
representaciones de estos eventos.
a. La Unidad Del Padre y
El Hijo. Jn.10:22-30.
Los líderes volvieron a insistir en que
Jesús se identificara claramente y contestara si en realidad se consideraba
como el Mesías de Dios. Jesús se refiere otra vez a sus obras como prueba de su
identidad como Hijo de Dios y agrega que sus ovejas oyen su voz, le siguen y
que les promete seguridad para siempre, culminando con una afirmación de la
unidad entre él y el Padre.
La fiesta de la Dedicación, llamada
también la fiesta de las Luces, se celebraba en memoria de la re dedicación del
templo por Judas Macabeo en 164 a. de J.C., después de haber sido
profanado por Antíoco Epífanes, rey de Siria. Este rey mandó sacrificar un
cerdo sobre el altar en el templo, derramando los jugos del sacrificio sobre
los rollos sagrados. Este sacrilegio tan repugnante para los judíos sirvió para
despertar en ellos en vivo anhelo de derrocar a Epífanes (el ilustre), llamado
por los judíos “Epímanes” (el loco).
La fiesta de ocho días se celebraba a
partir del 25 del mes de Kislev (nuestro
noviembre/diciembre). La figura de luces, que se destacaban como parte integral
del festejo, no miraba hacia atrás a la dirección divina en el tiempo de
Moisés, sino hacia adelante a un nuevo y glorioso día que el Mesías
inauguraría, asegurando una independencia nacional y prosperidad material.
Jesús aprovechó la esperanza mesiánica, especialmente intensa durante la
fiesta, para presentarse. Quizás el dato era invierno se agregó para el
beneficio de los gentiles, aunque el término gr. se puede traducir “mal tiempo”. Algunos consideran que la
expresión es simbólica: “la tormenta”
de persecución que estaba por desatarse o que “las nubes del invierno pesaban sobre el escenario” (ver 13:30).
La
Fiesta De La Dedicación (Jánuca).
La fiesta de la Dedicación o Hanukkah
celebra la restauración del templo después de su profanación por Antíoco IV
Epífanes. Solamente se menciona en la Biblia en Jn.10:22, pero el período en
que tiene su origen se relata en los libros apócrifos llamados “Macabeos”.
Antíoco había procurado completar la
helenización del pueblo judío, y al ver su resistencia, prohibió todo acto
religioso judío. ¡Para colmo implantó un
ídolo (Zeus) en el templo e hizo sacrificios paganos en el altar! Estos
hechos eran inconcebibles para los judíos ortodoxos. En el año 164 a. de J. C.,
y después de una larga revuelta contra sus opresores, Judas Macabeo guió al pueblo
a la victoria sobre ellos.
La
ceremonia de la Dedicación del templo fue empezada por Judas Macabeo. Él mandó que se
repitiera cada año en memoria de la libertad del pueblo y la dedicación de
nuevo de su templo. Puesto que una de las ceremonias más importantes era la de
encender las lámparas del templo, es conocida también como “La fiesta de las Luces”.
Josefo dice: “Supongo... porque esta libertad que era
más allá de nuestras esperanzas se apareció a nosotros;... así el nombre de
Luces” (Antigüedades, 12.7.7).
Hannukah tenía que ser como
Tabernáculos, una fiesta de gran alegría, de ocho días de celebración que
incluiría la recitación diaria del Hallel (Salmo 113—118), pero especialmente
118:27. Desde la destrucción del Templo en el año 70 d. de J.C., han encendido
un candelero de ocho brazos (la menorah) para conmemorar la milagrosa provisión
del aceite para las lámparas del templo, el mismo que debía durar durante ocho
días. Actualmente es una fiesta muy alegre, que incluye celebraciones familiares
y comunitarias, aun con regalos a los niños y otros seres queridos.
