miércoles, 12 de octubre de 2016

Parte II: LA CRUZ: (Gálatas 3:13)

Parte II:
LA CRUZ:
(Gálatas 3:13)

Pastor: Carlos Ramírez Jimenéz:

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero”.

(Gálatas 3:13)

El seguimiento y la imitación de Jesucristo, en los que se condensa la peculiaridad de la experiencia espiritual cristiana, están estrechamente subordinados a la docilidad al Espíritu; y el crecimiento en la conformidad, dirigida a hacer de todo discípulo una «imagen" viva del Maestro, sigue el ritmo del camino que se hace llevando, con él y como él, la cruz de la fidelidad incondicionada al Padre (comp. Mt. 10:38; 16:24; Mr. 8:34. Lc. 9:23; 14:27).
Este ritmo va marcado bien por la sumisión a la acción iluminadora y transformadora del Espíritu, bien por la intensidad del compromiso de conversión, dirigido a renunciarse a sí mismo para dar lugar al Otro, poniéndose enteramente a disposición de Cristo Crucificado para acogerlo en el propio corazón y en la propia vida, dejando que él realice la intimidad amorosa más profunda (cf. Gál. 2:20).
Sólo de esta manera se hace capaz el discípulo de recibir, percibir y compartir el amor oblativo y solidario del Crucificado. «En esto hemos conocido lo que es el amor: en que él ha dado su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos" (1 Jn. 3:16).

5. Anécdota: CRUZ:                                         La cruz de Constantino:


JESÚS EXPIRA EN LA CRUZ:

Delante de la cruz los ojos míos,
Quédenseme, Señor, así mirando,
Y, sin ellos quererlo, estén llorando
Porque pecaron mucho y están fríos.
Y estos labios que dicen mis desvíos
Quédenseme, Señor, así cantando,
Y, sin ellos quererlo, estén orando
Porque pecaron mucho y son míos.
Y así con la mirada en vos prendida,
Y así con la palabra prisionera,
Como la carne a vuestra cruz asida,
Quédenseme, Señor, el alma entera,
Y así clavada en vuestra cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis, me muera.

CRISTO SUBIÓ A SU TRONO POR MEDIO DE LA CRUZ:
Dice el Doctor Guthrie: "Hay coronas usadas por los monarcas cuyo valor no sería posible calcular. El precio pagado por las joyas es lo de menos importancia. Esas coronas costaron miles de vidas y ríos de sangre humana; pero en nuestra estimación la corona de Cristo es de más valor que todas las demás en conjunto. Cristo llegó a ser Rey en su muerte. Se humilló más que todos. Llegó a su reino por la puerta de la tumba y ascendió a su trono por medio de los escalones de la cruz”.

LA CRUCIFIXIÓN COMPRENDIDA:
Una niña en una escuela misionera estaba sentada en la primera banca; y cuando la directora narraba cómo clavaron a Jesús en la cruz, las lágrimas llenaron sus ojos, y se levantó y salió. Por la tarde volvió sonriente, y la directora le preguntó: --Ester, ¿a dónde fuiste esta mañana? Ella contestó: --¡Oh, maestra! No pude contenerme cuando usted nos habló de la crucifixión de Jesús, porque me sentía culpable de haber ayudado a clavarlo allí; salí de la escuela, me arrodillé y dije a Jesús que mis pecados habían ayudado a clavarlo en la cruz; y le rogué que me perdonase por haber ayudado a los demás a matarlo, que me sentía muy triste por esto. ¡Y ahora me siento feliz!

6.      ¿Cuál Es El Significado De La Cruz?


