Parte IV:
EL OTRO INTERCAMBIO OSCURO:
(Romanos 1:26-28)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,… y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío… Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen”.
(Romanos 1:26-28)
Capítulo IV
Homosexualidad:
Acercamientos Cristianos:
Desde
una perspectiva cristiana podemos tratar el tema de la "homosexualidad" desde tres puntos de vista: como posesión
demoníaca, como desvío de conducta y como estilo de vida alternativo.
En este trabajo estaremos presentando las tres perspectivas en cuanto a su base
conceptual, su base bíblica, su pronóstico y resolución, y una breve evaluación
de cada postura.
Homosexualidad y Posesión Demoníaca:
Este
primer acercamiento percibe la homosexualidad como causado por demonios. Se
entiende que los demonios existen todavía y que su existencia es capaz de
explicar muchos de los problemas que las personas afrontan. "Espíritus
demoníacos pueden invadir y vivir en los cuerpos humanos... al habitar en la
persona, obtienen ventajas sobre la persona... cuando los demonios habitan en
el individuo la persona "tiene"
o "está con" demonios, o
se queda "poseída por
demonios" (Hammond & Hammond, 1973). La expresión "poseída por" demonios parece
haber creado mucha confusión a través de los siglos. En el griego antiguo,
había la palabra daimonizomai, que significaba "endemoniado" o "tener
demonios", en cuanto que posesión tiene la connotación de
propiedad total. Esta diferencia se vuelve significativa cuando a esta enorme
polémica se añade el hecho sobre si los cristianos pueden o no tener demonios.
Hammond & Hammond, (1973) hacen esta observación para aclarar que si bien
los cristianos pueden tener demonios, no pueden ser poseídos por ellos ni ser
su propiedad ya que son propiedad de Cristo. Los demonios en un cristiano no
serían más que "inquilinos"
o invasores que tendrían que ser confrontados y expulsados.
Desde esta perspectiva se cree:
a) que hay
demonios;
b) que pueden
invadir a las personas;
c) algunas
corrientes dentro del cristianismo admiten la posibilidad que también los
cristianos podrían tenerlos (aunque no pueden ser poseídos por ellos), mientras
otras corrientes no lo admiten ya que el "cuerpo es templo del Espíritu
Santo" (1 Cor. 6:19) y no puede haber comunión entre la luz y las
tinieblas en un solo cuerpo.
Según Hammond (1973) hay también distintos
tipos de demonios. Hace una lista de 53 grupos de demonios (pp. 113-115) que
incluyen desde los demonios de amargura, rebelión, envidia, depresión hasta los
de impureza sexual (en ellos se incluye la homosexualidad) y la muerte.
Como
comentamos más arriba, hay corrientes que perciben que la homosexualidad tiene
como causa la presencia de un demonio en el cuerpo de la persona. El demonio
de la homosexualidad (o lesbianismo) sería la causa de dicha conducta,
por esto la causa sería espiritual y no tendría origen emocional y/o
psicológico. También su resolución tendría que tener elementos espirituales.
Esta
perspectiva cristiana es muy corriente entre los miembros de iglesias más
conservadores, especialmente entre los pentecostales y/o los que abrazan los
conceptos de "guerra
espiritual".
Homosexualidad como Desvío de Conducta:
Esta es
la perspectiva más defendida por los psicólogos cristianos. Se cree que la
homosexualidad es causada por un(os) trauma(s) en la primera infancia que
impidieron el desarrollo psicosexual apropiado de la persona. Elizabeth Moberley (1983) en su libro
afirma que el individuo sufre de una falta de identificación con del genitor de
mismo sexo y que, al entrar en la pubertad, las necesidades no satisfechas de
la primera infancia se erotizan haciendo que la persona busque en las personas
de su mismo sexo lo que no encontró en su padre o madre, pero ya con el
elemento sexual. Esto explicaría la falta de madurez emocional en muchas
personas que sufren de tales dificultades de orientación sexual ya que no
desarrollaron un aspecto importante y significativo de su personalidad.