Plummer comenta que es posible
considerar la fiesta de la Dedicación como una referencia a la dedicación del
templo de Salomón, la cual se celebraba durante la fiesta de los Tabernáculos
(ver 1 R.8:2; 2 Cron.5:3). Sin embargo, pocos eruditos favorecen esta
posibilidad.
El verbo en el tiempo imperfecto andaba
(v. 23) describe la acción observada por un testigo, como también el lugar
específico en el templo. El pórtico de Salomón (ver Hech.3:11) estaba ubicado
en el lado este del templo. Según Josefo, permaneció intacto durante la
destrucción por los ejércitos de Nabucodonosor.
Mientras Jesús “andaba en el templo”, los
judíos lo detuvo, insistiendo que se identificara claramente. Las preguntas
implican, según los judíos, un intento de parte de Jesús de engañarlos o jugar
con ellos, por no hablar más claramente. El verbo dijeron, estando en el tiempo
imperfecto, se traduce mejor como “decían”, describiendo acción continúa de
ellos, repitiendo insistentemente las demandas. Nos tendrás en suspenso
literalmente es “levantas nuestra alma”.
El verbo está en el tiempo presente y
admite varias interpretaciones: “¿Hasta cuándo nos molestas?” o “¿Hasta cuándo nos quitas la vida?”. Si tú eres
el Cristo es una frase condicional que asume la realidad del caso, por ejemplo: “Desde que tú
eres…”. Si este es el sentido del caso, la pregunta vendría de
oyentes sinceros que deseaban una aclaración para decidir su relación con
Jesús. Pero el diálogo que sigue indica lo contrario, o que por lo menos un
grupo de ellos estaba buscando motivos para acusarle más bien que para creer en
él. La demanda dínoslo abiertamente traduce un término que significa “con confianza,
valentía o libertad” (ver 7:13).
Se
pregunta:
¿cuándo se identificó claramente Jesús? Es cierto que no les había dicho a
ellos “Yo
soy el Mesías de Dios” o “Yo soy el Hijo
de Dios”, pero lo había insinuado varias veces y en distintas
maneras, inclusive citando testimonios de Juan, Moisés, el Padre y sus obras.
Los que tenían la mente abierta pudieron percibir en sus palabras y hechos que
reclamaba ser el Hijo de Dios. En cambio, se había identificado claramente en
su conversación con la mujer samaritana (4:26) y con el hombre ciego (9:35
ss.).
Nótese: el cambio en el tiempo de los verbos: Os lo he dicho es más bien “os dije”, un
verbo de tiempo aoristo, en contraste con creéis, un verbo en el tiempo
presente. El énfasis se observa en esta traducción: “Os dije, no estáis creyendo”. Las
palabras pueden engañar o interpretarse de distintas maneras, pero no así las
obras que son evidencias objetivas e irrebatibles. Por eso, Jesús apunta a
ellas otra vez como el testimonio más convincente (ver 5:20, 36). El pronombre
en la expresión yo hago es enfático. En nombre de mi Padre indica que Jesús era
el mensajero y representante personal de Dios y que su obra estaba en perfecto
acuerdo con la voluntad de él.
Jesús
afirma otra vez, en el v. 26, la incredulidad de los judíos y da la
razón, introducida con la conjunción causal porque. Esta referencia a la
alegoría presentada en la primera parte de este capítulo significa cierto
problema para los que entienden que lo dicho antes del v. 22 describe eventos
sucedidos durante la fiesta de los Tabernáculos, más de dos meses antes. Por lo
menos algunos de los oyentes en esta ocasión habían estado presentes cuando
Jesús pronunció la alegoría del buen pastor y, aunque uno o dos meses hubieran
pasado, ellos no se habrían olvidado.
En contraste con los que no creen y no
le siguen, sus ovejas oyen con comprensión y compromiso. Estas tres
afirmaciones son parecidas a lo que había dicho antes (ver vv. 14-16). Hay un
mutuo conocimiento: las ovejas oyen su voz (conocimiento o reconocimiento
implicado) y el Pastor las conoce a ellas. Basadas en este mutuo conocimiento,
las ovejas siguen a su pastor.
