Parte I:
¿SOPORTAR
A MI HERMANO? ¿CÓMO? ¿QUÉ NOS DICE LA BIBLIA?
(Gálatas 5:15)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que
también no os consumáis unos a otros”.
(Gálatas 5:15)
Introducción:
Supongo
que usted ha oído a alguien usar estas palabras en alguna ocasión: “Es que fulano es tan difícil de
soportar”. “Es que no nos llevamos”. “Me llevo bien con todo el mundo, pero qué
difícil es soportar a zutano (a)”, etc. Quizá usted mismo haya expresado
sentimientos con palabra semejantes a éstas. ¿Puede usted soportar a su hermano
(a)? Me atrevo decir que si usted es honrado, tendrá que reconocer que hay
aquellos que le son difíciles de
soportar. O quizá hay personas en su vida con que no se lleva muy bien.
Es común oír hoy
en día que tal y tal iglesia se dividió porque los hermanos no podían llevarse,
o que una pareja de esposos se dejaron porque ya no se soportaban, o que hay
problemas entre familias porque las relaciones se han roto.
Cuando la
situación incluye a nosotros, lo interesante es que siempre vemos que el
problema es del otro. Nos justificamos a nosotros mismos y señalamos al otro;
la otra persona tiene la culpa de que no nos llevamos.
La vida nuestra
como seres humanos se compone de convivir con nuestros semejante. Se compone de
relacionarse unos con otros, ya sea en la familia, en el trabajo, los estudios
etc., o en la iglesia. Y no es de extrañar que las relaciones con algunas
personas sean difíciles y que a veces se vuelven tensas. Parece que una de las
cosas que nos cuesta es mantener buenas todas nuestras relaciones.
Muchos de los
conflictos y choques que se ven en el mundo son resultados de relaciones tensas
o rotas Eso se puede entender, ya que muchas veces se trata de personas que no
han nacido
de nuevo ni tienen el Espíritu Santo en su vida. Pero para mí es muy
preocupante observar que muchas de las dificultades en la familia cristiana y
en la iglesia son también resultados de alguna relación tensa o rota.
¿Debe ser así mi
relación con otros? ¿Es normal que un cristiano viva con una relación como tal?
¿Qué nos dice la Biblia?
En Romanos 12:18: el apóstol Pablo nos dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz
con todos los hombres”. El apóstol Pablo nos dice que si hay alguna
relación tensa o rota, debemos hacer todo lo posible para arreglarla. No
podemos negar la importancia de mantener buenas relaciones.
El apóstol Pablo
también dice en Gálatas 5:15: “Pero si os mordéis
y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros”. Aquí parece que la relación de algunos es como un
pleito de gatos, ¿no? Parece una
escena salvaje y no de una iglesia de Cristo. Pero también nos revela la
realidad de lo difícil que es manejar bien las relaciones, aun entre los hermanos
de la iglesia. ¿Cómo nos relacionamos de forma correcta y bíblica?
Veamos ahora
pasajes del Nuevo Testamento que hablan del tema y nos enseña a relacionarnos
unos con otros de una manera espiritual. Analicemos lo que dicen:
La Unidad Del Espíritu:
“Yo pues, preso en
el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis
llamados,… con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos
a los otros en amor,… solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo
de la paz;… un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una
misma esperanza de vuestra vocación;… un Señor, una fe, un bautismo,… un Dios y
Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos”.
(Ef. 4:1-6)
La
Vida Antigua y La Nueva:
“Vestíos,
pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;… soportándoos unos a
otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la
manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros… Y sobre todas estas
cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto… Y la paz de Dios gobierne en
vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y
sed agradecidos… La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándonos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia
en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”.
(Colosenses 3:12-16)
Notemos: cómo el apóstol empieza su enseñanza
sobre este tema en Ef.4. Es este pasaje, Pablo ruega que andemos como es “digno de la
vocación” a la cual hemos sido llamados. Una vocación es como el “trabajo”,
el “llamado”,
o la “carrera”
que estamos desenvolviendo. Como creyentes hemos sido llamados a una posición,
un trabajo, una manera de vivir que nos destaca de otra persona. Debemos vivir
de manera que muestre un respeto por la posición que tenemos. Si nosotros vemos
a un policía violando la ley, nos repugna y decimos que él no anda como es
digno de su vocación.