Dentro
de este acercamiento la conducta homosexual es percibida como pecado, pero
Collins (1980) hace una distinción muy significativa: él
diferencia entre la conducta homosexual (donde se practica actos homosexuales)
y la orientación homosexual (donde existe una atracción por las personas del
mismo sexo, pero no hay la práctica de actos homosexuales; de hecho, hay
situaciones donde la persona rechaza tales sentimientos y deseos).
Collins
reconoce que en el primer caso, de la práctica de actos homosexuales, habría
una situación de pecado ya que la Biblia condena claramente tal conducta (Gn.
19:1-11; Lv. 18:22; 20:13; Jueces 19: 22-25: Rom. 1:25-27: 1 Cor. 6:9, I Tim.
1:9-10.) Hay cinco pasajes bíblicos que tratan de la homosexualidad en un
contexto de prostitución masculina: Deut.
23:17; 1 Reyes 14:24; 15:12; 2 Reyes 23:7).
Por otro
lado, Collins afirma que en ningún lugar de la Biblia se condena la orientación
homosexual aunque fomentar fantasías y pensamientos homosexuales podrá llevar
al individuo al riesgo del pecado de lascivia (de la misma manera que pasa con
los heterosexuales). Esta diferencia es muy importante para los que trabajan en
consejería con personas que están luchando con dificultades en su orientación
sexual porque les ofrece la posibilidad de no caer en la condenación bíblica
(al no estar desarrollando una vida sexual activa fuera del matrimonio - cosa
condenada también a los heterosexuales). Esto produce un sentimiento de alivio
en cuanto al sentimiento de culpa, lo que posibilita que el desarrollo de la
psicoterapia o consejería sea fructífero. Así el enfoque de la condenación ya
no es sobre la persona (que es más difícil de cambiar) sino sobre sus actos,
sobre los cuales sí tiene control.
Collins
(1980) también menciona otra diferencia:
identifica a homosexuales circunstanciales, aquellos que eligen una conducta
homosexual temporal porque parejas sexuales del sexo opuesto no están
disponibles (por ejemplo, encarcelados o marineros).
Dentro
de esta perspectiva no se puede afirmar que haya una única causa clara para la
homosexualidad, pero se descarta la idea popular que tenga causa genética,
biológica o congénita (Evans apud Collins, 1980: 319).
Hay varias teorías sobre cómo se
desarrolla la homosexualidad. La más aceptable hoy en día por
personas que trabajan directamente con aquellas que están saliendo de un estilo
de vida homosexual es la que compartimos más arriba: que hubo una falta de
identificación con el genitor del mismo sexo, el niño o la niña no desarrolla
el rol sexual que le pertenece y al erotizar su conducta con la entrada a la
pubertad, se encuentra en una situación donde su sexualidad sufre de un desvío
en cuanto al objeto de su deseo. Recomendamos la lectura de los libros señalados
en la bibliografía de este artículo.
Collins
también apunta otras posibles causas:
a) relaciones
padres/hijos donde la dinámica familiar es disfuncional;
b) relaciones
familiares donde existe mucha desconfianza, historias de abuso sexual y/o incesto,
vínculos de dominación, etc.
c) miedo por
experiencias traumáticas con el sexo opuesto (violaciones, incesto, enseñanzas
de sospecha en cuanto al sexo opuesto, falta de interacción entre los sexos
durante adolescencia, etc.)
d) opción
consciente por un estilo de vida homosexual, por personas que quieren "estar a
la moda"; o que tuvieron una experiencia homosexual que les
hace vulnerables al estilo de vida homosexual al pensar que habiendo tenido una
experiencia son homosexuales.
Homosexualidad como Estilo de Vida
Alternativo:
Posiblemente
sea una sorpresa para algunos cristianos en América Latina, pero el
acercamiento de ser cristiano y homosexual activo es defendido por muchos
cristianos, especialmente en los Estados Unidos y Europa. Su defensa es que no
hay condenación bíblica para una relación homosexual "monogamia" y
duradera dentro el contexto del amor y cuya contraparte sería el matrimonio
heterosexual.