Varias
verdades importantes surgen del v. 28. Yo es enfático y el verbo doy está en
el tiempo presente, no futuro, indicando una realidad actual. Vida eterna es
una dádiva para todos los que creen (ver 3:15; 5:24). A menudo enfatizamos la
calidad de vida eterna, ciertamente una enseñanza bíblica, pero aquí el énfasis
es otro, es una vida que se proyecta hacia el futuro infinito. La afirmación
siguiente es redundante, pues vida eterna implica que no perecerán jamás, pero
Juan frecuentemente declara una verdad en el sentido afirmativo y negativo. Los
términos no… jamás traducen un doble negativo griego que es la forma más
enfática de expresar la negación. Nadie las arrebatará de mí mano es otra
expresión redundante, pero se usa para cerrar toda posibilidad de la pérdida de
la vida que Jesús provee, siempre y cuando la fe sea genuina (ver 11:26; Rom.8:38-39).
El verbo arrebatará describe una acción violenta (ver v. 12). La mano de Jesús
sana, protege, sostiene, acaricia y guía.
Hay
una serie de variantes en el v. 29, llevando a distintas traducciones. El texto griego
escogido por las Sociedades Bíblicas lee literalmente así: “Mi Padre el que ha dado a mí de todos mayores”.
Si insertamos una coma después del segundo mí, salimos con la traducción de la
RVA., excepto que falta el cumplimiento directo (las está ausente de los
mejores mss.) del verbo ha dado. Esta falta lleva a algunos traductores a esta
traducción: “Lo
que el Padre me ha dado es mayor que todos”. Aquí, Jesús agrega otro
elemento en la ecuación de la seguridad de los verdaderos creyentes; son una
dádiva del Padre al Hijo.
Luego agrega que también es una dádiva al
mundo como testigos de Cristo (ver 17:21). Ha dado, estando en el tiempo
perfecto, indica una acción realizada en el pasado cuyos efectos siguen en pie.
Algunos intérpretes encuentran aquí una base para la doctrina de
predestinación.
Beasley
Murray
y otros nos advierten del peligro de usar este versículo como texto de prueba.
El NT., mantiene en sano equilibrio la tensión entre la gracia de Dios y la
responsabilidad humana. Como si esto no fuese suficiente, Jesús les recuerda
que el Padre es mayor o más poderoso que todos y otra vez una expresión
redundante: nadie las puede arrebatar de las manos del Padre. Si él es más
poderoso que todos, es obvio que nadie puede arrebatárselas.
El pronombre personal Yo es enfático en
el v. 30. Un énfasis en esta sección es la vida eterna que Jesús ofrece a los
que le son dados por el Padre, y la seguridad que éstos tienen, estando en la
mano de Jesús, encerrados además en las manos del Padre y con la confianza que
estos dos forman una unidad. Jesús ha indicado que la mano suya y la del Padre
están unidas en la protección de los creyentes, implicando que los dos son uno.
Son “una
misma cosa” (ver nota de la RVA) en poder, voluntad y acción. Se
implica también que son de la misma esencia.
Hull llama la
atención al equilibrio teológico reflejado en esta breve frase. El Padre y
Jesús son dos personas, una verdad expresada en el verbo plural somos, y por lo
tanto no son idénticas.
Un
Problema Desde La Antigüedad, En Su Interpretación:
Sin embargo, son uno, que es
singular, y por lo tanto inseparables y también iguales:
- Agustín observa que
esta sencilla frase efectivamente refuta a:
- Sabelio, quien negaba
la distinción entre el Padre y el Hijo, y
- a Arrió,
quien negaba la igualdad entre las dos personas.
b.
Jesús Responde a La Acusación De Blasfemia. Jn.10:31-39.