LA BRUTALIDAD DE LA CRUZ
Aunque el símbolo de la cruz aparece en mucha de la historia pagana anterior a Jesús, la cruz de la crucifixión tiene un significado histórico debido al hecho de que la crucifixión fue un método real e histórico de ejecución. Como instrumento de muerte, la cruz era detestada por los judíos, así que se convirtió en un obstáculo para ellos al considerar a Jesús.
¿Cómo podría el Mesías ser ejecutado en una cruz? Después de todo, el imperio griego y romano ejecutaron a miles de criminales y cautivos de esta manera (Alejandro Magno ejecutó a dos mil prisioneros de Tiro de esta forma, después de la caída de la ciudad).
Esta forma de castigo usualmente estaba reservada para crímenes tales como traición, deserción, robo, piratería, asesinato y otros crímenes similares. Continuó en el imperio romano hasta los días de Constantino, cuando fue abolida por ser un insulto para el cristianismo. ¿Cómo pudo Dios permitir que este tipo de muerte horrenda le ocurriera a su Hijo unigénito? ¿Por qué tuvo que morir Jesús en la cruz? ¿Qué hizo para merecer esta clase de muerte? Bueno, veamos la Biblia y sigamos el rastro que nos lleve a la verdad.

LA CRUZ (NOS RECONCILIA) PAGA NUESTRA DEUDA:
La Biblia reconoce la verdad de que todo pecado debe ser castigado. Después de todo Dios es justo; y la justicia demanda que los errores sean castigados. Sabes que eso es verdad aún para nosotros que vivimos en este mundo. Debemos obedecer las leyes o ser castigados.
Y Dios ha establecido mandamientos (leyes) santos que deben ser obedecidos. Así que no debe sorprenderte que Dios requiera esta justicia de nosotros. La Biblia también nos dice que jamás podremos pagar por nosotros mismos el precio por nuestros pecados. El castigo por nuestros pecados es la muerte; así que la cruz es el lugar donde Jesús pagó el precio por nosotros, y al hacerlo, él nos reconcilió con Dios:

“Porque él [Cristo] es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades”.
(Efesios 2:14-16)

LA CRUZ ES DONDE DIOS REALIZÓ TODA LA OBRA:
Si nosotros pudiéramos pagar nuestro propio castigo, eventualmente llegaríamos a sentirnos orgullosos, fanfarroneando y confiando en nuestra propia capacidad para vivir nuestras vidas independientemente de Dios. Tal vez eso es por lo que Dios efectuó aquí la obra completa.
Al final, su esfuerzo para salvarnos es algo de lo que jamás podremos jactarnos, y Dios lo quiere así. Tal vez porque él sabe que terminaríamos adorando cualquier cosa de la que nos enorgulleciéramos. Dios quiere ser el único objeto de nuestra adoración, por lo que su obra en la cruz es el punto central de nuestra fe:

“Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo… Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne… Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo… Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.
(Gálatas 6:12-15)


LA CRUZ DEMUESTRA EL PODER DE DIOS PARA SALVARNOS:
Al final, la cruz es la demostración definitiva del poder de Dios. Después de todo, nosotros jamás podríamos haber logrado nuestra propia salvación. Pero la cruz puede ser confusa para mucha gente a nuestro alrededor, quienes aún quieren vivir apartados de Dios. Para algunos de nuestros amigos, la idea de un Dios que muriera en una cruz por nosotros, es sencillamente una locura. No tiene sentido desde la perspectiva mundana. Pero eso no debe sorprendernos. Las Escrituras nos dicen que Dios nos ama de tal forma, está más allá de nuestra comprensión. Esa clase de amor parece irracional y absurda para aquellos que verdaderamente quieren salvarse a sí mismos:

“Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo… Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.
(1 Corintios 1:17-18)

ALGUNOS NI SIQUIERA RECONOCEN LA CRUZ:
Tal vez esa sea la razón por la que los no creyentes a veces piensan que estamos locos. Tal vez eso sea por lo que la gente que quiere tratar de alcanzar el cielo por sí misma, generalmente no lleva cruces alrededor de su cuello (los mormones ni siquiera colocan una cruz en su lugar de adoración).
La cruz es un símbolo del poder de Dios, de la obra que él logró para salvarnos. Es el centro de nuestro orgullo y el símbolo de nuestra salvación.
Pero reconocer solo la cruz de Cristo es Salvación, pero no adoramos y veneramos la cruz, como símbolo de adoración, solo la persona de Cristo Resucitado es digno de adoración…

“No dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad”.
(Deuteronomio  21:23)

El cuerpo de la persona ahorcada no podía quedar en el árbol durante la noche porque contaminaría la tierra (v. 23). Por esta razón el cuerpo del ahorcado tenía que ser sepultado lo más pronto posible. El texto parece indicar que solamente un crimen atroz merecía este castigo. Por esta razón, la persona ahorcada era una maldición de Dios (Génesis 4:11; Deut.27:24). Así que, el propósito del ahorcamiento era para declarar públicamente que un crimen atroz había sido cometido, pero que la justicia divina había sido hecha y que la tierra había sido purificada de este crimen abominable.