Bíblicamente,
la defensa depende de las siguientes afirmaciones (y aquí estamos resumiendo la
posición de Scanzoni y Mollenkott, 1980):
1. Referente a la historia de Sodoma y
Gomorra, ciudades que fueron destruidas por Dios por sus perversidades (Gen
19), (y que da origen a la palabra sodomía); comentan las autoras que los
enfoques de la condenación son: a)
el deseo de practicar actos homosexuales violentos con los huéspedes de Lot; b) la falta de hospitalidad con
extranjeros.
2. Las condenaciones descritas en Levítico 18:12
forman parte de un Código de Santidad de los israelitas antiguos. Si fuéramos a
obedecer todo lo que está allí tendríamos que prohibir a las mujeres que se
vistan con ropa de hombre, prohibirles llevar cabello corto, no tener
relaciones durante la menstruación, no usar tejidos de hilos mixtos, no comer
carne que tenga sangre, etc. Las autoras insisten que tales reglas fueron dadas
para mantener al pueblo israelita separado de sus vecinos ya que muchas de las religiones
de las naciones vecinas incluían prácticas homosexuales en los ritos de
fertilidad. Así el pueblo judío debería evitar todo tipo de idolatría y sus
prácticas.
3. Las autoras Scanzoni y Mollenkott (1980)
hacen una larga exposición sobre el texto de Romanos 1, en cuanto a lo que
sería o no natural, el contexto social de la época en que escribe San Pablo, y
el uso de algunas palabras en el griego original cuya comprensión, para las
autoras, es bastante discutido. Vale volver al texto original de ellas para una
mejor comprensión de la defensa de esta posición.
Por otro
lado, Scanzoni y Mollenkott insisten en la necesidad de una experiencia de
conversión para entrar en el Reino de Dios, pero afirman que tal conversión no
borra automáticamente la orientación homosexual ni transforma a la persona en
heterosexual por milagro. Todos (homo y heterosexuales) tienen que lidiar con
la "naturaleza
antigua".
También
citan en su libro muchos estudios que han sido desarrollados por personas que
son homosexuales y que no son perturbadas o "neuróticas".
Defienden la posición que la homosexualidad es simplemente una variación
sexual, de origen genético y que simplemente no se ha podido confirmarlo
todavía. La idea es que los homosexuales sufren lo que sufren porque son
discriminados por la sociedad y, en especial, por la Iglesia. La autoras
afirman que la Iglesia no debería discriminar contra los homosexuales porque
están perpetuando mitos y estereotipos, o que están "levantando falso testimonio contra su
prójimo" (Scanzoni y Mollenkott, 1980).
Elegimos
el libro de Scanzoni y Mollenkott, "¿Is the Homosexual My Neighbor = Es el Homosexual
Mi Vecino, Igual, etc.?" para ejemplificar este acercamiento,
por no es el único libro que defiende esta posición. Ya existen las Iglesias
Comunitarias Metropolitanas que congregan específicamente a homosexuales,
afirmando que es necesario que haya un lugar donde tales personas puedan adorar
a Dios sin discriminación ya que las Iglesias tradicionales no las aceptan.
Defienden que es posible ser cristiano y homosexual, y que no hay necesidad de
cambiar de orientación, pero que se debe evitar la promiscuidad y el sexo
casual, manteniendo relaciones duraderas, del tipo matrimonio, con una pareja
única.
Pronóstico/Tratamiento/Cura/Resolución:
Evaluemos
los tres acercamientos en cuanto a su aspecto terapéutico o resolución.
1. La perspectiva de la homosexualidad como
posesión demoníaca exige explicaciones y soluciones eclesiásticas.
La gran
mayoría de las iglesias tienen en sus cánones, rituales que tratan de esto,
aunque muchos no estén ya en uso.
Generalmente,
si consideramos la homosexualidad como posesión demoníaca la solución es un
exorcismo o "echar
el demonio". Si la causa es considerada espiritual, la cura
también tendrá que serlo. Lo delicado es discernir cuando la causa es
espiritual o emocional, pero sabemos que si es cuestión espiritual, al echarse
el demonio, la cura es instantánea.