El esposo que no
es fiel a su esposa o viceversa, no muestra dignidad por el matrimonio y no
anda digno de su vocación. Así que, el apóstol empieza su enseñanza
recordándonos del compromiso que tenemos con nuestro llamado, nuestra identidad
como hijos de Dios. Después nos destaca las reglas y cualidades espirituales
que necesitamos para relacionarnos bien unos con otros.
En estos dos
pasajes, también vemos dos reglas importantes que sobresalen para relacionarnos
bien con otros:
- En primer lugar, notamos en
ambos pasajes el énfasis sobre “soportarnos” unos a otros.
Cuando Pablo nos
amonesta “soportándoos*”
¿Qué nos quiere decir con esa palabra? A primera vista, parece ser una
expresión que se usaría para malestar, un dolor de cabeza, una enfermedad
incurable o cosas semejantes. ¿Por qué hablar así respecto a nuestras
relaciones con otras personas, y en especial, con hermanos de la iglesia?
*anecomai = (ἀνέχομαι, G430),
significa sostener arriba en contra de una cosa y así soportar (ana = arriba, y
ecomai = voz media de eco, tener, sostener). Con el verbo tolerar se traduce en
Hech.18:14, de un procedimiento judicial; 2 Cor.11:1, dos veces, de los
argumentos de Pablo en la defensa de su apostolado; vv. 4, 19, 20, de la
tolerancia de falsos maestros por parte de los corintios; véanse SOPORTAR,
SUFRIR. (VINE).
ἀνέχομαι
= anéjomai:
(G430) voz media de G303 y G2192; sostenerse
uno mismo en contra de, i.e. (figurativamente) soportar, aguantar:- padecer,
soportar, sufrir, tolerar. (Strong).
“Soportar” significa: tolerar; poder mantenerse firme sin las faltas de otros nos mueven; no reaccionar ante las debilidades de otros, aguantar, padecer, sufrir.
Seamos sinceros;
relacionarnos con otros no es fácil. Exige duro trabajo y esfuerzo. Exige aún ciertas destrezas. La amonestación del apóstol Pablo no habría sido necesario
si no fuera un asunto un tanto difícil.
- En segundo, punto igual de
importante lo encontramos en el segundo pasaje.
El perdonar. El
perdonar es indispensable para relacionarnos bien con otros. Si tenemos alguna
queja contra el hermano, Pablo nos dice que debemos soportarlo y perdonarlo.
Para poder soportarlo, tenemos que perdonarlo. Es conceder al ofensor el favor,
que no merece, y no tenerlo como culpable. Es absolver de culpabilidad.
Debemos seguir el ejemplo de Jesús… ¿Cuántas veces perdonó Jesús a sus
enemigos… los que querían ofender y hacerle mal? Pablo dice que debemos
seguir ese ejemplo perfecto.
¿Quiere decir
esto que debo hacerme el desentendido cuando un hermano peca contra mí? ¿No hay
que tratar con él? La Biblia sí nos da instrucciones de cómo tratar el pecado
en la iglesia. Pero nuestra actitud para con su persona nunca debe cambiar.
¿Por qué nos
ofendemos y nos molestamos tantas veces por cositas que no tienen mucha
importancia?
Estás después
llegan a ser grandes y nos separan el uno del otro si les permitimos.
Soportarnos y perdonarnos, nos dice la Biblia. Es nuestro deber para poder así
mantenernos relaciones buenas. Es la única manera de mantener buenas
relaciones. Notamos que la Biblia pone el peso de responsabilidad en mí mismo.
Soy yo el que decide si lo que el otro dijo o hizo me ofende o no. La
responsabilidad es mía.
Virtudes Espirituales En Los Cristianos:
Al ver esas
cualidades, nos damos cuenta de lo difícil que es mantener buenas relaciones en
nuestras propias fuerzas. Además, nos damos cuenta de lo que necesitamos para
poder llevarlas a cabo.
Implicaciones
Sociales, Cols.3:12-4:6:
Estamos frente al último pasaje que comienza con por
tanto, lo que nos indica que es la conclusión de lo que ya se ha dicho. Se ha
hablado de la posición y posesiones en Cristo, y en el párrafo anterior de las
implicaciones personales llegando a introducirse en las relaciones dentro del
cuerpo de Cristo. Ahora presentará lo que sucede cuando el cristiano se relaciona
con la sociedad en general.
El ser un creyente no significa aislamiento del mundo;
todo lo contrario, debemos proyectarnos hacia el mundo y sus necesidades.