Los judíos habían insistido en una
declaración clara de la identidad de Jesús. Como nunca antes él satisfizo su
demanda, identificándose en obra y esencia con el Padre. Para los líderes de
los judíos, tal declaración era “la
madre” de blasfemias. No demoraron en levantar piedras para cerrar la boca
y vida del culpable. Su hostilidad había llegado al punto de “hervir”, o más.
El verbo volvieron traduce el adverbio “otra vez” y literalmente el texto dice: “Cargaron
(o levantaron) otra vez piedras…” y se refiere a la ocasión anterior cuando
hicieron lo mismo (ver 8:59). La ley indicaba que el castigo para la blasfemia
sería el apedreamiento (Lv.24:16; ver 1 R.21:10). Estaban tan indignados que no
iban a esperar el fallo del Sanedrín, ni una sinagoga para ejecutar la
sentencia.
Antes de comenzar a “llover” las piedras, Jesús frenó por el momento la intención de
ellos, desafiándoles a reflexionar sobre la justicia de sus propósitos. Él
apela otra vez a las obras como la evidencia más convincente de su identidad
como Hijo de Dios. Ciertamente, Jesús había realizado muchas buenas obras,
siendo la más reciente la sanidad del hombre nacido ciego.
Sin embargo, los judíos descartaron esa
obra porque fue hecha en día sábado, violando así las restricciones
establecidas por su interpretación de la ley de Moisés. El término obras se
refiere a las obras sobrenaturales o los milagros. La expresión os he mostrado
indica que las obras tenían el propósito de constituir una señal apuntando a
Jesús como el Hijo de Dios. Este verbo, sin embargo, está en el tiempo aoristo
y se traduce como “os mostré”.
Nótese: la insistencia de que sus obras
se realizaban en obediencia del Padre de tal modo que pudo decir que eran de
parte del Padre. Es difícil traducir el significado “¿por cuál…”, pero el término en griego significa más bien cualidad,
además de distinción. Por ejemplo, “¿qué es el carácter de la obra por la
cual…?”. En realidad las obras de Jesús tenían un carácter o cualidad de
bueno y divino que los judíos no lo percibieron, o no querían percibir.
Ellos no contestan el desafío de Jesús,
pero vuelven al tema de la blasfemia, ofensa mucho más grave que la violación
de las reglas del sábado. Esta es la primera vez que lo acusan directamente de
blasfemia, aunque se implica antes (ver 8:59). Los judíos entendieron muy bien
en la declaración de Jesús de que sostenía ser igual al Padre (v. 30). Este
cargo ignoraba por completo la evidencia de los milagros que Jesús había
realizado, los cuales lo certificaban como el Mesías de Dios. Ellos lo
consideraban meramente como un hombre cualquiera. No podían ver más allá de su
apariencia física.
El
término ley se usa en el v. 34 en el sentido más amplio, refiriéndose
a todo el AT., (ver 12:34; 15:25). Jesús cita de memoria una parte del Salmo 82:6a,
donde el salmista se refiere a los jueces de Israel como “dioses” en que ellos ejercían su oficio sagrado en nombre y bajo
la dirección de Dios. Eran considerados como representantes personales de Dios,
tal como Jesús, excepto en su caso su relación con Dios era única y eterna.
Pastor y Ovejas.
Jesús sigue
desarrollando su línea de argumento, indicando la base de ese título dioses que
fue aplicado a los jueces: es porque
a ellos fue dirigida la palabra de Dios. Nótese:
que el término palabra de Dios (logos).
(Tomado
de A Picture Book of Palestine).
Concluyo:
Dios, y su Hijo amado, en los dos temas
que hemos trato tanto: Salmos 23
[Israel], y Juan 10 [Iglesia]. Él es el “Gran Pastor de las ovejas” como se nos
recuerda en el libro a los Hebreos 13:20. Dios le Resucitó de entre los muertos
y nuestro pastor vive y reina por los siglos de los siglos. El prometió a sus
ovejas que: “No perecerían
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”.