(Queremos
constatar que hay un excelente artículo sobre el diagnóstico diferencial entre
posesión demoníaca y enfermedad mental que se puede conseguir escribiendo a Eirene
Internacional, que ayudará en el discernimiento de tales situaciones).
2. En
el caso de considerar a la homosexualidad como desvío de conducta, el
pronóstico es distinto.
Para
sorpresa de muchos, el pronóstico para el cambio de orientación sexual es mejor
que la recuperación de un alcohólico (1).
La literatura psicoanalítica tiene una perspectiva pesimista según Freud, pero
hay una nueva corriente (Nicolisi,
1991) que desarrolla activamente "la terapia reparativa del homosexual".
Nicolisi hace una observación interesante. De su
vasta experiencia trabajando con hombres afirma que hay hombres homosexuales
que no son "gay";
son hombres que no están contentos con su orientación y que la quieren cambiar.
El entiende que hablar de alguien como "gay" es describir una ideología
política, un estilo de vida, y que, por lo tanto, no todos los homosexuales son
"gay".
Hay
muchísimos autores, psicólogos y consejeros que afirman que es posible el
cambio hacia la heterosexualidad, y otros que ayudan a la persona hacia una
opción sana por el celibato, de la misma manera en que viven muchos
heterosexuales. En el caso de ser la homosexualidad de origen
emocional/psicológica la cura también tendría que ser psicoterapéutica.
Hay
muchos autores (Collins, 1980; Nicolisi, 1991; Dallas, 1991) que afirman que
existe la posibilidad de un cambio (incluyendo autores seculares), y muchos
testimonios de personas que han cambiado (Rogers, 1994; Worthen, 1983;
Comiskey, 1989; Cook, 1985; Payne, 1981, etc.). Los terapeutas que son
cristianos afirman la importancia de la gracia de Dios y el poder del Espíritu
Santo en este proceso.
3. En
cuanto a la homosexualidad como estilo de vida alternativo, no hay qué
"curar", ya que sostienen que es imposible cambiar (¿Puede cambiar el
etíope su piel o el leopardo sus manchas? Jr. 13:23).
¿Porque
no ser cristiano y homosexual? (Berry, 1981; Calrk, 1978; Ellens, 1978). Lo que
se quiere decir es que un homosexual que practica una relación de fidelidad
mutua con su pareja no está en pecado, y, por lo tanto, no tiene que cambiar.
Así que personas que buscan ayuda psicoterapéutica no deben ser animadas a
cambiar, sino a ajustarse y a aceptar su condición de variante sexual, y buscar
vivir bien con su pareja cuando es el caso.
Análisis Crítica y Evaluación:
Hay que
hacer algunas observaciones en cuanto a los tres acercamientos aquí
presentados.
En
cuanto a la cuestión de posesión demoníaca el riesgo más grande es el de las
generalizaciones simplistas y reducciones absolutistas. Se empieza a "ver
demonios detrás de cada árbol" y todo se explica por demonios.
Es importante percibir que somos criaturas complejas y que no hay explicaciones
simples para todo. No dudamos que haya casos donde la persona se haya sanado a
través de la oración (2), pero
parece ser la excepción y no la regla.
También
es importante no atribuir todo a causas externas al punto que la persona se
sienta impotente para resolver la situación. Muy pocos cristianos que creen que
la homosexualidad es simplemente un demonio, aceptan que pueda haber otras
explicaciones para el problema, pero nada impide que una persona que tenga un
demonio reciba oración, que se eche el demonio y que la persona siga con
síntomas de homosexualidad.
Esto es
porque pueden existir dos condiciones a la vez: aunque se echa el demonio, persisten las huellas emocionales del
pasado. Es importante tener en cuenta esta realidad, ya que muchos piensan que
al volver o seguir con los impulsos y atracciones homosexuales que "no son
salvos", que "han perdido su salvación" o que la
oración no les sirvió para nada. Hay cosas que toman tiempo para sanarse: así
es con la homosexualidad. Las personas que siguen con sus dificultades después
de haber recibido oración y/o liberación deben considerar la posibilidad de
hacer psicoterapia con un psicólogo cristiano a fin de resolver los aspectos
emocionales y/o psicológicos.