Esta sección se dividirá para su mejor comprensión en
tres partes:
- La primera, nos habla de una conducta marcadamente
diferente a la conducta anterior. Si en el párrafo anterior se hablaba más en
sentido negativo ahora se dice: qué
es lo que se debe hacer. Antes era:
- haced morir (3:5),
- dejad (3:8), y
- no mintáis (3:9);
- ahora es vestíos (3:12 y 14). Se debe señalar que el
verbo “vestir”
no se halla en el original pero es necesario suplirlo en el v. 14 para dar
mejor sentido a la redacción.
El primer párrafo que se desarrolla bajo vestíos tiene
a su vez dos partes:
- Podemos decir que una es una lista de las nuevas “prendas”
que debemos tener, y esto por una razón especial; y
- la otra la forma como debemos usar estas “prendas”
cuando hay problemas, teniendo un ejemplo digno de imitar.
1. TODA HUMILDAD:
Para los griegos
la humildad era algo débil y despreciable, pero Jesús la estableció como el
fundamento del carácter (Mt.5:3; 5:5; 18:4; 23:12; Lc.14:11; 18:14). Por su
humildad Jesús atrajo a la gente (Mt.11:28-30; Jn.13:1-20; Ap.3:20). Pablo hizo
hincapié en la humildad de Jesús (2 Cor.8:9; Filp.2:1-11), exhortándonos a ser
humildes uno para con el otro (Rom.12:10; 1 Cor.13:4-6; Filp.2:3-4), y habló de
sí mismo como un ejemplo (Hech.20:19). Pedro también exhortó a mostrar humildad
ante los hermanos y ante Dios (1 P.5:5-6). La humildad es resultado de la
acción de Dios, las circunstancias, otra gente, nosotros mismos, o de
cualquiera o todos éstos en nuestra vida.
Etimología: HUMILDAD,
HUMILDE, HUMILDEMENTE:
A. Nombre
tapeinofrosune = (ταπεινοφροσύνη, G5012)
, humildad de mente (de tapeinos, véase B, Nº 1, y fren , mente). Se traduce
«humildad» en Hech.20:19; Ef.4:2; Filp.2:3; Col.2:18; 2:23; 3:12; 1 P.5:5.
B. Adjetivos
1. tapeinos = (ταπεινός, G5011)
significa primariamente aquello que es bajo, y que no se levanta mucho de la
tierra, como en la lxx en Ez.17:24 y, de ahí, metafóricamente, significa
humilde, de baja condición. En el NT. se usa siempre en buen sentido,
metafóricamente, denotando:
(a) de humilde
condición (Lc.1:52; Rom.12:16); 2 Cor.7:6, donde el anterior contexto muestra
que este uso corresponde a (a); Stg.1:9:
«de humilde condición»;
(b) de espíritu
humilde (Mt.11:29; 2 Cor.10:1; Stg.4:6; 1 P.5:5).
2. tapeinofron =
(ταπεινόφρων,
G5012), «humilde» (fren = mente). Se halla en 1 P.3:8 en los mss.
Más comúnmente aceptados; en el tr aparece el término filófron: «amigables».
Nota: Para tapeinoo, traducido «vivir
humildemente» en Filp.4:12 (rvr; rv, y vm: «estar humillado»), véase HUMILLAR,
A.
El
orgullo nos separa y nos aleja de nuestros hermanos. El orgullo
busca para sí mismo y todo para sí mismo sin tomar en cuenta al otro. El
orgullo difícilmente nos permite relacionarnos adecuadamente con otros. El
orgullo no “soporta”
al otro. El orgullo no “perdona” al otro.
Nótese: que dice “con toda
humildad”. Tan sólo un rasgo de orgullo es prejuicioso para una
buena relación. Sin la humildad, no podemos esperar buenas relaciones con
otros.
2. MANSEDUMBRE:
(heb., ’anawah, sufri-miento; gr.,
praütes). A los mansos (oprimidos) se les asegura la ayuda divina y la victoria
final (Salm.22:26; 25:9; 37:11). Jesús fue enviado para ministrar a ellos
(Salm.45:4; Is.11:4; 29:19). La mansedumbre es un fruto del Espíritu (Gál.5:23)
y una característica de Jesús (Mt.11:29; 2 Cor.10:1).