___________
Bibliografía:
EBDM
V, col. 906-911. J.M. Bover, "El símil del buen pastor", Estudios
Bíblicos 14, 1955, pp. 197-208.
[1] ego = (ἐγώ, G1473),
caso nominativo del pronombre personal de la primera persona. Sin embargo,
generalmente no se emplea en griego como tampoco en castellano, estando
implicado en la desinencia verbal; así, luo significa «desato». Cuando el
pronombre ego se añade al verbo, es casi invariablemente, por no decir que
siempre, enfático. El énfasis puede no ser demasiado evidente en algunos casos,
como p. ej., Mt.10:16, pero incluso ahí puede ser tomado en el sentido de que
hay algo más de énfasis que si se omitiera el pronombre. Con mucho, el mayor
número de los casos se encuentra en el Evangelio de Juan, y ello en
declaraciones del Señor acerca de sí mismo (p. ej. 4:14,26, 32,38; 5:34, 36, 43,
45; 6:35, 40, 41, 48, 51, dos veces, 63,70). Ejemplos en las Epístolas son
Rom.7:9; 7:14; 7:17; 7:20, dos veces, 24,25. Hay más en este capítulo que en
cualquier otro fuera del Evangelio de Juan.
En otros casos
del pronombre aparte del nominativo, es por lo general más necesario para
expresar el sentido, aparte de cualquier énfasis.
Notas: (1) Kago = (esto es, kai ego) significa
«aun yo» o «también yo» (p. ej., Mt.2:8; 10:32-33); se traduce «y yo» en
pasajes como Mt.11:28; Lc.2:48, etc. (2)
Para jemautou, traducido «como yo» en 1 Cor.7:7.
[2] G1510 εἰμί
= eimí: primario pers. Singular
presente indicativo; forma prolongada de un verbo primario y defectivo verb; yo
existo (usado solo cuando es enfático):- ser. Véase también G1488, G1498,
G1511, G2258, G2071, G2070, G2075, G2076, G2771, G2468, G5600, G5607.
[3] Mishná:
La Mishná (del
hebreo מִשְׁנָה, ‘estudio, repetición’) es un cuerpo exegético de leyes judías
compiladas, que recoge y consolida la tradición oral judía desarrollada durante
siglos desde los tiempos de la Torá o ley escrita, y hasta su codificación a
manos del rabino Yehudá Hanasí, hacia finales del siglo II.
El corpus iuris
llamado Mishná, es la base de la ley judía oral o rabínica y forma parte del
Talmud que, conjuntamente con la Torá o ley escrita, conforman la halajá. A su
vez, la Mishná fue ampliada y comentada durante tres siglos por los sabios de
Babilonia —la Guemará—, en tanto la Mishná original y su exégesis o Guemará,
recibieron conjuntamente el nombre de Talmud.
Un conjunto de
Rabinos juntaron la tradición oral en el siglo III lo cual reunió una cantidad
de 6 libros (tomos, rollos) y que se fue pasando de generación en generación.
1) Estructura de la Mishná:
La Mishná está
redactada a manera de versículos cortos en hebreo, llamados mishnayot (מִשְׁנָיוֹת;
singular mishnayá, diminutivo de Mishná), que clasifican, resumen y consolidan
las numerosas leyes orales desarrolladas y comentadas por los sabios de la
época, los tanaím (del arameo תַּנָּאִים; singular taná, con el mismo
significado que Mishná). Las mishnayot se agrupan en 527 capítulos (פְּרָקִים,
perakim; singular pérek), y éstos, en secciones o masejtot (מַסֶּכְתּוֹת;
singular maséjet). Todos ellos, conforman los seis libros en los que la Mishná
se divide —cada uno de ellos llamado Séder (סֵדֶר, "orden")— y que
comprenden prácticamente todos los ámbitos de la halajá judía:
Ø Zeraim (זְרָעִים,
"semillas"): preceptos relacionados con el trabajo de la tierra.