En
cuanto a la tercera posición hay que hacer la observación que muchos de los
autores que defienden la postura de ser cristiano y homosexual se encuentran en
esta situación. ¿Hasta qué punto no buscan justificar su misma condición? Dos
preguntas básicas tienen que ser contestadas con honestidad: 1) ¿Las Escrituras condenan (o no) la práctica homosexual? 2) ¿La ciencia podrá comprobar
verdaderamente que cambiar la orientación es imposible?
Además
de estas preguntas existe el hecho referente al número de parejas homosexuales
en una relación de fidelidad mutua de por vida: es ínfimo. Nicolisi (1991)
describe un estudio de McWhirter y Mattison (1984 apud Nicolisi) donde buscaron
comprobar que homosexuales lograban vivir en relaciones duraderas. Ellos, una
pareja homosexual, uno psicólogo y el otro psiquiatra, después de mucha búsqueda
encontraron 156 parejas cuyas relaciones de convivencia habían durado entre 1 y
37 años. Dos-tercios de los que contestaron al estudio habían iniciado la
relación con la expectativa de fidelidad mutua.
Los
resultados demostraron que de los 156 apenas siete habían logrado mantener la
fidelidad mutua. De estas siete parejas, ninguna había vivido junta más de
cinco años. "En
otras palabras, fueron incapaces de encontrar una pareja homosexual que
mantuviesen fidelidad sexual por más de cinco años". (Nicolisi,
1991:111)
Conclusión:
Quisiera
compartir un poco de mi experiencia sobre este tema. En todos mis años de
práctica psicoterapéutica los únicos que me han buscado con propuesta de cambio
de orientación sexual, sin excepción, fueron cristianos. Muchos homosexuales
no-cristianos me buscaron también, pero no con esta propuesta de ayuda. Quizás
el Espíritu Santo que vive dentro del cristiano hace que busque vivir más de
acuerdo con la Palabra de Dios...
He visto
cambiar a varias personas, tanto hombres como mujeres, pero les confieso que en
general no tuvieron mucha ayuda de la Iglesia. Muchos me buscaron porque temían
(con razón) que si el pastor supiera, les echaría de la Iglesia. Buscaban la
gracia de Jesús y no la condenación eclesiástica.
En los
últimos años he visto que las actitudes de muchos pastores en cuanto a la
homosexualidad han empezado a cambiar y también he visto una búsqueda sincera
para una mejor comprensión de la situación de estas personas. He visto
consejeros cristianos que honestamente quieren entender más, para poder ayudar
mejor.
Las
personas a las que he tratado tampoco se han sanado de un día al otro. Fueron
meses y a veces años de psicoterapia, pero los resultados son muy positivos. Es
interesante notar que ellos tenían algunos elementos en común: 1) poseían gran motivación para
cambiar, un enorme deseo de dejar atrás su orientación homosexual; 2) tenían un firme compromiso y
invertían su tiempo en el proceso de la psicoterapia. No fallaban a las
sesiones, luchaban con sus problemas sin pena aún con todo el dolor que muchas
veces tenían que enfrentar al recordar el pasado. 3) tenían una vida de oración activa.
En su
proceso hubo básicamente dos momentos:
- El primero fue de tratamiento. Evaluar
las experiencias del pasado, muchas veces revivirlas para poder desahogarse;
hacer la quirúrgica emocional de abrir heridas infectadas, echar el alcohol del
Espíritu Santo y hacer los puntos que ayudarían a cicatrizar las huellas de una
forma sana. Había que averiguar las experiencias del pasado, su relación con
sus genitores y familiares, ¿qué modelos de conducta fueron incorporados? ¿Qué
conductas fueron reforzadas por los padres? Es un trabajo de paciencia. No hay
curas mágicas, pero hay sanidad.
- El segundo aspecto es el de aprendizaje.