Se demanda que los creyentes sean mansos
y que muestren un espíritu de humildad el uno para con el otro (Ef.4:2;
Col.3:12; Tit.3:2) y para con los no creyentes (1 P.3:15). Un maestro debía ser
manso (2 Tim.2:25). La mansedumbre es una marca del discipulado verdadero y no
implica que uno sea débil o vacilante.
Etimología: MANSEDUMBRE, MANSO:
A. Nombres
1. prautes, o
praotes = (πραΰτησͅ,
G4240), forma anterior, denota mansedumbre. En su utilización en las
Escrituras, donde tiene un significado más pleno y profundo que en los escritos
griegos seculares, consiste «no solo en el comportamiento externo de la
persona; ni tampoco en sus relaciones con sus semejantes; tampoco se trata
meramente de su disposición natural.
Más bien es una
obra efectuada en el alma; y se la ejerce en primer lugar y ante todo para con
Dios. Es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos sus tratos con
nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos. Este término
está estrechamente relacionado con la palabra tapeinofrosune, humildad,
y es una directa consecuencia de ella (Ef.4:2; Col.3:12); cf. los adjetivos en
la lxx en Sof.3:12, «humilde y pobre»;
son solo los de corazón humilde que son también mansos, y que, como tales, no
luchan contra Dios ni se enfrentan ni contienden con él. Sin embargo, esta
mansedumbre, siendo ante todo una mansedumbre ante Dios, lo es también ante los
hombres, incluso ante hombres malos, en base de estar consciente de que estos,
con todos los insultos y malos tratos que puedan infringir, son permitidos y
empleados por Dios para la disciplina y purificación de sus elegidos» (Trench,
Synonyms, xlii). En Gál.5:23 se asocia con enkrateia, dominio propio o
templanza.
El significado
de prautes «no se expresa fácilmente en castellano, porque el término que se
usa comúnmente, mansedumbre, sugiere debilidad y pusilanimidad en mayor o menor
grado, en tanto que prautes no lo denota en absoluto. Sin embargo, es difícil
encontrar una traducción menos expuesta a objeciones que «mansedumbre»; se ha sugerido «gentileza»,
pero prautes
describe una condición de mente y corazón, y como «gentileza» es más bien
apropiada a acciones, este último término no es mejor que el primero. Por ello,
se tiene que comprender con claridad que la mansedumbre manifestada por el
Señor y recomendada al creyente es resultado de poder. La suposición que se
hace comúnmente es que cuando alguien es manso es porque no puede defenderse;
pero el Señor era manso porque tenía los infinitos recursos de Dios a su
disposición. Descrita en términos negativos, la mansedumbre es lo opuesto a la
afirmación propia y al propio interés; es una ecuanimidad de espíritu que ni se
entusiasma ni se deprime, simplemente porque no se ocupa en absoluto del propio
yo.
«En 2 Cor.10:1 el apóstol apela a la
«mansedumbre… de Cristo». Se instruye a los cristianos que muestren «toda
mansedumbre para con todos los hombres» (Tit.3:2), porque la mansedumbre
conviene a «los
escogidos de Dios» (Col.3:12). Al «hombre de Dios» se le apremia a
exhibir esta virtud; tiene que seguir «la mansedumbre» por ella misma (1 Tim.6:11;
los textos más comúnmente aceptados tienen aquí el Nº 2), y estar a su
servicio, y debe muy especialmente exhibir «espíritu de mansedumbre» con los «ignorantes y
descarriados» (1 Cor.4:21; Gál.6:1); incluso a aquellos «que se oponen»
hay que corregirlos con mansedumbre (2 Tim.2:25). Santiago exhorta a sus «amados
hermanos» a recibir «con mansedumbre la palabra implantada» (Stg.1:21).
Pedro ordena «mansedumbre»
en la exposición de la base de la esperanza cristiana (1 P.3:15)» (de Notes on
Galatians, por Hogg y Vine, pp. 294,295).
2. praupathia = (πραυπαθία, G4239),
disposición mansa, mansedumbre (praus = manso; pasco = sufrir). Se encuentra en
1 Tim.6:11, en los textos más comúnmente aceptados.
B. Adjetivo.
praus o praos = (πραύς, G4239)
, denota gentil, manso, afable. Para su significado, véase A, Nº 1. Cristo lo
usa de su propia disposición (Mt.11:29); la incluye en la tercera de sus
bienaventuranzas (Mt.5:5); se predice de él como el Rey Mesías (Mt.21:5),
citado de Zc.9:9; es un ornamento de la profesión cristiana (1 P.3:4). Cf.
epios = gentil, de una disposición apacigua dora (1 Ts.2:7; 2 Tim.2:24).