Ø Mo'ed (מוֹעֵד,
"festividades"): leyes sobre festividades, shabat y ayunos.
Ø Nashim (נָשִׁים,
"mujeres"): preceptos referentes a la vida matrimonial.
Ø Nezikín (נְזִיקִין,
"daños y perjuicios"): compila la halajá referente al derecho civil y
comercial.
Ø Kodashim (קֳדָשִׁים,
"santidades"): leyes religiosas sobre el Templo de Jerusalén
Ø Teharot (טְהָרוֹת,
"purificación"): preceptos referentes a la purificación ritual del
cuerpo (Nidá).
Ambos Talmud, el
jerosolimitano y el babilonio, están igualmente ordenados siguiendo el orden de
los seis susodichos libros, en tanto los sabios talmúdicos, los amoraim (אָמוֹרָאִים,
"comentaristas") precisamente comentaban y discutían en arameo cada
versículo o mishnayá, hasta llegar a un acuerdo acerca de la ley
correspondiente.
Los comentarios
no incluidos en la Mishná, son llamados braitot (בְּרַיתוֹת; singular braita;
arameo, "externo"); muchas de ellas fueron también comentadas y
ampliadas en el talmud. (Fuente: Editar enlaces. Esta página fue modificada por
última vez el 31 mayo 2015 a las 06:10. El texto está disponible bajo la
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[4] dei = (δει̂, G1163), verbo
impersonal que significa es necesario, es preciso, se debe. Se encuentra con la
mayor frecuencia en los Evangelios, Hechos y Apocalipsis, y se utiliza: (a) de una necesidad debido a la
naturaleza misma del caso (p.ej., Juan 3:30: «es necesario»; 2 Tim.2:6:
«debe»); (b) de una necesidad
impuesta por las circunstancias (p.ej., Mt.26:35: «sea necesario»; Juan 4:4:
«era necesario»; Hech.27:21, habría sido … conveniente»; vm: «debíais»; 2
Cor.1:30: «es necesario»); en el caso de Cristo, por causa de la voluntad del
Padre (p.ej., Lucas 2:49; 19:5); (c)
por la necesidad en cuanto a lo que se precisa para poder conseguir un
resultado (p.ej., Lucas 12:12 : «debáis»; Juan 3:7 : «es necesario»; Hech.9:6:
«debes»; 1 Cor.11:19: «es preciso»; Heb.9:26: «hubiera sido necesario»); (d) de una necesidad impuesta por ley,
por el deber, por la equidad (p.ej., Mt.18:33: «debías»; Mt.23:23: «era
necesario»; Lucas15:32: «era necesario»; Hech.15:5: «es necesario»; Rom.1:27:
«debida», de una retribución demandada por la ley de Dios; véase también
Rom.8:26; 12:3; 1 Cor.8:2); (e) de
la necesidad que surge del determinado consejo y de la voluntad de Dios, «es
necesario» p.ej., Mt.17:10; 24:6; 26:54; 1 Cor.15:53), especialmente con
respecto a la salvación de los hombres mediante la muerte, resurrección y ascensión
de Cristo (p.ej., Juan 3:14; Hech.3:21; 4:12).
[5]
G3391 μία = mía: irregular femenino de G1520; una o
primera:- primero, uno.
[6]
G4167 ποίμνη = poímne: contracción de G4165; rebaño
(literalmente o figurativamente):- rebaño.
[7]
G1520 εἷς = jeis: (incluído el neutro [etc.] ἔν jen); numeral
primario; uno:- (una) cosa, uno. Véase también G1527, G3367, G3391, G3762.
[8]
G4166 ποιμήν = poimén: de afinidad incierta; pastor (literalmente o
figurativamente):- pastor.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- MATTEHEW HENRY. COMENTARIO BÍBLICO.
- e-Sword-the. LEDD.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
18//10//2016.
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