Cuando hayamos podido encontrar los "nudos" del pasado y el proceso
de cicatrización esté bien instalado, la persona está lista para progresar en
su desarrollo psicosexual que estuvo estancado. Hay que "aprender" a ser
hombre o mujer, como todos lo han aprendido:
viendo a los demás, imitando a modelos sanos, conviviendo con personas que
puedan ayudar en esto. Hay que aprender a relacionarse con las personas del
mismo sexo a través del vínculo de la amistad, del amor cristiano, y no por el
eros como en el pasado. Hay que descubrir el misterio del sexo opuesto. Hay
mucho que aprender.
Creo que
el psicodrama ha sido muy útil en este proceso al permitir que las personas
puedan aprender sus nuevos roles en un ambiente de protección y ayuda. Me
acuerdo de casos donde el chico tuvo que aprender a invitar a una chica al cine
por primera vez, o una chica que tuvo que aprender a vestirse como mujer y
desarrollar su feminidad. J.L. Moreno observó una vez que las personas se
enferman en grupo (su familia) y que tienen que sanar en grupo. He encontrado
la verdad de la importancia de la Familia de Cristo en situaciones así.
La psicoterapia de grupo a veces refleja
esta realidad. También los hermanos y hermanas en la Iglesia han
podido ofrecer su contribución. Me acuerdo de un pastor que se dispuso a ser
modelo de hombre para muchos jóvenes que estaban dejando la vida homosexual, y
otro que no temía mostrarles afecto, darles abrazos, y ofrecerles amistad como
parte del amor sincero de Cristo. Quizás lo que más me conmueve todavía es el
pastor que acompañó a un querido hermano que, habiendo dejado la
homosexualidad, descubrió que estaba con SIDA. Este pastor le acompañó hasta la
puerta del Cielo y no permitió que otra persona, le entregara al Señor cuando Él
le vino a recoger.
Espero
que estas palabras le ayuden a reflexionar con seriedad sobre este tema, pero
deseo ardientemente que también les lleve a tener una postura de compasión y
rescate hacia las personas que sufren por su orientación sexual. Nadie puede
alcanzar la "estatura
de la persona perfecta" que es Jesús (Ef. 4:13), sin la gracia
de Dios. Todos necesitamos redención.
___________
Notas:
(1) Conversación personal con Sy
Rogers, ex-presidente de Exodus Internacional, 1989.
(2) Feitosa, R. (1979) Coisas da
Vida, programa de televisión auspiciado por los Ministerios de Nueva Vida,
transmitido en Brasil por la antigua TV Tupi. Disponible en portugués a través
de Eirene Internacional. Hay una entrevista con un hermano que se curó de esta
manera.
Bibliografía del texto:
Berry (1982), Clark (1978)
Ellens(1978) en el antiguo CAPS Bulletin. Actualmente
la Christian Association of Psychological Studies (CAPS) publica el Journal of
Psychology and Christianity.
Collins, G. (1980) O
Aconselhamento Cristão. Sociedade Religiosas Edições Vida Nova: São Paulo. Capítulo
22. Dirección: Caixa postal 21486; 04698-970 São Paulo, SP, Brasil.
Comiskey,
A. (1989) Pursuing Sexual Wholeness: How Jesus Heals the Homosexual. Lake Mary,
FL: Creation House.
Cook, C
(1985) Homosexuality: An Open Door? Boise, ID: Pacific Press.
Dallas,
J. (1991) Desires in Conflict: Answering the Struggle for Sexual Identity.
Eugene: Harvest House Publishers. (Eugene, Oregon, 97402)
Hammond y
Hammond (1973) Pigs in the Parlor.
Moberley,
E. (1983) Homosexuality: A New Christian Ethic, publicado por James Clarke:
Cambridge, Inglaterra. Dirección James Clarke & Co. Ltd; 7 All Saints
Passage, Cambridge, CB2 3LS, England.
Nicolisi,
J. (1991) The Reparative Therapy of the Male Homosexual. Northvale: Jason
Aronson, Inc. (Jason Aronson Inc, 230 Livingston St.; Northvale, NJ 07647,
USA).