(VINE).
La
mansedumbre es un espíritu apacible y quieto. Es aceptar los
tratos de Dios con nosotros como buenos, sin discutirlos ni resistirlos. El
apóstol nos recuerda que debemos tener un espíritu manso para poder
relacionarnos bien con los demás.
3. PACIENCIA:
Paciencia. Las palabras gr. ’upomone
y makrothumia
se traducen como paciencia, pero ellas no son exactamente sinónimas. ’Upomone
es la cualidad de soportar las pruebas. Los que poseen esta virtud están libres
de cobardía y desaliento. Es principalmente una actitud del corazón con
respecto a las cosas.
Makrothumia es una actitud con respecto a
las personas. La paciencia es una faceta del fruto del Espíritu (Gál.5:22 [VHA:
longanimidad]); es una virtud que Dios aprecia de manera especial en los seres
humanos y que parece desarrollarse mejor en las pruebas (Rom.5:3-4; Stg.1:3-4
[BA: constancia; DHH: fortaleza; Stg.5:11 [RVA: perseverancia]). Ambos términos
se aplican a Dios (Rom.2:4; 1 P.3:20), aparentemente siempre en relación con
las personas.
Etimología:
PACIENCIA, PACIENTE (SER, MOSTRARSE):
A. Nombres.
1. jupomone = (ὑπομονή, G5281),
lit., permanecer bajo (jupo = bajo; meno = permanecer). Se traduce «paciencia»
de un modo casi invariable. «La paciencia, que crece solo bajo las pruebas
(Stg.1:3), puede ser pasiva, esto es, en el sentido de sobrellevar algo, como:
(a) en pruebas en
general (Lc.21:19; que debe ser entendido mediante Mt.24:13; cf. Rom. 12:12;
Stg.1:12);
(b) en pruebas que
recaen en el servicio del evangelio (2 Cor.6:4; 2 Cor.12:12; 2 Tim.3:10);
(c) bajo
disciplina, que es la prueba contemplada como procedente de la mano de Dios
nuestro Padre (Heb.12:7);
(d) bajo
aflicciones no merecidas (1 P.2:20); o activa, esto es, en el sentido de
persistencia, perseverancia, constancia, como
(e) en bien hacer
(Rom.2:7: «perseverando
en bien hacer»; lit., «con la paciencia del bien obrar»);
(f) en dar fruto
(Lc.8:15: «con
perseverancia»; rv: «con paciencia»);
(g) en correr con
paciencia la carrera que nos ha sido propuesta (Heb.12:1).
»La
paciencia perfecciona el carácter cristiano (Stg.1:4), y por ello la comunión
en la paciencia de Cristo es la condición sobre la que los creyentes serán
admitidos a reinar con él (2 Tim.2:12; Ap.1:9). Para esta paciencia, los
creyentes son «fortalecidos
con todo poder» (Col.1:11), «con poder en el hombre interior en su Espíritu»
(Ef.3:16).
»En
2 Ts.3:5, la frase «la paciencia de Cristo» es susceptible de
tres interpretaciones:
(a) la espera por
la venida de Cristo; así es como parafrasea la Versión Autorizada Inglesa;
(b) que puedan
tener paciencia en sus sufrimientos como la tuvo Cristo con los suyos (cf. Heb.12:2),
(c) que ya que
Cristo está «esperando
hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies» (Heb.10:13),
igualmente puedan ellos ejercer paciencia en sus esperanzas del triunfo del
Señor y la liberación de ellos.
En tanto que se
debe evitar una exégesis demasiado rígida, puede ser permisible parafrasear de
la siguiente manera: «que el Señor os enseñe y capacite a amar como Dios
ama, y a ser pacientes como Cristo lo es»» (de Notes on
Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 222, 285).
En
Ap.3:10, «la
palabra de mi paciencia» es la palabra que habla de la paciencia de
Cristo, y sus efectos en la producción de paciencia de parte de aquellos que
son de él (véase más arriba sobre 2 Ts.3:5). Véanse CONSTANCIA, A, PERSEVERANCIA,
PERSEVERAR.