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero.
(Gálatas 3:13)

La ley comporta maldición. El creyente es liberado de tal maldición a través de Cristo, quien fue hecho maldición por nosotros. La crucifixión le puso bajo la maldición de la ley, como explica Pablo en la segunda mitad del versículo (citado de Deuteronomio 21:23).

Concluimos:

Las Escrituras [Biblia] nos habla de una cruz más maravillosa: la cruz de Cristo. Cuando miramos las estrellas vemos la obra del Creador; pero cuando miramos la cruz, vemos al Creador que murió por su Creación. Hebreos 12:2 nos invita a poner puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Lo maravillo de la Cruz del Calvario es que, aun siendo nosotros pecadores, nuestro Salvador murió por nosotros (Romanos 5:8). Los que colocan su fe en Cristo están ahora reconciliados con Dios, y ÉL los guía por la vida (2 Corintios 1:8-10).

¡El sacrificio de Cristo en la cruz es la más grandiosa de todas las maravillas!

LA CRUZ DE CRISTO ES EL ÚNICO PUENTE SEGURO HACIA LA ETERNIDAD:
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Notas y Bibliografía:
-  °R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 1985, página(s) 225–227; J. Leipoldt, W. Grundmann, El mundo del Nuevo Testamento, 1973, tomo(s) I, página(s) 460–469; J. Moltmann, El Dios crucificado, 1975; H. Schurmann, ¿Cómo entendió y vivió Jesús su muerte?, 1982; este Schillebeeckx, Jesús: La historia de un viviente, 1981; H. G. Link, ”Cruz”, °L. Coenen, E. Beyreuther, H. Bietenhard, Diccionario teológico del Nuevo Testamento, en 4 tomos. (título original en alemán theologisches Regriffslexicon zum Neuen Testament, 1971), edición preparada por M. Sala y A. Herrera, 1980–85, t.I, página(s) 357–373; R. V. Unmack, “Cruz”, °DT°DT Diccionario de teología (TELL), 1985, página(s) 141–142; J. Jeremias, Teología del Nuevo Testamento, 1977, tomo(s) I, página(s) 321–346; K. H. Schelkle, Teología del Nuevo Testamento, 1977, tomo(s) Il, página(s) 142–163; W. este Vine, Diccionario expositivo de las palabras del Nuevo Testamento, 1984, tomo(s) I.
-   M. Hengel, Crucifixion, 1977; J. H. Charles-worth, ExpTExpT Expository Times 84, 1972–3, página(s) 147–150; V. Tzaferis, IEJIEJ Israel Exploration Journal 20, 1970, página(s) 18–32; J. Wilkinson, ExpTExpT Expository Times 83, 1971–2, página(s) 104–107; W. Barclay, Crucified and Crowned, 1961; B. Siede, este Brandenburger, C. Brwon, en C. Brown (eds.), The New International Dictionary of New Testamento Theology, 3 tomos, 1975–8 1, página(s) 389–405; J. Schneider, G. Kittel y G. Friedrich (eds.), Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament, 1932–74; trad. ing. Theological Dictionary of the New Testament, eds. G. W. Bromiley, 10 tomos, 1964–76 7, página(s) 572; R. de Vaux, Ancient Israel, 1961, página(s) 159.
-     Y Battaglia
-   J Moltmann, El Dios crucificado, Sígueme, Salamanca 19i5; AA. VV, Teología de la cruz, Sígueme, Salamanca 19i9; O, Casel, Misterio de la cruz, Madrid 1964: B, Sesboué, Cruz, en DTDC, 31 i-333.
-  J.B.T.J.B.T. J. B. Torrance, M.A., B.D., Profesor de Teología Sistemática, Universidad de Aberdeen, Escocia.
-    Fuente: Obrero Fiel.
-    e-Sword-the. LEDD.
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 12//10//2016.





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