Payne, L.
(1981) The Broken Image: Restoring Personal Wholeness through Healing Prayer. Westchester, IL: Crossway
Books. Un lindo testimonio de una mujer que dejó el lesbianismo y pasos
prácticos de grande ayuda.
Rogers, S. (1994) El Hombre en el
Espejo. La Paz: Eirene Internacional. (Casilla 3450, La Paz, Bolivia).
Scanzoni
y Mollenkott (1980) Is the Homosexual My Neighbor?
Sall
(1975) Faith, Psychology and Christian Maturity. Tiene un capítulo sobre el
diagnóstico diferencial entre enfermedad mental y posesión demoníaca que es un
verdadero tesoro. Publicado en portugués por Eirene do Brasil, Caixa postal
900; 80001-970 Curitiba, PR, Brasil).
Worthen,
F. (1984) Steps Out of Homosexuality. Love in Action.
Información adicional:
En español:
Rogers, S. (1994) El Hombre en el
Espejo, publicado por Eirene Internacional. Un testimonio fascinante de un
hombre que vivió casi dos años como mujer, preparándose para la operación de
cambio de sexo cuando Dios intervino en su vida.
Varios otros materiales también
disponibles por Exodus Latinaomérica, Box 26202, Colorado Springs, CO 80936,
Estados Unidos, Fax: 719 637 3481. También saben de ministerios existentes en
América Latina.
En portugués:
Carvalho, E. (ed) (1989)
Homossexualismo: Abordagens Cristãs, publicado por Eirene do Brasil. Pedidos a
Caixa postal 900; 80001-970 Curitiba, PR, Brasil. Contiene muchos artículos
sobre el tema.
Dando Inicio a um Ministerio
Cristão com Homossexuais, (1989) publicación del Cuerpo de Psicólogos y
Psiquitras Cristianos (CPPC) del Brasil, junto con Eirene do Brasil, Caixa
postal 900, 80001-970 Curitiba, PR, Brasil.
Ultimato, revista que ha
publicado varios artículos sobre este tema. Caixa postal 43; 36570-000 Viçosa,
MG, Brasil.
Exodus Internacional Brasil,
Caixa postal 222; 36571-000 Viçosa, MG, Brasil
Ministerios de ayuda (en inglés):
Exodus International--North
America, P.O. Box 77652, Seattle, WA 98177, Estados Unidos. Es una asociación
que reúne a muchos ministerios cristianos que trabajan con la recuperación de
personas homosexuales y que puede recomendar a algunos que cumplan con sus
requisitos de membresía. Promueven un congreso anual en los Estados Unidos. En
convenio con ellos se está formando Exodus Latinoamérica.
Love in
Action, P.O. Box 753307, Memphis, TN 38175-3307, EUA. Tienen un programa residencial de
un año.
Regeneration, Box 9830,
Baltimore, MD 21284-9830. EUA. Este ministerio vende la gran parte de los
libros aquí mencionados en inglés.
Exodus Internacional es una red
cristiana de recursos y ministerios involucrados en el propósito de proclamar
la verdad que existe liberación para aquellos que quieren dejar al
homosexualismo u otros problemas sexuales que le dominan la vida. Exodus
Internacional declara que todos los que quieren ser libres deben arrepentirse y
poner su fe en Jesucristo. Creen que tal libertad se experimenta de forma
gradual y creciente mientras la persona madura a través de la sumisión continua
al Señor Jesús y Su Iglesia. Este proceso de transformación capacita al
individuo dejar su antigua identidad de pecado y aprender nuevas maneras de
relacionarse consigo y con otras personas.
Exodus Internacional también
busca motivar y entrenar al Cuerpo de Cristo para que restaure a la integridad
sexual los hombres y mujeres que luchan con la homosexualidad. Además de
ministrar a estas personas, sus familias y sus amigos(as), también ayudan a los
líderes de las iglesias locales para que puedan manejar pastoralmente los temas
relacionados con la homosexualidad.
Véase Parte V:
Véase Parte V:
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