2. anoque = (ἀνοχή, G463),
un retener (relacionado con aneco; véanse SOPORTAR, SUFRIR), el
término denota contenerse, clemencia, un retrasar el castigo (Rom.2:4; Rom.3:25,
rv; rvr: «longanimidad»;
Besson: «tolerancia»),
en ambos pasajes de la paciencia de Dios hacia los hombres. En el segundo
pasaje su paciencia constituye la base, no de su perdón, sino de su
pretermisión de los pecados, el hecho de no infringir la retribución debida. En
2:4 representa una suspensión de la ira que habrá de ser ejercida a su tiempo a
no ser que el pecador acepte las condiciones de Dios; en 3:25 están relacionados
con el haber pasado por alto los pecados en el pasado, con anterioridad a la
obra expiatoria de Cristo.
Nota: Cf. el nombre
epieikeia (Hech.24:4: «equidad», rv, rvr, rvr77; vm: «clemencia»; 2 Cor.10:1: «ternura»
(rvr; rv: «modestia»;
vm: «dulzura»;
rvr77: «clemencia»).
Sinónimos de este término son makrothumia, longanimidad (véase Nº
3 más adelante), y jupomone = paciencia (véase Nº 1). Anoque y makrothumia
se usan juntos en Rom.2:4. Véase también Ef.4:2, donde se utiliza aneco
en esta combinación; véase SOPORTAR. Trench (Synonyms) y Abbot-Smith (Lexicon)
afirman que jupomone expresa paciencia ante la adversidad, en tanto que makrothumia
expresa paciencia ante personas hostiles. Se tiene que observar, sin embargo,
que en Heb.6:15 se utiliza el verbo makrothumeo de la paciencia de
Abraham bajo la presión de circunstancias adversas (cf. también Stg.5:7-8). makrothumia
y jupomone
se encuentran juntos con frecuencia (p.ej., 2 Cor.6:4; 2 Cor.6:6; 2 Tim.3:10).
«La
longanimidad es aquella cualidad de auto-refrenamiento ante la provocación que
no toma represalias apresuradas ni castiga con celeridad; es lo opuesto de la
ira y se asocia con la misericordia, utilizándose de Dios (Ex.34:6, lxx;
Rom.2:4; 1 P.3:20). La paciencia es la cualidad que no se rinde ante las
circunstancias ni sucumbe ante la prueba; es lo opuesto a la desesperanza y
está asociada con la esperanza (1 Ts.1:3). No se utiliza de Dios» (de Notes on
Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 183-184). (Esto es, en sus términos
originales. Desafortunadamente, en las versiones castellanas makrothumia
y anoque
no se traducen uniformemente como «longanimidad» y jupomone como
«paciencia», con lo que esta distinción no se hace patente en la traducción.
–Nota del Traductor.)
3. makrothumia =
(μακροθυμία,
G3115), longanimidad. Se traduce «paciencia» en Rom.9:22 (rv:
«mansedumbre»); Gál.5:22 (rv: «tolerancia»); Ef.4:2 (rv, rvr); Col.3:12 (rv: «tolerancia»);
2 Tim.4:2 (rv, rvr); Heb.6:12 (rv, rvr); Stg.5:10 (rv, rvr); 1 P.3:20 (rv, rvr);
2 P.3:15 (rv, rvr). Véase LONGANIMIDAD, y también CLEMENCIA.
B. Verbos.
1. metriopatheo
= (μετριοπαθέω,
G3356), se traduce «se muestre paciente» en Heb.5:2 (rvr; rv:
«compadecer»; Besson: «simpatizar»).
2. makrothumeo =
(μακροθυμέω,
G3114) , relacionado con A, Nº 2; tener largura de ánimo. Se traduce
con la frase verbal «tener paciencia» (Mt.18:26; 18:29; Stg.5:7-8);
«ser
paciente» (1 Ts.5:14; 2 P.3:9); «esperar con paciencia» (Heb.6:15); «aguardar con
paciencia» (Stg.5:7 b); en la rv, se traduce «ser longánime» en Lc.18:7; «esperar con
largura de ánimo» (Heb.6:15); véase SUFRIDO(SER).
Nota: Para jupopiazo,
traducido «me
agote la paciencia» en Lc.18:5 (rvr; rv: «me muela»).
C. Adverbio.
makrothumos = (μακροθύμως, G3116)
, relacionado con A, Nº 3, y B, Nº 2, denota «pacientemente». Se traduce como
«con paciencia» en Hech.26:3 (rv, rvr, rvr77, vm, Besson).
4. AMOR:
Véase Parte II:
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